El general Liber Seregni decía que siempre se debía pensar en “la mañana siguiente”, o sea, en la instancia posterior a la que se estaba viviendo, por más penosa, gloriosa o conflictiva que esta fuese. El Frente Amplio (FA) está en una encrucijada como ha atravesado pocas, y acaso el curso político de los próximos meses, y tal vez de los próximos años, depende de “la mañana siguiente” al Plenario. En medio del silencio pedido por el semanario Búsqueda –que le aconsejó al arco opositor que siguiese la máxima de Napoleón, “Cuando el enemigo se equivoca, no lo distraigas”-, el FA se encamina pacientemente (como si no pasara nada) hacia lo que puede ser un escándalo mayor y con muy desagradables consecuencias. Quizás exagero un poquito nomás; probablemente no va a haber fracturas expuestas porque hay demasiados intereses en juego, pero sí lágrimas, miserias y hasta un poquitito de sangre. Me vienen a la memoria dos frases justamente célebres: Shakespeare decía que una tragedia es una controversia en la que todos tienen parte de razón; y Einstein afirmaba que conocía “solamente dos conjuntos infinitos: el universo y la estupidez humana, aunque a veces dudo del universo”. El eventual Plenario del 9 de setiembre, que tratará el tema del informe del Tribunal de Conducta Política (TCP) del FA sobre el uso de la tarjeta corporativa de Ancap por parte del vicepresidente de la República, compañero Raúl Sendic (con las cuales supuestamente habría desembolsado 538.973 pesos y 38.325 dólares entre 2010 y 2013, de acuerdo a información de Búsqueda), va claramente en camino a convertirse en una carnicería. No lo ve el que no quiere ver, tan cierto como que no hay más zonzo que aquel que no mide las consecuencias de los actos en política. Estos ciegos o estos zonzos (nabos, diría el Pepe) no ven cómo nuestros adversarios esperan con ansiedad ese día sin nombrarlo. ¿Qué es lo que puede pasar? Lo primero es que el Plenario no tenga el quórum necesario para sesionar, pero eso es lo menos probable. Lo segundo es que sesione y no adopte una resolución, esperando el fallo de la Justicia; eso es más que posible. Lo tercero es que: – el Plenario libera a Raúl Sendic de toda responsabilidad por la forma en que usó la tarjeta corporativa (la contra diría “la forma en que gastó dinero de todos los uruguayos”) y continúa en el ejercicio de la vicepresidencia de la República; – o se lo condena por mal uso de la misma y se señala esa responsabilidad. En teoría el Tribunal de Conducta no emite juicios morales, pero sí conductas políticas. El Plenario no puede echarlo de la vicepresidencia de la República ni alcanzará las mayorías para expulsarlo del FA; tampoco puede pedirle la renuncia a nada. Sólo puede hacer como en los jurados de las películas, una declaración: inocente o culpable. La sentencia posterior la emite el juez, que en este caso será la opinión pública, los compañeros o la propia conciencia. En el caso de que el Plenario lo absuelva, es obvio que la estrategia del enemigo (vamos a llamarlo así porque ellos nos consideran así y han llamado a una “guerra de exterminio”, citando un famoso discurso de Winston Churchill contra los nazis de Adolf Hitler) será seguirle pegando a Sendic y al FA, todos los días, desde todas las tapas de los diarios, los programas de TV y de radio, los noticieros, los magazines y hasta los programas cómicos, como lo vienen haciendo con particular saña desde hace ya años. Si andan por el piso, mejor… Todo el mundo me dice que, culpable o inocente, la campaña contra Raúl Sendic ya triunfó y que Raúl es el personaje más odiado y denostado de Uruguay. Hemos dicho una y mil veces que nunca se vio en una campaña política tan demoledora llevada a cabo durante tanto tiempo contra una sola persona, y eso ha dado sus frutos. Es justo también afirmar que muchas veces el acusado no se ha defendido bien y hasta podría afirmarse que no ha actuado inteligentemente, pero eso no hace a la culpa o la inocencia. Por otra parte, seríamos unos microbios si arrugáramos y nos dejáramos aturdir por la magnitud y el ruido de la propaganda enemiga. La posición a adoptar por el Plenario no puede ser el resultado de la campaña infame de la derecha contra Sendic ni tampoco por el afinado coro de compañeros que, como no les gusta Sendic, lo encuentran culpable de cualquier cosa sin tener en cuenta razones ni circunstancias. Así que si el Plenario lo absuelve, el show que ha montado la derecha en contra del FA (van por todo y por todos, ténganlo por favor bien claro, señores integrantes del Plenario) continuará hasta las elecciones de 2019, y será una carta