El ministro Jorge Basso definió como prioridad de esta etapa de la reforma sanitaria consolidar la resolución de problemas de salud en el primer nivel de atención y evitar que los usuarios sean derivados a especialistas si no es necesario. Como alternativa, los médicos tratantes pueden realizar consultas a los especialistas. Consideró fundamental un mayor respaldo a los médicos de referencia, así como la capacitación continua. El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, explicó que uno de los desafíos planteados con motivo de los diez años de la reforma sanitaria refiere al fortalecimiento del primer nivel de atención. Consideró de importancia que los usuarios resuelvan buena parte de sus problemas con el equipo básico de salud: médico de familia o de referencia y plantel de enfermería. Sobre este tema se reflexionará en una nueva jornada de Diálogo Social, el jueves 23, a las 11.00 horas, en la sede del ministerio. Uno de los factores que enumeró como fundamentales es revertir la creencia popular de que la consulta al médico general implica la solicitud de pases a especialistas. “Está muy consolidado en la sociedad que el contacto rápido con el especialista es un factor de calidad. La evidencia en el mundo de los sistemas más consolidados, de décadas de funcionamiento, demuestra que eso no es así”, indicó. El jerarca subrayó que en muchos casos los especialistas coinciden en que les llegan pacientes cuyas situaciones no requerían consultas con ellos. “Apelamos a fortalecer el primer nivel de atención y utilizar racionalmente los especialistas”, indicó. Una forma de revertir esa mecánica tradicional, poco certera según el criterio de las autoridades de Salud Pública, es que el médico de referencia consulte a un especialista. Al respecto, Basso ejemplificó: “Hay modelos que funcionan en esa lógica actualmente. Existen otros modelos en los que los especialistas concurren al primer nivel de atención determinado día para ver, junto con los médicos tratantes, a esos pacientes que les generan dudas”. Por otra parte, agregó que el ministerio acreditará a los prestadores que trabajen con buenas prácticas en el primer nivel de atención. Precisó que la secretaría estatal trabajará con la Sociedad de Medicina Familiar y con la cátedra de Medicina Familiar para generar indicadores y procurar que los problemas sean resueltos en el primer nivel de atención. Basso también recordó el valor del mapa sanitario, un instrumento informativo sobre la distribución de los recursos materiales y humanos, así como de las infraestructuras edilicias a fin de fomentar la complementariedad de servicios.
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