El pasado domingo 5 de julio se llevó a cabo el conversatorio virtual «La ofensiva neoliberal conservadora y la cuestión de género» convocado por el «Colectivo +Igualdad» y transmitido por la plataforma Zoom.
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Las oratorias estuvieron a cargo de Lilian Abracinskas, Mariella Mazzotti, Lía de Rosa y María Eugenia Pedelac, quienes expusieron sus visiones sobre la temática.
Al inicio de la actividad, el sociólogo Juan Pablo Labat realizó una introducción afirmando que la comunicación de masas «intenta enfrentar al pueblo como un todo un tanto uniforme, versus una minoría de la población presentada como beneficiaria de las políticas públicas y en esta situación se encuentra las luchas feministas».
Lilian Abracinskas
Lilian Abracinskas analizó el escenario político actual y sostuvo que la «ola conservadora» que se instaló en nuestro país, generó una acumulación de distintos frentes, en frente común conservador. A su entender, estamos en presencia de un orden social basado en una supremacía masculina y aquellas temáticas que habían logrado ponerse en cuestión en los últimos años, como la de la participación de mujeres en espacios masculinizados, se ven amenazadas porque «las clases ultraconservadoras hoy no están dispuestas a ceder».
«Este nuevo orden ultraconservador, da la posibilidad a las izquierdas de comprender de qué se trata la revolución feminista que lleva más de 3 siglos, que lamentablemente no hemos incorporado al modelo de país y sociedad transformadora. No se trata de incorporar mujeres al modelo institucional sino de transformar la sociedad toda».
Por otro lado, opinó que «el feminismo no es solo una revolución» o una forma de militancia. Se trata de un movimiento social que posibilitó que «millones de mujeres que pudieran interpretar su realidad y lo que es vivir en un sistema de desigualdad patrialcal».
Abracinskas se refirió al feminismo como «una revolución sin r». En sus palabras, «estamos evolucionando hacia una sociedad que no se conocía. Estamos cuestionando el modelo de sociedad occidental y cristiana hasta hoy conocido. Para la derecha esto es muy claro y se han organizado desde los 90, para construir una nueva narrativa».
«Ante la nueva situación, vamos a tener que resistir, porque la restauración también viene con una restauración moral. Pensábamos que iban a ser los sectores religiosos que iban a llevar la campaña contra la ideología de género, y son militares, que realmente tienen hoy un nivel de infiltración en el gobierno que asusta», agregó.
Para la activista feminista, «la izquierda tiene mucho prurito en aceptar la ideología de género porque todavía está basada en prácticas patriarcales». Cuestionó que cuando gobernó la izquierda en la región «los líderes prefirieron quedar mejor con quienes hoy combaten la ideología de género, que con los movimientos que militaban la temática».
De todas formas, reconoció que durante los gobiernos de izquierda, sobretodo en Uruguay, fue cuando más se incorporó la agenda de los movimientos de género.
Con respecto al contexto actual, manifestó la necesidad de estudiar mucho sobre feminismo y leer producciones feministas. «No quiero escuchar un representantes de izquierda que no sepa responder a Cabildo Abierto a sus ataques al feminismo», sentenció.
«Si no trabajamos para que niñas, niños y adolescentes, las mujeres seamos sujetos de derechos, vamos a estar lamentando más violencia hacia estos grupos», agregó.
Mariella Mazzotti
Por su parte, Mariella Mazzotti, sostuvo que «no podemos cambiar un mundo, si no cambiamos las relaciones sociales. Las discriminaciones de género, raciales o de edad son funcionales al sistema económico capitalista».
También habló sobre la problemática de la distribución de poder y reconoció que «en el Uruguay progresista» no se logró avanzar sustantivamente en el acceso de las mujeres.
Con respecto a los logros puntuales en materia de género, dijo que se logró la política pública, pero que no alcanzó a ser un eje estructurante. «Hubo un fortalecimiento y una expansión de las políticas de la igualdad de género en el Estado uruguayo».
«En estos 15 años se promulgaron 29 leyes en relación a los derechos de las mujeres, a la salud sexual y la reproductiva, cuestiones vinculadas a la infancia y a la vivienda. Un abanico muy amplio que permitió el diseño de políticas públicas en el entramado social del Estado. Se conformó un estado discursivo en relación a la agenda de derechos».
Mazzotti afirmo que en la actualidad, con la llegada de la derecha al gobierno, «el movimiento feminista está declarado como enemigo de la sociedad», lo cual se refleja en el distanciamiento con los movimientos de mujeres.
«También hubo avance en relación al diseño de la política pública, que fue orientado por el Instituto de las Mujeres como organismo rector. La transversalización del Estado, la igualdad es un tema que requiere el compromiso de todo el aparato del Estado. La presencia en todo el país, el salir de Montevideo y de las capitales departamentales».
«Sin embargo se dio un salto cuantitativo muy importante, cuando de la OPP se logró visualizar, cuando se comprende que el desarrollo nacional, debía tener el enfoque de género, como una parte importante, para lograr un desarrollo sostenido. Se destaca la autonomía económica como eje clave, el cambio cultural, y la participación efectiva en los lugares de poder».
En relación al eje económico, Mazzotti valoró la creación del Sistema de Cuidados como un factor clave que posibilitó que las mujeres puedan insertarse en la vida política, económica, así como en otros ámbitos.
En otro orden, advirtió que existe «riesgo de perder la batalla cultural». «Nos preocupa que se pierda la capacidad transversalizadora en el Ministerio del Interior, y la suspensión de licitación de los servicios de violencia de género del Instituto de las mujeres».
«Estamos pasando de un espíritu transformador de las relaciones sociales, a políticas asistenciales, donde se pone en cuestión al Sistema Nacional de Cuidados, que es una política que hace al enfoque del género».
Lía De Rosa
La integrante de La Comité, comité funcional feminista del Frente Amplio, dijo que el cuestionamiento sobre la ideología de género «es un empuje de los movimientos religiosos y conservadores que buscan restarle importancia a los movimientos feministas». A su vez, explicó, «son parte de al avanzada neoliberal». A su entender, se trata de un fenómeno a nivel mundial que ha instalado una estrategia común: colocar al feminismo como atentatorio de la familia en una relación dicotómica, entre lo bueno y malo.
«Hay que pensar el feminismo más allá de enfoque de género, que es una categoría de análisis, y es un aporte fundamental, pero el feminismo es mucho más. Es un movimiento social político con muchísima fuerza. Desde La Comité es concebido como una forma de dar la lucha contra la desigualdad».
María Eugenia Pedelacq
La militante María Eugenia Pedelacq puso el foco en las «señales que viene dando la nueva administración en términos de políticas de género». Consideró que son confusas y señaló que se han instalado discusiones que «no hacen más que hacernos retroceder» y puso como ejemplo el debate del aborto, que volvió a ponerse en cuestión.
Para Pedelac el abandono del Sistema de Cuidados, que calificó como una referencia a nivel regional, o el tratamiento que se le da al tema del feminicidio, minimizando su trascendencia, son claros ejemplos de retrocesos.