mayor, acaso la mayor de todas. Acusarán al FA de complicidad con la corrupción, llamemos a las cosas por su nombre. Sea esto cierto o falso, eso es lo que harán, por todos los medios. Eso sin contar con lo que informe la Jutep (Junta de Transparencia y Ética Pública) y las actuaciones que lleve adelante la Justicia. Podría darse el caso de que el Plenario lo absuelva y lo condenen la Jutep y la Justicia. Es duro decirlo, pero la cosa es así. Si así fuera, más duras serían las consecuencias, sobre todo para el FA. Si el Plenario condena a Raúl Sendic por la “conducta desviada”, que al parecer señala el dictamen del TCP, Sendic no está obligado a nada. El vicepresidente ya dijo que seguirá en ejercicio y esperará el dictamen de la Justicia (que puede demorar muchos años) y continuará recibiendo golpes. No obstante, es posible, aunque no probable, esperar que Sendic no aguante semejante fallo y abandone presionado por compañeros y adversarios y por compañeros adversarios. En esa tremenda primera opción -la de no aceptar las resoluciones del TCP-, las ulteriores consecuencias, como el fallo de la Jutep o eventuales decisiones de la Justicia, no alcanzarían a un militante del FA, aunque siga ocupando la vicepresidencia de la República, cargo con el que fue ungido por el voto popular. Las dos alterativas son muy desagradables, pero así se dio la baraja. Conste que supongo que el Partido Socialista, el Frente Liber Seregni, Banderas de Líber y la Vertiente Artiguista conocen lo que dice el informe secreto que está guardado en la hermética caja fuerte, porque si no fuera así, están absolutamente “de la cabeza”. ¿Cómo se puede apoyar un pronunciamiento que no se conoce? A esto hay que agregar un elemento más, nada menor, al que atribuyo la mayor importancia: la armagedónica discusión en el Plenario, que, aunque vayan a hacerla a Siberia, se va a filtrar a todos los medios de derecha, con grabaciones y filtraciones, y contendrá insultos de todo calibre y acusaciones de todo pelo y color (como no hemos visto jamás, ni siquiera en los tiempos de la “embestida baguala” de Ramírez y Volonté contra Lacalle, pergeñada por Sanguinetti desde su prensa, igual que ahora) que nos asestarán un golpe potencialmente mortal para las elecciones de 2019. Conste que imagino este desenlace por las cosas que he oído de compañeros contrataron a su esposa, partidas de prensa que se gastan en emplear a familiares, funcionarios que se apropian del porcentaje del sueldo que deben volcar a la fuerza política, pases en comisión que no van a trabajar, consumos de tarjetas corporativas, viáticos que no se rinden y otros bemoles. Como decía aquel famoso juez de fútbol, “así lo veo yo”, aunque sospecho que hay algunos que hablan para la televisión; quizás después no les dé la nafta para despacharse en el Plenario. Acabo de leer, hoy jueves, que el Secretariado del FA citó para el próximo lunes 28 una Mesa Política especial para tratar el dictamen del TCP sobre el asunto que nos ocupa, y que discutirá si lo hace público antes del Plenario como han solicitado numerosas organizaciones y personalidades, incluyendo las bases. El informe se encuentra en un sobre depositado en la caja fuerte de la sede del FA, ubicada en la calle Colonia. Semejante coreografía resulta un poco inútil toda vez que la interrogante está en la magnitud de la cohetería y no en el impacto de la bala (ya a alguien del tribunal se le escapó que las resoluciones serán condenatorias), Su texto no se conoce públicamente, pero todo el mundo parece saber el final: se acusa al vicepresidente de la República de “conducta desviada”, lo cual parece ser una condena en un partido político que entre sus pilares tuvo siempre la defensa de la ética en la gestión pública. El texto no se conoce, pero ya algunos de los principales actores han tomado partido. Algunos representantes de las bases habrían anunciado que defenderán a Sendic, pero probablemente haya alguna manipulación de las declaraciones obtenidas por la prensa. Otros representantes de las bases quisieran conocer antes los considerandos del fallo del Tribunal y discutir la posición a adoptar en sus respectivos comités y coordinadoras. En general, las bases no suelen dejarse atropellar ni temen a fantasmas ni bultos que se menean; la lista 711-Compromiso Frenteamplista también defenderá a Sendic sin cortapisas. El Frente Liber Seregni, el Partido Socialista y la Vertiente Artiguista ya manifestaron que votarán que “se respete el fallo del Tribunal de Ética”, agregando que si esto no ocurre, puede pasar que terminen renunciando los integrantes del organismo, lo cual provocaría