«Una primera constatación global es que la inflación ha aumentado por segunda vez consecutiva, tanto en la medición del propio mes (marzo 2020 contra marzo 2019 y abril 2020 contra abril 2019) como en la medición de los 12 meses acumulados a marzo y a abril respecto al mismo acumulado del año pasado», comienza analizando Daniel Olesker sobre los datos de inflación publicado por el INE.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
«Los datos son claros: La Inflación de abril es un 2% (0,43% en abril de 2019); el acumulado del año es de un 10,86% (8,17% era el acumulado de abril de 2019) y los 4 primeros meses ya alcanzan un 6,17% (4,18% en los primeros 4 meses del año 2019. Por lo tanto, la inflación alcanzó valores de dos dígitos».
Recordó que :»En un análisis que realicé a comienzos de marzo anticipé este aumento para los dos meses, basándome en el aumento de precios de los alimentos, generado a partir del inicio de este gobierno. Allí influyeron dos factores que también anunciamos. Por un lado, el aumento del tipo de cambio, que si bien es un fenómeno internacional, no existieron en el mes de marzo políticas que amortiguaran, a través de la presencia del Banco Central, el desnivel al alza provocado. Al mismo tiempo desde el inicio de la crisis sanitaria se procesó una serie de aumentos desmedidos sobre los precios de productos de la canasta básica de alimentos, fundamentalmente por parte de los oligopolios, tanto mayoristas como minoristas. Por otro lado, la decisión del gobierno de mantener el aumento de las tarifas a partir del mes de abril generó un impacto adicional en el contexto de aumento de precios al que venimos haciendo referencia. Por ende, era lógico que esto sucediera».
Sobre el impacto de esta situación en los hogares uruguayos explica:»Es evidente que el impuesto inflacionario es de los peores mecanismos para el poder de compra de los trabajadores y de los jubilados y en general de todos los que tienen ingresos fijos. Los salarios se ajustaron en enero de 2020 mayoritariamente en función de una inflación del semestre de un orden de 3,5% y ya al tercer mes se superó esa pauta y al cuarto mes llevamos más de 6%. O sea, cuando lleguemos al próximo ajuste la pérdida de salario real va a ser muy importante como también lo anunciamos y se nos dijo que éramos catastrofistas. Pero además en los hogares de menores ingresos el impacto va a ser mayor pues en esa inflación del 2% la de alimentos fue de 4,44% (incidiendo en 1,2 del 2% inflacionario) y la de vivienda 4,43%. (incidiendo 0,6% en el 2% de la inflación) Y es evidente que el peso de los alimentos y las tarifas incide más en los hogares de menores ingresos. Por lo tanto, hay caída del salario real y es más importante en los hogares de menores ingresos».
Consultado si hay alguna medida que el gobierno debería haber tomado para evitar ésta situación manifestó: «Sin duda que la política pública podría haber hecho mucho. Al menos tres medidas que propusimos en el documento entregado al presidente de la República a fines de marzo.
Primero actuar más rápidamente sobre las fluctuaciones del tipo de cambio que hubieran permitido que el impacto sobre los precios -en particular de alimentos- fuera menor.
En segundo lugar, postergar el aumento de tarifas y si se entendiera que ese hecho en general podía favorecer a sectores que no necesitan de esa medida se podría haber hecho un aplazamiento del aumento para los hogares de menores ingresos.
En tercer lugar, se deberían haber hecho acuerdos de precios, en particular con distribuidores mayoristas oligopólicos y las grandes cadenas minoristas que permitieran en un grupo seleccionado de productos básicos mantener su precio. Nada de eso se hizo y las consecuencias están a la vista.»
En el actual escenario, finalizó diciendo que comparte la definición del Pit Cnt de renovar por un año los convenios en igualdad de condiciones a las que existen hoy.