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Cultura y espectáculos

JUANITA FERNANDEZ EN LA ZAVALA MUNIZ

Pájaros: un repertorio enriquecido por originales vuelos sónicos

El martes 14, a las 20.30 horas, la compositora, percusionista y cantante Juanita Fernández revisitará las obras de su disco Pájaros en la sala Zavala Muniz del Teatro Solís; un repertorio gestado a partir de un largo estudio de los cantos de pájaros del Uruguay.

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A poco más de un año de la presentación oficial de su disco Pájaros -el primero que firma como solista- en la sala Hugo Balzo, Juanita Fernández revisitará este original repertorio en la sala Zavala Muniz. Será este martes, a las 20.30, apoyada por un grupo de reconocida solvencia musical, que está integrado por Andrés Pigatto en contrabajo, Felipe Badaró en batería y Felipe Ahunchain en sintetizadores; al igual que en otras presentaciones de Pájaros, Juanita Fernández será la voz principal y además tocará un orgánico conformado por vibráfono, piedras amplificadas, objetos metálicos, y dispositivos electrónicos. El elenco del espectáculo se completa con los visuales de Juan Pablo Colasso, la iluminación de Santiago Pastor, la puesta en escena y el vestuario de Juanita Fernández, y el sonido de Gonzalo Novoa.

La propuesta de Pájaros es el corolario de un largo proceso de investigación y creación a partir de los rasgos singulares que distinguen los cantos de aves de esta región, como el zorzal, mirlo, viudita, sabiá, águila, tordo, martineta, entre otros.

Se trata, entonces, de una suerte de mapa que no es científico. Que no es descriptivo o imitativo de las cualidades sonoras de los pájaros. Que no es ecológico. Pero que sí es un mapa sensible, en el que la naturaleza y sus estructuras nucleares, acústicas, sus contornos melódicos, sus superposiciones rítmico-métricas, ofician como materiales generadores de un lenguaje musical distinto, sensible a las diferencias y a la riqueza de matices sutiles. Se trata, vale subrayar, de un trabajo compositivo que proyecta una vocación por explorar esa sinuosa y a la vez compleja frontera entre los lenguajes cultos y populares.

De ya larga experiencia en el campo de la percusión culta, Juanita Fernández se ha distinguido por una singular inquietud tanto en el ensamblaje de técnicas interpretativas -sea en los instrumentos llamados de percusión, sea en la interpretación vocal-, la búsqueda de repertorios, y en la composición. En una escena musical donde dominan las apuestas a “lo seguro”, sea en el campo culto o en el popular, el caso de Juanita Fernández deviene “rareza” ya que el riesgo ocupa casi todo el “ancho de banda” de sus proyectos. Una línea de creación que no dispara la euforia de los grandes medios -sus oídos, lo sabemos, se orientan a los proyectos de espectacularidad desmesurada-, pero que, saludablemente, conjuga una dinámica relación entre inteligencia y sensibilidad musical.

Vuelos

La génesis de Pájaros, repasa Fernández, fue casi accidental. Sin embargo, la obra del compositor francés Olivier Messiaen (1908-1992), un referente ineludible en la historia de los nuevos lenguajes cultos del siglo pasado, a la vez de fascinarla le marcó un rumbo al proyecto, especialmente al estudiar a fondo las muchas experiencias de Messiaen con el mundo ornitológico como cantera de materiales y formas de tratamiento del material sonoro.
Por este camino, la artista le dio a los elementos sónicos recopilados y analizados un tratamiento exhaustivo, intenso, minucioso, para generar con cada pieza un carácter, un pájaro.
“La aplicación de diferentes técnicas compositivas, genera eventos muy genuinos, donde aparecen el texto, la improvisación libre, texturas, la complejidad métrica y armónica y el uso de tecnología”. Y anota: “La instrumentación fluctúa entre lo tradicional y lo no tradicional»; es decir con piano acústico, sintetizadores, contrabajo y técnicas extendidas, batería, vibráfono, metales exóticos, voces con efectos, guitarra, violoncelo y computadora. “El lugar que toma la improvisación libre en algunos momentos tiene un tratamiento inducido.

Marcamos una partitura emocional y trabajamos esa ‘escena’, ese subtexto espontáneamente; dando así, un vínculo directo al estudio del carácter de cada pájaro como motor para el impulso sonoro”.

Y concluye: “Este trabajo tiene como condición favorable que nadie es ajeno a la naturaleza, y por ende la identificación del vínculo de la fuente es inmediato e igual para todos… eso acerca un lenguaje que, en otro contexto, se volvería ‘erudito’ o ‘raro’, acá se vuelve salvaje e instintivo, como un pájaro”.

Mundos sónicos

Una vidalita. Un pájaro, la viudita. Un sonido leve, puntual, corta la inmensidad del silencio. Luego, la voz; una voz leve, con aire, con algunas notas entrecortadas; una voz sola, sin más sostén que el sonido leve, puntual para recortar aún más la inmensidad. “Una pajarita, vidalitai, se viste de blanco”. La inmensidad luego es más recortada, texturizada, con tramas de densidad e intensidad mayor. Son otros cuerpos, otros sonidos que se anudan sin destruir ese sonopaisaje a ser descubierto por el oído explorador.

Se anotó al principio de este texto: en Pájaros no hay descripciones, no hay imitaciones. Las correlaciones con función icónica corren en otro nivel.

Lo que abunda, sí, es un cuidadoso articulado de movimientos indexicales, esos que conectan un material elaborado, intenso, con universos de sensaciones, imágenes, espacios, densidades, tramas. A partir de esos acoplamientos significantes se abre un abanico rico, quizás de bordes algo difusos (como todas las redes de interpretantes estéticos), de remisiones a sentidos lógicos, a otras redes más o menos establecidas de significados en el entorno cultural (otros géneros musicales, otros estilos, otras formas, otras ideas sobre lo estético y lo musical), en las que gravitan con singular interés los signos kinéticos y corporales.

Una interesante función semiótica que adquiere potencia por el cuidadoso trabajo con las estructuras rítmicas, la organización de los sonidos y los timbres. Trabajo que, se dijo también, reúne tradiciones compositivas del ámbito culto y del ámbito popular, pero que logra un resultado fresco, inteligente y estimulante.

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