otro cataclismo en la fuerza política y el propio Javier Miranda. ¡Qué horror! No se sabe qué posición tomarán el Movimiento de Participación Popular y el Partido Comunista, pero declaraciones de protagonistas principales, como el diputado Alejandro Pacha Sánchez, del MPP, y del secretario general del PCU, Juan Castillo, apuntan a que lo que debe defenderse primordialmente es “el proyecto político del FA”, lo cual deja lugar a una clara lectura: entre defender a Raúl Sendic y defender al FA, defenderán al FA. Así lo leo yo. Mientras tanto, la lista 711 del vicepresidente Sendic señaló el “carácter no vinculante” del dictamen, cuestionó las “filtraciones” y el hecho de que sólo Sendic sea citado a declarar cuando hay 134 tarjetas corporativas en el Estado; el propio vicepresidente convocó el miércoles a la “unidad, solidaridad y fraternidad” en el FA en un video difundido a través de su cuenta de Twitter, que se conoce en vísperas de conmemorarse el Día de Comité de Base, el viernes 25 de agosto. Raúl Sendic afirma en su mensaje que “sin duda siempre estamos amenazados, porque la unidad hay que defenderla todos los días, porque la solidaridad y la fraternidad entre nosotros debemos defenderla todos los días”, y agrega que “el apego a nuestro programa, a nuestras ideas y a nuestros principios es una tarea diaria”. Sostuvo que “América Latina y la izquierda latinoamericana están viviendo un momento de dificultad. La ofensiva mediática, la ofensiva de la derecha, ha llevado a la destrucción de algunos de los proyectos de izquierda en el continente […] Hemos logrado que el país avance, que mediante la aplicación de nuestro programa los uruguayos alcancen un mejor nivel de vida […] debemos defender siempre y poner por encima de todo los intereses de esa base social, de los más necesitados, que son los que nos llevaron hasta aquí. La alianza y el vínculo estrecho entre el FA y esa base social, que es la que nos sostiene, la que permite soñar, la que permite impulsar el proyecto, hay que defenderlos todos los días”. Concluyó señalando: “Yo me comprometo a defender esa base social, porque en esa base social todavía hay gente que necesita que Uruguay siga cambiando, y esos cambios hay que alcanzarlos”. Del abanico de argumentos que esgrime la 711, hay uno que parece indiscutible: lo de Sendic fue un juicio sumario y el tribunal no estuvo a la altura de las circunstancias. Que sólo se analice una, entre todas las tarjetas corporativas, es consecuencia de que el único que pidió que su conducta fuera juzgada por el tribunal fue Sendic. Parece de locos, pero es verdad. Sendic estaba tan seguro de su inocencia que pidió él mismo ser juzgado por un tribunal que, cualquiera fuera su conducta, no iba a hacer otra cosa que condenarlo. Por si todo esto fuera poco, La Diaria publicó que la Jutep daría a conocer sus conclusiones sobre la pertinencia de los gastos que realizó Raúl Sendic con la tarjeta corporativa de Ancap, identificando si se trató de gastos de índole personal o si fueron originados en necesidades de la empresa pública. A mí me parece muy oportuna esa sesión especial de la Mesa Política del FA que tendrá lugar el lunes 28. Allí los principales dirigentes de la coalición podrán discutir el tema -quiero creer que con el informe a la vista- y llegar a una conclusión. Esa conclusión, favorable o desfavorable al vicepresidente de la República, puede hacer innecesario el debate del Plenario que va camino a convertirse en el mayor espectáculo de división y atentado al proyecto político del FA en toda su existencia. Al menos puede morigerar el ruido de los truenos y disminuir las consecuencias de la tormenta. En el Plenario probablemente se necesiten menos de 130 asistentes para que haya quórum. El lunes se podrán contar los asistentes necesarios para instalar el Plenario y los votos más probables. Me temo que la mayoría podría reconocer algunos desvíos en los gastos de la tarjeta de Sendic sin pronunciarse por los considerandos del mismo, que por otra parte ni siquiera tendrían que hacerse públicos, y además respaldar sólidamente la continuidad de Sendic en el FA, expresarle su apoyo a su gestión en las responsabilidades para las que fue electo por la ciudadanía y rodearlo de la fraternidad y el afecto de los compañeros. No sé si esta resolución dejará hambriento a un sector de las redes que quiere desangrar a Sendic y a algún sector que ha sido especialmente duro con Raúl. Tampoco sé lo que hará la 711 si se encuentra con un consenso de este tipo. No ignoro que esta idea puede parecerles a algunos injusta y a otros insuficiente, pero a veces no