Un grupo de científicos considera que monos “transgénicos” pueden ser un excelente modelo para estudiar dolencias cerebrales humanas, dado que el cerebro de estos animales está más desarrollado y es parecido al de las personas. El estudio que describe esa modificación genética y las posibilidades investigativas fue publicado esta semana en la revista “Nature”. Los investigadores de Ciencias Bilógicas de Xangai en China, inyectaron en los animales un virus conteniendo múltiples copias de MeCP2, gen que duplicado genera un trastorno del espectro autista. Ese se gen no es la única causa conocida para que el síndrome se desarrolle, pero es una de las causas recientemente estudiadas por los científicos chinos. El MeCP2 fue implantado en los huevos en vías de desarrollo de monos y en otros ya fertilizados. Los 53 embriones resultantes fueron implantados en 18 monos lo que dio origen a tres bebés machos y cinco hembras. Cuatro de los bebés nacieron muertos, pero los cinco restantes tenían el gen MeCP2 duplicado y por esa causa nacieron autistas Los científicos realizaron otros experimentos con gestaciones de bebés modificados genéticamente y observaron todos los pequeños monos con ADN modificado, observando que caminaban frecuentemente en círculos, interactuaban mucho menos con los otros, y mostraban señales de ansiedad, indicios que son frecuentes en personas con trastornos del espectro autista. «Así que sepamos cuales circuitos cerebrales son los responsables por eso podremos comenzar a intervenir en estos trastornos como por ejemplo, estimulación cerebral no invasiva o terapia genética, tratamiento que consiste en la sustitución de genes defectuosos o ausentes», dijo el autor del estudio Zilong Qiu Surate durante una conferencia de prensa, Además destaca que los monos modificados no parecen ser menos inteligentes que aquellos que no sufrieron modificación alguna. El profesor Huda Zoghbi, de la Universidad Baylor de Medicina, quien no estaba involucrado en la investigación pero estudia el síndrome de duplicación MeCP2 en ratones, destacó en una entrevista al portal “Business Insider” que es preciso tener cautela al considerar los monos transgénicos un modelo ideal para estudios sobre autismo. Según él, los genes modificados que no reflejen exactamente la versión humana de la enfermedad trae problemas cognitivos y convulsiones. «Precisamos desarrollar criterios antes de generar un modelo de primate no humano para que el modelo sea el mejor posible y pueda ser usado en investigaciones pre-clinicas», destacó Zoghbi.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME