Caras y Caretas Portal dialogó con Javier Alonso, cuyo taller en la Facultad de Bellas Artes está a cargo de una muestra de dibujos expuesta en el Museo de la Memoria (Mume) titulada «Reflexiones desde el arte sobre la desaparición forzada en América Latina». Se trata de 43 obras inspiradas en los estudiantes mexicanos de Ayotzinapa que la Policía y el Ejército hicieron desaparecer en Iguala, cuando concurrían a un acto reclamando, casualmente, por estudiantes desaparecidos. Alonso afirmó que su taller «se prendió» con el tema de los Derechos Humanos desde hace más de una década, ya que «siempre estuvo en nuestro horizonte de nuestras investigaciones y creaciones estéticas ese tema». La idea surgió por la convocatoria para que se presentaran proyectos a la Bienal del Sur, organizado por universidades latinoamericanas: «Y surgió porque el tema de la desaparición forzada está en muchos ámbitos, tanto nacionales como internacionales, está en el tapete como problema no sólo uruguayo sino de toda América. Hace tres años se registró la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, algo que impactó a todo el mundo. Recordemos que ellos iban a rememorar la matanza de estudiantes que hubo en México en el año 1968». Alonso explicó que en su taller se plantean premisas de orden plástico y estético, que tratan la forma, el color, la estructura y hablan de los contenidos, haciendo análisis histórico sobre cómo es tratado por el arte moderno los derivados de las problemáticas sociales y cómo la modernidad artística está involucrada con el proceso de emancipación de la cultura, «surgen los temas de esos análisis y estudios que hacemos de la realidad que nos precede y de la actual. Nosotros tenemos sobre los hombros un legado de la dictadura que aún tiene su peso. Hay desaparecidos y nadie asume su responsabilidad. Entonces nos pareció interesante la Bienal Sur que tiene que ver con América Latina. Lo de México se incorpora al resto de los desaparecidos latinoamericanos». Para Alonso, el énfasis se pone en esa realidad para demostrar la presencia de personas que están investigando, estudiando, interrogándose sobre este asunto y que, además, son artistas. Trabajan con la imagen y con los textos», sostiene. Defendió el dibujo en el entendido que «en las escuelas de bellas artes está cuestionado por ser una actividad tradicional, entonces el instalacionismo, la presentación de objetos, y otras manifestaciones artísticas que son muy valiosas, han ocupado un territorio mucho más amplio que el del dibujo. Entonces decidimos mirar para atrás y fijarnos en Van Gogh, en Daumier, en Goya, en nuestro grabador Carlos González, en Solari, y vamos a ver cómo los temas sociales se meten en el arte moderno y vamos a estudiarlos. Ahí surgieron varios temas: la violencia de género, la guerra (que ya lo habíamos tratado hace unos años, pero retornó), la violencia en general. Y bueno, se juntó la gente que está metida en este proyecto, tanto de Montevideo como de la tecnicatura que estamos dando en Rocha. El proceso duró un mes o dos, definimos que debían tener un gran formato, son de 1.50 por 65 y eso es un gran desafío». La muestra estará hasta fines de octubre, pero aún no se decidió la fecha con exactitud, pero luego viajará por varios lugares del país. En principio, del Mume irá para el Centro de Barrio Peñarol.
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