La ciudad brasileña de Santana Do Livramento, hermana de la uruguaya Rivera, fue escenario del encuentro de cuatro expresidentes latinoamericanos, protagonistas de los cambios de los últimos años: José Mujica de Uruguay, Luiz Inácio Lula de Silva y Dilma Rousseff de Brasil y Rafael Correa de Ecuador. Participaron de un acto en apoyo a Lula, acusado de corrupción en su país, ocasión en la que reiteraron su compromiso con el cambio y los derechos de sus pueblos.
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Las derrotas de la izquierda son «hijas de sus divisiones» internas dijo Mujica y afirmó que América Latina tiene que aprender que «sin unidad no hay poder a la larga».
«Nosotros los de izquierda también cometemos errores, también nos equivocamos. No queremos aprender que las derrotas de la izquierda son hijas de sus divisiones», expresó.
Valoró los logros de Lula durante su presidencia, y afirmó que es «necesario» lograr la «pacificación de la sociedad». «No creo que sea posible evolucionar con odio. El odio no nos llevará a ningún lugar».
Respecto a la situación de Brasil, precisó que se necesita de «un país fuerte», «un Brasil que trabaje junto con todos nosotros, porque en el mundo de hoy no somos nada si no nos unimos».
“Nos vamos a enfrentar con la cabeza levantada. Que el pueblo brasileño tenga la certeza de que vamos a triunfar, y usted señor Mujica también tiene que ayudarnos. La forma de que nos ayudes es que aceptes ser candidato a la presidencia de Uruguay, y si es candidato es muy probable que triunfe en las elecciones», dijo por su parte Lula.
Y agregó: «no tiene que estar mirando el calendario para ver si está más viejo, cuando una persona es buena y tiene carácter, tiene que luchar por el continente y los países necesitan a Lula, a Mujica, y a Rafael Correa».
«América está precisando un hombre como usted y le quiero decir una cosa; el problema personal que estoy enfrentando con la Justicia es chico si lo comparamos con el problema que enfrentan miles de brasileños que ya perdieron el empleo y el derecho de cursar la universidad, jóvenes que ya no tienen más esperanza, que ya no tienen más derecho que soñar ni perspectiva de formar una familia y nosotros tenemos que hacer algo», agregó.
El exmandatario ecuatoriano Rafael Correa cuestionó al actual presidente de ese país, Lenín Moreno, a quién tildó del Michel «Temer de Ecuador» porque «traicionó la revolución ciudadana» y «está totalmente entregado a la derecha».