Cuando no es el día, no es el día. Peñarol tenía programado después del partido cenar y partir al aeropuerto para salir en el charter hacia Montevideo, pues bien, no pudo ser porque las salidas de los aviones estaban suspendidas por la niebla reinante en Curitiba. No sólo que se debían quedar en Brasil, si no que además debían cambiar de hotel, ya que la reserva era hasta anoche. La idea primaria era salir sobre las doce de la noche, llegar alrededor de las tres de la madrugada e ir directo a Los Aromos. Pues no pudo ser, Peñarol estará llegando recién sobre el mediodía.
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