Después de otro dramático naufragio acaecido en el Mediterráneo más de cien migrantes desaparecieron en la costa oeste de Libia. Según las autoridades de la Marina existen por lo menos siete personas sobrevivientes que permanecieron tres días en el mar hasta lograr ser rescatados. En el medio de la crisis migratoria que afecta a Europa, esta historia es lamentablemente frecuente para quien huye de la pobreza, las guerras y la persecución arriesgándose durante extensas jornadas de alta peligrosidad a borde de precarias embarcaciones clandestinas en busca de mejorar su calidad de vida en otro lugar más seguro. El naufragio fue en la costa de Sabratha, que sirve de punto de partida para muchos emigrantes. Ellos intentan alcanzar las costas de Grecia e Italia para luego continuar viaje a países más ricos del Viejo Continente .Sabratha es también escenario de violentos combates entre grupos armados desde el último domingo. Durante la semana pasada 2 mil migrantes fueron llevados de regreso a su país por la Guarda Costera de Libia. Otros 2 mil lograron desembarcar en Italia. Los números muestran que la ruta migratoria entre Libia e Italia –el país europeo más cercano al territorio libio-no se encuentra cerrada a pesar de que el flujo de migrantes entre los dos países ha descendido notablemente en los últimos meses. Desde julio, hubo un arribo de 6,5 mil personas, en Italia, apenas el 15% comparando con el promedio durante el periodo entre 2014 y 2016.
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