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Las graves acusaciones que Manini Ríos realizó a uno de los poderes del Estado, censurando al Poder judicial y acusándolo de condenar a los militares en cusas de derechos humanos, con pruebas “fraguadas o inventadas”, hace incomprensible la encendida defensa que algunos sectores de la oposición realizaron del comandante en jefe del Ejército.
Desde el gobierno se interpretó que muchos dirigentes que hicieron escuchar su voz, no estaban debidamente informados, o habían interpretado mal las razones por las que Vázquez ordenó el cese del jefe del ejército.
De lo contrario “es incomprensible que la senadora Verónica Alonso diga que sería un excelente ministro de Defensa, si su partido llega al gobierno”, expresó a Caras y Caretas una fuente del Ejecutivo.
La precandidata había expresado que querían “reconocerle el trabajo que otros no le han reconocido”.
Otro que pareció no comprender los argumentos de Vázquez para tomar la decisión fue Lacalle Pou, quien recalcó que Manini “cumplió a cabalidad y lealmente su mandato. Respetó la Constitución y la ley. Fue un digno comandante en jefe, reconocido por la tropa y reconocido por muchos civiles, entre otros quien habla”.
Para el presidente en cambio, las graves acusaciones del militar contra el Poder Judicial atenta contra el debido respeto al Estado de Derecho. “En un sistema republicano democrático de gobierno en el que hay, por tanto, separación de poderes, el respeto a las decisiones de la Justicia Penal por parte del Poder Ejecutivo y de sus integrantes, debe ser una premisa fundamental”, consideró el mandatario.