se puede sino elegir entre varios males. Parece evidente que -aunque hay algunos personajes que parecen solamente querer hacerle daño al FA- que no hay ninguna acusación contra Sendic que pueda considerarse un acto de corrupción, ni ningún tipo de beneficio patrimonial ni ningún enriquecimiento ilícito. Hace algunas semanas, cuando yo percibí que el FA estaba ante una encrucijada nefasta y que el tribunal no daba la talla porque Búsqueda y especialmente La Diaria evidenciaban que hubo al menos una filtración que dejaba a Sendic indefenso, escribí en estas mismas páginas que si yo fuera Raúl, renunciaría y me apartaría de las resoluciones del Tribunal de Conducta Política. Evidentemente, Raúl no soy yo; él está convencido de su inocencia, desea defender su proyecto político y a él mismo y quiere ser leal con los uruguayos que lo votaron, con compañeros que aún lo acompañan y luchar por lo que considera justo. Ahora, un mes después, digo, que si yo fuera Raúl, aceptaría el fallo del Plenario y continuaría la lucha. Estoy seguro de que será muy duro porque hay mucha miseria suelta, pero nadie es moneda de oro para que todos lo quieran y Raúl tendrá que creer que los compañeros adoptan la decisión que consideran mejor para la fuerza política y muchas veces las cosas no se desenvuelven como uno querría. Cerrado este episodio, sería oportuno que el FA se pusiera otra vez a la cabeza públicamente de la lucha contra la corrupción, rol que por ahora parecen haber asumido blancos y colorados, los responsables de la crisis de 2002, del vaciamiento del Banco República, del Banco Hipotecario, de la Corporación para el Desarrollo, del Banco de Seguros del Estado, que fueron entregados en 2005 con patrimonios negativos, o de las ventas del Banco Pan de Azúcar y tantas otras acciones que terminaron con exministros y ex altos funcionarios de los llamados partidos tradicionales presos y procesados, pero que dejaron afuera a muchos más de los que deberían estar adentro si se hubieran hecho las auditorías correspondientes en tiempo y forma. Vamos a trabajar por una “mañana siguiente” en la que el FA vuelva a ser claramente la única esperanza de los uruguayos, como ha demostrado y no dudamos que es. Yo creo que hay que demostrar que somos el país y el gobierno más cristalino del mundo. Para eso hay que perfeccionar la legislación anticorrupción, dando más poderes y presupuesto a la Jutep; creo que hay que hacer que los estados de cuenta de las tarjetas corporativas sean aprobados por los directorios de los organismos mensualmente y no sólo por los contadores delegados del Tribunal de Cuentas, que los pases en comisión se reglamenten y que los beneficiados de este instituto deban cumplir las tareas asignadas, que se incluya, en las discusiones que se hagan sobre cambios constitucionales, la limitación a dos o tres períodos consecutivos la elección de los parlamentarios, que se sea muy estricto en el combate al nepotismo y el clientelismo, que parlamentarios y jerarcas del Estado no puedan contratar ni beneficiar a sus parientes, que no puedan tener cuentas offshore en el exterior, que se legisle con más precisión sobre la conjunción de intereses públicos y privados, que se deba rendir cuentas de los viáticos asignados, que se moderen los viajes al exterior y que las partidas asignadas sean utilizadas con los fines para las que se otorgan, que se aprueben más leyes sobre el financiamiento de los partidos políticos. En fin, no ignoro que el país se ha dado una legislación amplia sobre la ética pública, pero la misma debe perfeccionarse. No ignoro tampoco que el gobierno del FA ha sido muy estricto con sus conductas y que Uruguay sigue estando en el top ten cuando se trata de cristalinidad y moralidad pública. Pero exijo que el FA no esté nunca más a la defensiva en esta cosas tan sentidas por la opinión pública y sobre las que el Frente no le dio nunca la derecha a nadie. Y para no estar a la defensiva hay que marcar hombre a hombre y denunciar sin concesiones a algunos personajes que aparecen cuando se hablan de los Panama Papers, cuando se hablan de transferencias bancarias del Lava Jato, cuando se mencionan actos de corrupción con sociedades offshore y cuando se recuerdan decenas de casos de corrupción en los gobiernos blancos y colorados en los que estuvieron involucrados directores de empresas públicas, ministros y subsecretarios, secretarios de presidentes, familiares muy cercanos de algunos jerarcas y hasta algún expresidente de la República que difícilmente pudiera justificar su enriquecimiento brusco.
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