El senador del Partido Socialista y economista, Daniel Olesker, explicó los motivos por los cuales el Frente Amplio (FA) decidió votar negativamente el capítulo que contiene los artículos de la regla fiscal. En primera instancia, expresó que la regla fiscal que plantea la LUC es «innecesaria» porque Uruguay ya tiene una, dijo, haciendo referencia a la ley 17.497 ,del tope de deuda, del año 2006. «La ministra de Economía, en su comparecencia, expresó que el objetivo central de la regla era el vínculo entre el resultado fiscal y la deuda neta y eso es lo que hace el tope de deuda. Por eso, no nos parece innecesario incorporar una segunda regla fiscal».
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Además, señaló que está «fuera de contexto» porque no tiene en cuenta el cambio que significó ,en la economía nacional y mundial, el impacto de la coyuntura de la pandemia. Sobre este punto, el legislador recordó que tanto la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, así como el propio presidente, Luis Lacalle Pou, fueron consultados sobre el tiempo estimado de duración de crisis, qué impactos tendría y cuantos de esos impactos serían transitorios y cuantos permanentes. «No tuvimos respuesta. Imaginamos que esos estudios no están hechos y consideramos que es relevante tenerlos para analizar una posible regla fiscal. Por eso entendemos que esta fuera de la realidad aprobarla y creemos que podemos generar condiciones para discutir una regla ,o mejor la existente, en el futuro, pero no ahora».
«Esto no solo lo decimos nosotros. Los principales organismos internacionales le están proponiendo a los países la expansión del gasto como mecanismo alternativo a la crisis de la pandemia y a los que tienen regla fiscal les proponen suspender transitoriamente su aplicación», explicó ejemplificando con el caso de España, que acaba de aprobar una renta básica de emergencia, así como varios países europeos que han ido en esa dirección.
Por otro lado, señaló que «la regla fiscal basada en una relación entre gasto y producto puede generar importantes restricciones, no solo para enfrentar la coyuntura y los impactos permanentes que deje, sino también para enfrentar las heterogeneidad estructurales que la economía aún tiene, a pesar de sus avances en estos 15 años». En tal sentido, recordó que al realizar un cuadro comparativo con el año 2005, la informalidad bajó de un 42% a un 14%, pero que «todavía se necesitan políticas publicas para continuar reduciendo esa cifra».
Del mismo modo sucede con la pobreza, describió, que desde el año 2005 al 2020 bajó de 39.6 % a 8.5 % .»Para que siga bajando es necesario seguir expandiendo relación gasto producto».
Olesker también explicó que en el año 2005, cuando asumió el FA , el gasto social sobre producto era de 29.8% y que esa cifra pasó a 36,2 % . «Este aumento de casi 7 puntos en el gasto social significó que se pudieran desbloquear las trabajas estructurales que existían de épocas pasadas», aseguró.
«Por la coyuntura actual y sus impactos estructurales generales, consideramos que una regla fiscal rígida y no sometida la discusión del Poder Legislativo ,en cuanto a su evolución y cambio, presenta serios problemas de restricción», agregó explicando que no hay posibilidad de que la aprobación de una regla fiscal no afecte negativamente el gasto publico y social.