La idea de la Fiscalía General de la Nación (FGN) de promover un Código de Ética para los fiscales volvió a generar diferencias a la interna de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay (Amfu), el gremio que nuclea a todos los fiscales. Mientras la presidenta de Amfu, Dora Domenech, afirmó que este código no era necesario para los fiscales con más antigüedad, un grupo de ochenta fiscales defendió la iniciativa y catalogó como “nefastos” los dichos de Domenech. “Es menester discutir y aprobar a la brevedad posible un código de ética”. “Actuar éticamente es una condición necesaria en el ejercicio de la función pública. Quienes no lo hacen deberían ser alejados de la misma”. Con estas palabras, expresadas a través de su cuenta en la red social Facebook, el fiscal de Corte, Jorge Díaz, se refirió a la necesidad de promover un Código de Ética para los fiscales. Y fundamentó su posición en los preceptos de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por la presidenta del gremio de fiscales. En declaraciones al diario El Observador, Domenech afirmó que este código «no aporta nada, absolutamente nada”. “La ética es de la naturaleza misma del cargo. Nosotros no lo necesitamos. No sé si lo necesitarán los fiscales más jóvenes”, afirmó Domenech. Esta última frase generó molestias entre el cuerpo de fiscales. En un período de 24 horas, un grupo de 82 fiscales acordaron y enviaron una carta a la Comisión Directiva en la que cuestionan los dichos de Domenech, en relación a la distinción entre los fiscales más antiguos y los más jóvenes. “Expresiones como éstas, las cuáles consideramos nefastas, vienen a sumarse a otras manifestaciones de similar sentido, que la presidenta habitúa esgrimir para referirse en tono netamente peyorativo a aquellos fiscales que califica de ‘jóvenes’ cuando menos”, dice la carta, a la que accedió Caras y Caretas Portal. Aducen que esta expresión marca “una clara distinción” entre los fiscales más antiguos y los más jóvenes, “como si existieran clases de fiscales según la edad, el cargo o el lugar en donde se ejerce el rol”. “Es inadmisible, que la persona que ostenta la representación del gremio se exprese en estos términos. Por equivocado camino va quien pretenda situar la cuestión en términos generacionales, camino que con llamativa ligereza optó transitar la doctora Dora Domenech”, señala la carta. Se afirma que con estas expresiones, Domenech pone sobre éstos fiscales “un intolerable manto de sospecha especialmente agravado por la generalización”, al tiempo que los más antiguos pareciera que pertenecieran “a una pléyade prescindente situada más allá del bien y del mal”, señala. Y dicen que esta no es la primera vez que se efectúan este tipo de distinciones “reñidas manifiestamente con la ética sindical y son intolerables para todo el cuerpo de fiscales”. “Cada vez más acentuada aparece la voluntad de los máximos exponentes de la Comisión Directiva de: dividir, distinguir peyorativamente, desacreditar opiniones diferentes, hablar en los medios de temas sensibles sin consultar con el colectivo, no hacer lugar a planteos gremiales de diversa índole, desoír la peticiones expresas de los asociados”, al tiempo que existe una permanente “actitud hostil y confrontativa” por parte de las autoridades gremiales. Debatir primero, opinar después La carta enviada a la Comisión Directiva fue firmada por 82 fiscales (el 30% del total de afiliados al gremio). Entre ellos, están varios fiscales de Montevideo (Juan Gómez, Carlos Negro y Gilberto Rodríguez), varios fiscales Departamentales (Rodrigo Morosoli, Darviña Viera, Andrea Naupp y Angelita Romano, entre otros) y decenas de fiscales adscritpos y adjuntos. El fiscal adscripto en Las Piedras, Willian Rosa, afirmó que la carta refleja el “descontento” de decenas de fiscales con las actitudes adoptadas por los referentes de la Comisión Directiva “de opinar personalmente sobre cuestiones que son sensible y no trasladar la discusión al colectivo”. “No puede ser más importante opinar en la prensa que construir una opinión colectiva […] son representantes de un gremio, deberían trasmitir el sentir colectivo y no el sentir personal”, dijo Rosa. El fiscal aseguró que deben existir “actitudes positivas” dentro del gremio. “El gremio tiene que escuchar lo que los asociados tienen para decir y la discusión tiene que darse dentro del gremio. No vemos esa actitud positiva de abrir las puertas del gremio, no nos enteramos de nada de lo qué está pasando”, cuestionó Rosa. En este sentido, Rosa dijo que “no se puede descartar de plano” la necesidad de la existencia de un Código de Ética. Afimó que cómo funcionario cada persona puede pensar que tiene toda la ética necesaria para desempeñar el cargo, pero no se puede descartar un código que regule la función. A esto se suma, que la Ley Orgánica establece como una causal de sanción los posibles desvíos éticos de los funcionarios, por lo que no parece “desajustado” que existan parámetros que marquen estos parámetros. En su opinión, incluso, sería bueno tener un código para poder defenderse en el un futuro en caso de una eventual sanción por desvíos éticos, ya que los fiscales sabrían a qué atenerse desde antemano. “La ética es un concepto bastante amplio, cada uno tiene su concepto particular”, por lo que un código podría evitar posibles abusos de quien se encarga de sancionar, valoró. Pero sobre todo, Rosa se refirió a la necesidad de debatir a la interna antes de descartar la propuesta. “Es un tema sensible, no hay que contestar a impulso personal […] Hay que determinar cuál es la postura del colectivo”, enfatizó. En la misma línea, el fiscal de Maldonado Rodrigo Morosoli dijo que le llama la atención que cualquier funcionario publico “se oponga de plano y sin argumentación a un Código de Ética”. Destacó que la Ley Orgánica y la doctrina internacional, en particular las normas de Naciones Unidas, “regulan en forma macro el accionar de los fiscales en cuanto a su comportamiento ético”. “No concibo a la actividad fiscal sin ética”, afirmó Morosoli. Morosoli renunció a la Comisión Directiva junto al ex presidente Juan Gómez, y se mantuvo un tiempo apartado de la actividad gremial, pero las últimas afirmaciones lo llevaron a volver a expresar su opinión sobre diversos asuntos. Y valoró que en las últimas declaraciones públicas de la actual Directiva se constata un desmedro hacia los fiscales más jóvenes. Estimó que la decisión expontánea de un un amplio colectivo de fiscales de elevar esta carta “es muy importante” y muestran que las opiniones de Domenech y del vicepresidente, Gustavo Zubía, en diversos temas “no son representativas de la mayoría de los afiliados”. A título personal, dijo que está de acuerdo con la implementación de un Código de Ética, porque se debe apuntar a un Ministerio Público que esté al servicio de la comunidad y que actúe con profesionalidad y servicio ético.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME