El presidente del Banco de la Nación Argentina, Carlos Melconian, designado por Macri el pasado diciembre, afirmó apenas dos días después del triunfo de la coalición Cambiemos que “con este nivel de salarios, Argentina es inviable: sólo vamos a comenzar a crecer bajándolos al menos un 40 %. Y la única forma de negociar una baja real con estos sindicatos es llegar a un desempleo superior al 15%». Según parece, el gobierno de Macri se ha tomado bastante en serio la sensibilidad de Merconian, y se prevé que sus primeras medidas generen un importante aumento del paro en el país.
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En apenas semanas, el gobierno lanzó un plan de despidos masivos de trabajadores estatales en todo el territorio, el cual destruirá cerca de 200 mil empleos en dos meses entre puestos nacionales, provinciales y municipales. También emitió una orden al Ministerio de Trabajo para evitar que la cartera laboral intervenga ante la amenaza de despidos a cargo de entes privados. Asimismo, el nuevo ejecutivo suspendió obras de infraestructura que, según afirmaron varios empresarios de la construcción, dejarán sin trabajo a 150 mil trabajadores.
Por otro lado, esto se combina con las últimas medidas impulsadas en pro de la apertura de las importaciones en áreas sensibles de la economía (textiles, indumentaria y calzado), las cuales conllevarán la pérdida de varias decenas de miles de puestos en poco tiempo. Y por último, el incremento del precio de los alimentos, y la eliminación de subsidios públicos provocarán que el consumo caiga al 3,5% en 2016. Esto podría suponer la pérdida de 250 mil puestos de trabajo.
(Nota redactada a partir de información de El Destape)
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