El Partido Comunista de Uruguay (PCU) emitió este martes una declaración en la cual denuncia las «fuertes tensiones» que recientemente se han producido en América Latina. Esa fuerza política asegura que se ha silenciado los conflictos y la inestabilidad que atraviesan países de la región, como Brasil, Honduras, Paraguay y Argentina, y se ha centrado la atención solo en Venezuela. El PCU sostiene en su declaración que el gobierno de Nicolás Maduro «está en plenas funciones y tiene toda la legitimidad democrática de haber sido electo por la voluntad popular». En ese sentido afirma que en Venezuela «no hay dictadura». A su vez, rechaza la actuación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, y considera que «se ha violentado la institucionalidad del MERCOSUR, de la UNASUR y hasta de la OEA». El PCU también respaldó la posición del presidente Tabaré Vázquez ante las acusaciones públicas de su par venezolano de que el canciller Rodolfo Nin Novoa coordina posiciones con el Departamento de Estado de EE.UU. y la embajadora estadounidense en Montevideo. Este es el texto completo de la declaración: DECLARACIÓN DEL PCU ANTE LAS FUERTES TENSIONES EN AMÉRICA LATINA Estamos ante un momento de fuertes tensiones en América Latina, fruto del impacto de la crisis del capitalismo y la contraofensiva del imperialismo, para poner los recursos naturales y materiales del continente al servicio del gran capital y frenar los avances populares. Esto se expresa en la represión brutal y cotidiana contra los trabajadores y campesinos en Honduras y Guatemala; en los asesinatos de estudiantes, periodistas, líderes campesinos y la violencia institucional en México; el asesinato selectivo y la represión de líderes comunales y campesinos en Perú y Colombia; la inestabilidad política y la represión y persecución a referentes populares en Brasil, junto con el inicio de proceso por corrupción del presidente interino Temer, que encabeza un gobierno ilegítimo; la represión, amenazas y persecución a referentes populares en Argentina; la permanente represión, encarcelamiento y persecución de líderes campesinos y populares en Paraguay, y la violencia política de los últimos días.
- Reafirmar plenamente las definiciones de la Resolución Política del Comité Central del PCU, del pasado 26 de marzo, que marcan las líneas centrales de nuestra posición y mantienen absoluta vigencia. Reafirmar lo actuado y votado en la Mesa Política del Frente Amplio el 31 de marzo.
- El gobierno venezolano está en plenas funciones y tiene toda la legitimidad democrática de haber sido electo por la voluntad popular. En Venezuela no hay dictadura. Lo que hubo, y hay, es una grave crisis económica, política e institucional, provocada por el hostigamiento constante y la política de desestabilización de la oposición de derecha, expresión política de la oligarquía rentista y especuladora.
- Repudiamos la campaña sistemática de la OEA, y en particular de su secretario general, Luis Almagro, que como ha quedado demostrado, no aportó a ninguna solución, por el contrario, agravó la crisis. Esta campaña es parte de la estrategia de EEUU, graficada en la afirmación del presidente, Donald Trump, de que Venezuela “está marcada” y, muy especialmente, en los planes del Comando Sur y la IV Flota, para “una intervención humanitaria”. Todas y todos en América Latina sabemos lo que eso significa. Si no se contextualiza la crisis venezolana, y la situación del continente, en esta contraofensiva del imperialismo, se está omitiendo un elemento fundamental.
- Dijimos, y reiteramos, que no compartimos los pronunciamientos acompañados por nuestra Cancillería, en la OEA, en el Mercosur y en la UNASUR. Uruguay no acompañó la intención de Almagro de sancionar a Venezuela, y saludamos esa actitud, pero si firmó declaraciones, junto a EEUU y toda la derecha del continente, que constituían, a nuestro entender, una injerencia indebida en los asuntos internos del país hermano y una toma de posición perjudicial para construir una salida.
- Denunciamos que se ha violentado la institucionalidad del MERCOSUR, de la UNASUR y hasta de la OEA, los pronunciamientos fueron de grupos de países, no tienen ningún valor institucional. Este avasallamiento de los organismos regionales daña la integración y constituye una perspectiva muy peligrosa para Uruguay y el continente.
- En medio de esta delicada situación el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó públicamente al canciller de nuestro país de coordinar posiciones con el Departamento de Estado de EEUU. El presidente de nuestro país, Tabaré Vázquez, rechazó estas acusaciones y reclamó que se presenten pruebas que las sustenten. Respaldamos la posición expresada por nuestro presidente Tabaré Vázquez.
- Exhortamos y reclamamos a todas y todos los actores políticos nacionales e internacionales a pronunciarse y trabajar con la mesura y la responsabilidad que la hora del continente reclama. La unidad de pueblos y gobiernos es un elemento fundamental para enfrentar esta contraofensiva del imperialismo y construir salidas populares.
- Proponemos buscar los caminos para apoyar el diálogo y la negociación en Venezuela, sin injerencias indebidas, y con un papel fundamental de la CELAC, instrumento político regional que hasta ahora no ha sido empleado. Creemos, además, que se debe abordar toda la situación de la región y no solo la de un país. Debemos preservar la paz en nuestro continente, y promover las salidas políticas a las contradicciones.
- Enviamos un saludo fraterno al pueblo ecuatoriano y saludamos su victoria, incuestionable, en la segunda vuelta electoral, llevando a la presidencia a Lenin Moreno, para continuar la obra transformadora de la Revolución Ciudadana, en la que ha jugado un papel central Rafael Correa. Es un triunfo de todos los pueblos y un mentís contundente a los que se apuraron para hablar de un fin de ciclo.
- Ratificamos nuestros principios históricos, que son también del Frente Amplio, defensa de la unidad latinoamericana, antimperialismo y respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo hermano de la República Bolivariana de Venezuela y todos los pueblos que luchan por la liberación social.