El pasado martes el expresidente brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva pronunció un discurso en el puerto de Itaqui de San Luis, capital del estado de Maranhao, en el que advirtió acerca de los riesgos que conlleva el creciente descrédito de la política brasileña. “Fuera de la política no hay solución, si alguien piensa que aparecerá un Dios que salvará a la gente, puede aparecer un Hitler, puede aparecer un Mussolini u otras cosas que sabemos que no funcionan en el mundo”, señaló. El ex mandatario señaló que Brasil sólo podrá recuperarse cuando “la gente vuelva a reconquistar la democracia”, según informó Prensa Latina. El líder del Partido de los Trabajadores también llamó a la reflexión antes de votar en las elecciones de 2018, «o asumes la responsabilidad por el diputado, alcalde, concejal, gobernador, senador, presidente o no sirve de nada quejarse». Lula figura como favorito en las encuestas electorales, seguido por el líder del ultraderechista Partido Social Cristiano (PSC) Jair Bolsonaro, quien está sacando rédito político del descontento generalizado por la mala imagen de los políticos tradicionales, asociados a tramas de corrupción como la Operación Lava Jato.
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