El pasado sábado murió Orlando Figueroa, un joven que fue quemado y apuñalado en una protesta de la oposición venezolana el 20 mayo por ser considerado un militante chavista. Según explicó el ministro de comunicaciones bolivariano, Ernesto Villegas, Figueroa murió por un paro cardiopulmonar. El joven de 21 años presentaba quemaduras en 70 por ciento del cuerpo y varias heridas de arma blanca. Los manifestantes entendieron que se trataba de un infiltrado chavista en su manifestación celebrada en Altamira, en el departamento de Miranda, y lo lincharon y prendieron fuego.
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3) Orlando Figuera golpeado,acuchillado y quemado vivo por «manifestantes» es el #SIMBOLO d CRIMENES DE ODIO en VZLA pic.twitter.com/woEYJnWLWO
— Tarek William Saab (@TarekWiliamSaab) 4 de junio de 2017
Su madre, Inés Esparragoza, dirigió sus críticas al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y a Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda, ambos dirigentes de la Mesa de la Unidad Democráctica. «¿Por qué lo permiten? Culpo al vandalismo de la oposición», expresó en declaraciones al ministro de Comunicación e Información. El defensor del Pueblo, Tarek Williams llamó al sistema judicial a condenar con la pena máxima a los responsables de este tipo de “crímenes de odio”, para que no sigan aumentando en el país.