El pasado jueves el gobierno de Mauricio Macri anunció una suba del mínimo no imponible de 21 mil pesos (1400 dólares) a 30 mil pesos (2 mil dólares) para el pago del impuesto a las Ganancias (un total de 160%). Esto, según Telam, representará un costo fiscal de más de 49 mil millones de pesos para el Estado argentino, y en teoría beneficiará a alrededor de 180 mil trabajadores que dejarán de pagar ese tributo.
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Actualmente, son 1,2 millones de trabajadores los que pagan ese impuesto, representando 7 por ciento de la población activa (en la que se incluyen cuentapropistas, trabajadores no registrados y desempleados). Según Página 12, este 7 por ciento son trabajadores que tiene mejores condiciones de trabajo en términos salariales y de derechos laborales que la media.
El propio Macri admitió, según Teledoce que esta rebaja de impuestos no beneficia a los trabajadores con los sueldos más bajos, por ello anunció también una ampliación de los receptores de la asignación universal por hijo.
Según Página 12, el mínimo no imponible no sube a 30 mil pesos, sino a 18.880. Únicamente agregándole las deducciones por cargas de familia de esposa y dos hijos a cargo se llega a 25 mil pesos de ingresos no gravados (que se corresponden con un sueldo bruto de 30 mil pesos).
Con esta reforma, los trabajadores que dejarán de pagar este impuesto serán 180 mil, pero habrá una cantidad significativa que empiecen a pagarlo a partir de ahora, aquellos que sin cargas de familia tengan retribuciones brutas menores de 15 mil pesos mensuales en 2013, pero mayores a 22.500 este año.
Según Javier Lewkowicz, de Página 12 “la medida no modifica drásticamente el universo de trabajadores que pagan el impuesto, corrige algunas imperfecciones aunque deja intactos otros problemas relacionados a las escalas, las alícuotas y las deducciones del impuesto. Es un parche más”.