Después de que el expresidente Jorge Batlle falleciera a fines de octubre del pasado año, su viuda, Mercedes Menafra, reclamó al Banco de Previsión Social (BPS) una pensión de sobreviviencia que asciende a $ 300.000. El organismo sostiene que la pensión reclamada es superior a la que le corresponde y considera que el beneficio de las «jubilaciones privilegiadas», del cual gozaba el expresidente, es «exclusivamente a la representatividad de Jorge Batlle» y que «no tenía ni tiene un alcance que pueda ser transferido a la pensión de sobreviviencia», informó El Observador. Batlle cobraba $ 500.000 de jubilación, la más alta de todos los exmandatarios. Ello se debía a que cuando dejó el cargo entró en el Acto Institucional Nº9, promulgado en 1979 y que confería «jubilaciones privilegiadas» a quienes ocuparan la primera magistratura del Estado, a altos cargos del gobierno y a políticos. Ese decreto fue abolido en 1996 y los únicos expresidentes que cobran una jubilación sin tope son Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle. En el caso de Batlle, recuerda el rotativo, cuando fue presidente ya no estaba vigente la ley, pero como tenía en suspenso la jubilación de senador se le hizo una reliquidación de su pasividad y pudo seguir cobrándola. Actualmente, según el representante de los pasivos en el BPS, Sixto Amaro, Menafra cobra una pensión de $ 75 mil.
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