Noviembre Azul es parte de una campaña internacional que busca concientizar y, por ende, prevenir el cáncer de próstata. En Uruguay se detectan 1.500 casos por año y 600 uruguayos fallecen en ese período por sus causas. La campaña es apoyada por la Sociedad Uruguaya de Urología (SUU) y el Sindicato Anestésico- Quirúrgico (SAQ), que están haciendo las gestiones para que por 30 días los edificios públicos se iluminen de azul como forma de concientizar sobre la salud masculina: «Se sabe, y está comprobado científicamente, que los trastornos de la erección de causa vasculogénica, anteceden 5 años a la aparición de eventos coronarios. Es así que captando a ese 50% de los pacientes que tienen algún tipo de disfunción sexual eréctil por encima de los 50 años, y estudiando su metabolismo, podemos anticiparnos a un infarto de miocardio», informó Gerardo López Secchi, presidente de la SUU, y agregó: «Simples test de diabetes, colesterol y abandonando el tabaquismo y los hábitos sedentarios alcanzan para prevenir esto». El informe sobre el cáncer de próstata que acompaña al comunicado, dice lo siguiente: Es el cáncer que empieza en la glándula prostática. La próstata es una pequeña estructura con forma de nuez que forma parte del aparato reproductor masculino. Este órgano que se encuentra por debajo de la vejiga, rodea la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. Tiene un componente hormonal en su origen y la testosterona es la hormona implicada. Es el cáncer parenquimatoso de mayor prevalencia aún por encima del cáncer de pulmón. Es el segundo cáncer de mayor mortalidad en el hombre, y el primero en mayores de 75 años y es raro en hombres por debajo de los 40 años. Esta incidencia en la mortalidad, viene disminuyendo en los últimos años producto de los nuevos tratamientos tanto curativos como paliativos. La aparición de nuevas drogas ha permitido transformarlo en un cáncer con una larga sobrevida. Actualmente hay anualmente entorno a los 1500 nuevos cánceres de próstata en Uruguay, con una mortalidad algo por encima de los 600 casos anuales. Hay un mayor riesgo en hombres de raza negra y en aquellos con familiares de primer grado que hayan tenido cáncer de próstata o de mama. Padres, hermanos, tíos. También hay una mayor incidencia asociada a la obesidad y a las dietas ricas en grasa. El control del colesterol es importante para su prevención. Hay una relación importante a lo que se conoce como síndrome metabólico: diabetes, hipogonadismo y colesterol elevado. No debe confundirse con la hiperplasia prostática benigna, que es el agrandamiento de la próstata por disbalances hormonales que puede producir síntomas de un incorrecto vaciado de la vejiga y a su vez, en valores no muy elevados, aumentar el marcador sanguíneo que se utiliza para su detección precoz, el Antígeno Prostático Específico o PSA por sus siglas en inglés. Este marcador es tejido prostático específico y no cáncer específico. Puede elevarse tanto por la presencia de un cáncer como también por procesos inflamatorios o infecciosos de la próstata, o por gramo de tejido en aquellas próstatas benignas de gran tamaño. La recomendación es consultar al urólogo por encima de los 45 años o por encima de los 40 años si se está dentro del grupo de riesgo. Los tratamientos para el cáncer de próstata se dividen según el mismo esté confinado al órgano o no. Si está localizado los tratamientos van desde la vigilancia activa, cirugía radical ya sea abierta, laparoscópica o asistida por robot, a la radioterapia con criterio curativo. También hoy se cuenta con tratamientos focales en investigación curativos cuya respuesta deberá evaluarla el tiempo. Para los cánceres ya extendidos fuera de la glándula se utilizan tratamientos hormonales protocolizados contando con varias drogas que extienden la sobrevida del paciente con una buena calidad de vida. .
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