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SEXTA RONDA DE NEGOCIACIÓN SALARIAL

Pereira: «La oferta del gobierno favorece al sector empresarial»

Caras y Caretas habló con el presidente de la central sindical, Fernando Pereira, para valorar la última ronda de negociación salarial.

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Caras y Caretas Diario

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Por Manuel González Ayestarán

Foto: Verónica Caballero

La semana pasada, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, presentó un balance de la sexta ronda de negociaciones salariales. El jerarca calificó la negociación con privados de “satisfactoria”, pero para el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, las pautas de negociación que el Poder Ejecutivo planteó a finales de junio (y que desde entonces la central de trabajadores ha criticado), han demostrado ser desfavorables para los trabajadores uruguayos. Esto se ha materializado, según afirmó Pereira en diálogo con Caras y Caretas, en que a pesar de las negociaciones, “el año próximo seguramente el aumento del salario real será mínimo o nulo”.

Según los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en los Consejos de Salarios del sector privado hubo 14 grupos de actividad que implicaron la negociación en 64 ámbitos de trabajo, formados por 61 subgrupos y tres capítulos. Se firmaron, en total, 32 acuerdos tripartitos (MTSS, empresarios y trabajadores) y siete bipartitos (empresarios y trabajadores); de estos últimos, en cinco no hubo intervención de la autoridad estatal y dos se realizaron con la oposición del ministerio. En nueve casos el Ejecutivo votó a favor del sector empresarial y en dos casos se procedió conforme a decretos.

“Naturalmente el Ejecutivo iba a laudar por los empresarios, porque parte de las pautas de negociación favorecen al sector empresarial”, afirmó Pereira. “Cuando las pautas se presentaron, el sector empresarial no te digo que las festejó, pero se vio con claridad que no tenía una posición negativa”, comentó. Entre los lineamientos criticados por el PIT-CNT, entonces y ahora, está la nominalización de los salarios, porque “no tiene en cuenta el factor inflación, y la inflación, claramente, no se ha logrado controlar en Uruguay”, explicó Pereira.

Otro aspecto de estas pautas duramente criticado fue que el primer correctivo a realizar a los salarios por motivo de inflación, estipulado en los convenios salariales a tres años, llegará recién al final del segundo año. Esto constituye en sí una pérdida de poder adquisitivo y de capacidad de compra para los trabajadores. En tercer lugar se critica la “autoclasificación” de los sectores de la economía en tres categorías “dinámicos” (que crecen a un ritmo superior a 4% anual), “medios” (crecimiento inferior a 4% anual) y “en dificultades” (con problemas de empleo o subsidiados) con el objetivo de definir qué aumento nominal anual deberán dar a sus trabajadores. Esto es, en palabras de Pereira, “una complejidad, porque en Uruguay nadie se ubica en el sector dinámico de la economía. Entonces, uno se pregunta: si nadie es dinámico, ¿por qué la economía crece?”.

En su presentación Ernesto Murro introdujo un matiz al afirmar que se firmaron menos acuerdos tripartitos que en etapas anteriores. Para Fernando Pereira esto ocurre “porque la oferta del gobierno favorece, sin querer o queriendo, al sector empresarial, con lo cual el empresario ha movido poco el tablero para buscar acuerdos”.

Otro tema que preocupa al sector sindical es el referido al salario mínimo nacional, que se fijó en 11.150 pesos, cuando la pretensión del PIT-CNT era llegar a 15.000. Esto supone que “tras once años de crecimiento de los sueldos, que llevaron a que los trabajadores percibieran más o menos 50% de aumento del salario real, [ahora los salarios] estarán estancados en 2016 y tal vez algún año más”. En este sentido, desde la central sindical se tiene en cuenta que el país está atravesando un período de desaceleración, pero también se señala que aun así hay crecimiento, por lo tanto, dice Pereira, “la pregunta que nosotros nos formulamos es: ¿se puede redistribuir aun en períodos de crecimiento menor?”. Para él es evidente que sí. Pero “para distribuir no hay más remedio que generar condiciones para que eso suceda”, señaló. Las condiciones claves son, en primer lugar, generar consejos de salarios “con un ojo en el empleo y otro en el salario”. La segunda pasa por imponer “gravámenes a los que tienen más, para que los que tienen menos mejoren su calidad de vida”. Y la tercera “es una mayor inversión en cuestiones como educación o salud, que tienen efectos muy distributivos”.

