«El producto que se utilizó para obtener ese resultado en vez de tener un efecto de repelencia, tuvo un efecto de insecticida», dijo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, y agregó que «se notificó a las empresas de la imposibilidad de usar este producto durante la floración en zonas apícolas». La utilización de un producto fitosanitario utilizado por los productores citrícolas para obtener mandarinas sin semilla (así lo exige el mercado estadounidense para la entrada de estos cítricos), produjo la muerte de más de 2.000 colmenas, aunque se calcula que la cifra puede ser mayor, porque el producto se utilizó en varios puntos del departamento y su efecto nocivo aún puede estar activo. El daño producido afecta a otras producciones porque las abejas son indispensables para polinizar a otros cultivos, como el de los zapallitos, por lo tanto los productores hortícolas también están en alerta y evaluando los daños.
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