El juez Penal de 18º Turno, Huberto Álvarez, dispuso este viernes el procesamiento con prisión de la mujer que agredió a una maestra y a la directora de la Escuela 251 de Millán y Lecoq. El magistrado, en línea con la posición del fiscal Juan Gómez, le imputó dos delitos de lesiones personales en reiteración real. La mujer tiene 27 años y agredió a las docentes por un controversia en relación a uno de sus tres hijos que concurren a esa escuela. En este contexto, el juez Álvarez justificó su envió a prisión en la presunción de que «habrá de cometer nuevo hecho ilícito», es decir, que pueda agredir nuevamente a las docentes. Asimismo, el magistrado ordenó que se remita una copia del expediente a la Justicia Especializada en Violencia Doméstica, para atender la situación del núcleo familiar, según el fallo al que accedió Caras y Caretas Portal. Al solicitar el procesamiento de la mujer, el fiscal Gómez aportó detalles de los hechos de violencia. Se estableció que sobre las 15:00 horas, la directora y la maestra le solicitaron a una auxiliar que concurriera con el niño (hijo de la mujer) hasta su casa para convocar a la madre, con urgencia, para tratar situaciones vinculadas con el menor de edad, que no versaban sobre su comportamiento en la escuela. La mujer concurrió a la escuela “con prontitud y la reunión comenzó en términos normales”. Hasta que la directora comentó que observó, en más de una oportunidad, al niño en la calle, en horas no adecuadas. Esto motivo el enojo de la mujer, que insultó a las educadoras. La mujer se retiró del recinto insultando, por lo que la maestra la siguió y le pidió que se calmara porque era el horario de recreo y había alrededor de 250 niños que percibían esta situación. “La indagada continuó ofuscada, insultando, llevándose por delante a alguno de los pequeños, procurando ubicar a dos hijos menores que también concurren a la escuela, con la finalidad de retirarlos del lugar. Al no encontrarlos, se puso cada vez más nerviosa y fastidiosa”, señaló el fiscal Gómez en su dictamen, publicado en el portal web de la Fiscalía General de la Nación. Cuando la mujer finalmente encontró a sus hijos pequeñas, intentó abandonar la escuela, pero el portón estaba trancado y sus hijos lloraban. “Ante la intervención de (la maestra) comienza a agredirla, pegándole una patada a la altura del abdomen, haciéndola perder el equilibrio y aplicándole manotazos en la cara, lo que motivó que muchos niños que se hallaban en el recreo, junto a otras maestras, intentaran sacar a la indagada de encima de la denunciante”, detalla. La violencia continuó Tras ese incidente, la mujer se retiró hacia su domicilio junto a sus dos hijos menores. La maestra fue auxiliada por sus compañeras y la directora realizó la denuncia policial. “Instantes después, la indagada retornó a la escuela, ya que vive a unos 50 metros, acompañada por su pareja, ingresando al local escolar por la reja a la que le falta un barrote para dirigirse a la dirección, reclamando por su hijo (mayor), que se hallaba presente y se negaba a volver con su madre a su casa”. Cuando la directora le manifestó la postura del niño, la mujer “la agarra del pelo a la altura de las orejas y comenzó a golpearla contra el marco de la puerta, no obstante el pedido del niño de que no lo hiciera”. “Luego de la agresión, en la que no participó su compañero, lograron separarla y hacer que se retirara definitivamente de la escuela”, señala el fiscal. En este contexto, las pericias forenses constantaron que la maestra presentó diversas lesiones, con traumatismos en su rostro -hematoma en pómulo derecho- y miembros, al tiempo que la directora sufrió traumatismos varios en rostro y mano izquierda y una lipotimia sin pérdida completa de conocimiento. Al declarar ante la Justicia, la mujer reconoció su accionar violento, pero dijo haber actuado en defensa de su integridad, una excusa “totalmente desvirtuada” por las pruebas incorporadas en la causa. Por este motivo, Gómez solicitó su procesamiento con prisión, por “dos delitos de lesiones personales intencionales”. El fiscal justificó la medida de privación de libertad: “En el contexto en que ocurrieron los hechos relatados, teniendo como testigos al menos a 250 niños, con desbordes de violencia verbal y física que se repitieron en momentos diferentes, en un corto lapso y contra personas diferentes, no se admite la aplicación de medidas sustitutivas a la prisión preventiva, que no se justifica por la alarma pública, sino por las características de la agresión, por la cercanía del domicilio de la indagada a la escuela y por el temor manifestado por las víctimas que merecen la debida protección del sistema judicial”. “Esas conductas requieren, definitivamente, se adopten respuestas que más allá de las extensión de la medida, constituyan un freno de respeto frente a desbordes para con los docentes, freno que no es otra cosa que la aplicación de la ley, ante quien, como la indagada, en forma airada, como corolario de sus desatinos, manifiesta ‘te lo regalo con moño y todo’ refiriéndose a su hijo menor”, señaló el fiscal. Por este motivo, el fiscal Gómez solicitó que el expediente sea remitido a la Justicia Especializada en Violencia Doméstica, en virtud de la situación de vulnerabilidad que se advierte en el núcleo familiar de la mujer con respecto de sus seis menores hijos, corroborada por versiones de los testigos. La intervención de la Justicia Especializada en Violencia Doméstica apunta a que se adopten medidas de protección del nucleo familiar. El juez Álvarez aceptó este pedido.
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