El ambiente hacía prever ese desenlace. Las señales internas revelaban una fuerte resistencia a una modalidad operativa que muchos miran con recelo. El martes 11 de julio, por amplia mayoría, el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) resolvió prorrogar por dos meses –hasta el 8 de agosto– el análisis de la propuesta de reestructura del Hospital de Clínicas a través del sistema de Participación Público Privada (PPP). En la resolución –publicada en el portal web de la Udelar– se señala la decisión de la casa de estudios de iniciar un proceso de transformación del Hospital de Clínicas para mejorar la calidad de la enseñanza y la investigación que allí se realizan y, sobre todo, de las condiciones de atención a los usuarios. Y se refiere al debate que se produjo en la Udelar, la Facultad de Medicina y en el propio Hospital de Clínicas sobre las necesidades del centro asistencial y sus formas de financiación. Se recordó que tras descartarse varias opciones para financiar las obras, la Udelar decidió iniciar los trámite previstos en la Ley 18.786 –que consagró el sistema PPP–. Lo hizo pese a que el sistema “merecía dudas” y que no existían consensos dentro de la institución. Pero las dudas no se despejaron y, en algunos casos, se incrementaron. Por este motivo, “a fin de avanzar coherente y consensuadamente en la institución, el camino más adecuado en este momento parece ser el de la suspensión de los trámites de aplicación de la modalidad de Participación Público Privada”. Y se planteó que la reforma debía contar con el máximo acuerdo institucional y tener en cuenta “la vastedad de los asuntos relacionados con la financiación, la situación del sistema de salud y el futuro del Hospital de Clínicas”. La decisión no podía sorprender a nadie. Más si se tiene en cuenta que días antes, el jueves 6, una amplia delegación de la Udelar, encabezada por el rector Roberto Markarian, presentó, ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes, sus dudas sobre el sistema PPP y reiteró el pedido de refuerzo presupuestal para encarar las obras con dinero propio. Ante los legisladores, Markarian dijo que el objetivo era hacer a nuevo la emergencia, la cirugía y el CTI del hospital. Y presentó la cifra requerida: 44 millones de dólares, en cuatro años. “Si nos dieran el dinero, a mediados del año que viene estaríamos comenzando las obras. Lo digo así porque está todo planificado, aunque no tenemos las cartas licitatorias para presentarlo mañana. Estamos trabajando para rápidamente licitar, en cuanto tengamos el dinero”, expresó Markarian. El rector señaló que la Udelar estaba tocando todas las fuentes porque es un obra que se quiere hacer “ya sea por PPP, un préstamo grande o lo que está en vuestras manos, dinero presupuestal”. Las palabras del rector fueron respaldadas por los representantes de los órdenes de estudiantes, de egresados y de funcionarios. Incluso Federico Kreimerman (egresados) dijo que se inició el trámite para el sistema PPP luego de que el Poder Ejecutivo rechazara las otras alternativas de financiamiento propuestas por la Udelar. Kreimerman afirmó que se recibió una carta “de puño y letra” de los ministros de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y de Salud Pública, Jorge Basso, en la que indicaba “claramente” que la única opción que se ofrecía era una PPP. Pero los cuestionamientos más duros contra ese sistema fueron vertidos por parte de la directora del Hospital de Clínicas, Graciela Ubach. Ubach destacó todos los servicios asistenciales y de formación que se brindan en el hospital y se refirió a la necesidad de que este se mantenga como un hospital universitario (por ejemplo, allí se realiza 40% de cirugías de alta complejidad, es la única institución que realiza la implantación gratuita de cocleares para que las personas sordas con determinadas características de su patología puedan recuperar la audición y cuenta con el servicio de medicina nuclear más importante del Uruguay, entre otras). Destacó que la Udelar volcó dinero al hospital para impulsar “un plan de contingencia a fin de mejorar las condiciones de hospitalización de las personas”. “Esto fue un cambio bien importante en varios pisos del hospital y con ese otro dinero para la Universidad estamos tratando de extender esta aplicación”, dijo Ubach. Por eso, cuando el Poder Ejecutivo propuso seriamente la opción de financiamiento mediante una PPP, “la Universidad aceptó –con mucha seriedad y responsabilidad– hacer los estudios para ver su viabilidad”. Sin embargo, estos estudios “demostraron claramente que la construcción por esta modalidad sería mucho más cara y que este canon o pago durante 20 años alcanzaría un monto enorme”, expresó la directora de la institución. “Esa obra que hoy es de 120.000.000 de dólares, a lo largo de los años alcanzaría un monto total que supera 1.000.000.000 de dólares”, cuestionó. Pero, sobre todo, destacó que la Udelar formó un grupo de arquitectos, ingenieros e integrantes de la Facultad de Ciencias Económicas que efectuaron –junto a las autoridades del hospital– un estudio que demostró que este “es viable, que soporta perfectamente la recuperación”. “Tenemos proyectos avanzados que se fueron construyendo, es decir, si viene el dinero, estamos en condiciones de abordar rápidamente estos temas. Además, con dinero universitario, podemos seguir con otros temas que no son sólo este polo más complejo y prioritario”, enfatizó. Asimismo, Ubach refirió a la importancia del hospital en materia de atención sanitaria: “Es un centro muy importante desde el punto de vista de la investigación. En el área salud, el hospital universitario es un centro destacado desde el punto de vista de la investigación básica clínica. Las funciones sustantivas universitarias se ubican allí, y por eso es necesario recuperarlo y mantenerlo. Considero que el aporte que hace la Universidad al país es realmente muy valioso y, me atrevo a decir, insustituible. Si pensáramos en la hipótesis loca y catastrófica de que el Hospital de Clínicas cerrara, esas casi 5.000 cirugías (40% especializadas), los trasplantes, el centro cardiovascular, todo eso que se hace en el Clínicas no podría ser absorbido por las instituciones del país; sería imposible”. Con este panorama, era difícil que se siguiera adelante –al menos por ahora– con el sistema PPP. Por eso, el CDC destacó la solicitud presupuestal para el inicio de las obras y reclamó insistir ante el Parlamento sobre la importancia de otorgar estos fondos y la necesidad de continuar con la búsqueda de otras alternativas de financiamiento para llevar a cabo la totalidad de las obras. Una de esas propuestas la presentó el propio Markarian: la exoneración de aportes patronales. “Se solicita que se dé el mismo tratamiento que a las partidas extrapresupuestales. Diversos organismos del Estado están parcialmente exonerados de los aportes patronales. Nosotros pagamos como si se tratara de una institución privada, 19,5%. Hay varios que pagan 7,5%. Es sabido que esta exoneración es total para el sector educativo privado”. Markarian señaló que el conjunto de exoneraciones del Estado a las entidades privadas en aportes patronales, IVA y otros conceptos llega a 240 millones de dólares. “Y nosotros, que somos la institución pública superior de educación, no tenemos ninguno de esos beneficios”, expresó. La reducción de los aportes patronales representa un ahorro de 34 millones de dólares al año, con lo cual la Udelar podría financiar diversos proyectos pendientes, valoró Markarian. Allí podría estar el dinero para la reforma del Hospital de Clínicas.
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