La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque perpetrado presuntamente por el Estado Islámico a un hospital militar en Kabul, Afganistán, que culminó con las muerte de al menos treinta personas. El ataque ocurrió el miércoles, cuando varios individuos vestidos como doctores se acercaron al hospital y, luego de detonar un vehículo que era conducido por un terrorista suicida, entraron armados al edificio con granadas, metralletas y explosivos. Atacaron pacientes y personal médico de forma indiscriminada. La jefa de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán, Pernille Kardel, condenó el ataque y aseguró que “muestra cómo la violencia inconcebible atenta una y otra vez contra el deseo del pueblo afgano de construir un futuro de paz”. Desde la ONU recordaron que los ataques a hospitales, al personal de salud y el asesinato de civiles o de personas que no formen parte activa de las hostilidades, así sean militares, violan las leyes humanitarias internacionales y constituyen crímenes de guerra.
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