Con todo esto, Fernando Pereira sentenció que “la ronda para el movimiento sindical este año no ha sido satisfactoria, aunque hay algunos convenios que han superado esa pauta y han encontrado fórmulas para generar un equilibrio”. “No es que desconozcamos lo que se avanzó en los últimos años: lo reconocemos y lo valoramos”, aclaró. “Entre el modelo neoliberal y el progresismo la distancia es sideral, pero no se le puede pedir al movimiento sindical que se conforme con lo que ya logró. Creemos que es un error haberse comprometido a no colocar impuestos, sobre todo a aquellos que más tienen”, dijo Pereira. “Uruguay mejoró mucho, ahora, ese ‘mucho’ es insuficiente aun para que la gente viva bien, con lo cual hay que ir por más”, añadió. Como ejemplo clave de esta situación, el dirigente del PIT-CNT señaló el crecimiento de 261% del salario mínimo en la última década. Sin embargo, instó a pensar en las condiciones de las que se partió si, “aun con ese incremento real, el salario mínimo se encuentra actualmente en 11.150 pesos”. Con ese dinero en Uruguay no se puede vivir”, añadió Pereira.

Un sector económico que se muestra especialmente sensible a esta situación de explotación es el de hoteles, restaurantes y bares. El propio Murro expresó su preocupación al respecto cuando compareció ante los medios de comunicación para hablar sobre la negociación del sector: “Si las dos partes llegasen a un acuerdo sobre lo negociado, los trabajadores de la hostelería donde se brinde comida tendrían derecho a una comida diaria y a una partida por hijo en edad escolar. Si no se llegase a un acuerdo, el cambio abarcaría únicamente el ajuste en el tema salarial”, declaró el ministro. Por su parte, Pereira dijo a Caras y Caretas, en referencia a este tema, que “no hace falta ser muy observador para darse cuenta de que los restaurantes, bares y hoteles están llenos, todos convienen en que la temporada está altísima, y sin embargo es un sector que no quiere dar aumento de salario”. En ese sentido cuestionó: “¿Cómo les tiene que ir para que puedan considerarse en condiciones de mejorar esos salarios? Esperamos que se abra la cabeza en el sector y se logre un convenio colectivo razonable”.

Negociación en el sector público

En lo referente a la ronda de negociaciones en el ámbito público, Murro declaró que “estamos viviendo el momento histórico de mayor nivel de negociación en el sector en cuanto a la amplitud y profundidad de las distintas ramas, organismos y ministerios”. Según el ministro, se ha potenciado notablemente la negociación en las intendencias, “que era muy escasa”. También se han inaugurado negociaciones en organismos que apenas tenían antecedentes de negociación colectiva, como el Poder Judicial y la Corte Electoral.

Fernando Pereira, en tanto, sostuvo que en el ámbito público se parte de mejores condiciones de negociación. “Al menos, se garantiza el mantenimiento del salario en todos los sectores”, señaló. En el caso de la educación se ha registrado un aumento de aproximadamente 7,8% en dos años, y, si la economía fuera estable, la central sindical espera que se pueda llegar a cerca de 18% de crecimiento real. En otros sectores el salario simplemente se mantuvo. El presidente del PIT-CNT explica esto afirmando que las pautas de negociación en el sector público son más beneficiosas para los trabajadores que en el privado; por consiguiente, “aquellos sectores que lograron convenir por encima de esas pautas van a tener crecimiento salarial en el período. Naturalmente, esto sucedió en la educación y en las empresas públicas, pero lamentablemente en otros lugares no ha sucedido”, aseguró.

Próximos objetivos

La visión a futuro del movimiento sindical se define por el objetivo de reducir las desigualdades sociales en Uruguay. En diálogo con Caras y Caretas, el presidente del PIT-CNT declaró que “tenemos que buscar alternativas que, aun con crecimientos menores, permitan mejorar la distribución entre ricos y pobres”. “En esa lógica vamos a pelear por una ley de insolvencia patronal, para que no se repitan casos como el de Fripur, en el que se fue el empresario enriquecido y quedaron los mil trabajadores en banda, o el de Bella Unión o los de tantas empresas en las que un día los trabajadores se levantan, sus patrones no están y se quedan sin cobrar su salario caído, su salario vacacional, su licencia, su despido… Eso es una parte de la lucha por la igualdad”, añadió.

“Por otra parte, vamos a pelear por que haya una ley de inclusión que permita a las personas con discapacidad entrar al mundo del trabajo público, y para que se cumpla la cuota en todos los organismos privados”, afirmó. La central sindical tiene como objetivo que las empresas de determinado porte tengan la obligación de contratar a personal con discapacidad. “Esta gente está preparada para muchos trabajos, démosles el espacio para que lo puedan hacer de la mejor manera posible, y los demás trabajadores construyamos solidaridad para apoyarlos desde todos los puntos de vista”, declaró Pereira.

En lo que concierne a la actual ronda de negociaciones, el delegado sindical reconoce que “es muy difícil cambiar las pautas del período, porque ya negociaron buena parte de los trabajadores”. Sin embargo, reiteró que “no debemos dejar de pelear por nuestros derechos: yo no quiero que nadie sienta vergüenza por pelear por ganar un poco más, por mejorar su vida, eso es parte de la dignidad del trabajador”. Para Pereira, estas cuestiones forman parte de la puja entre el capital y el trabajador. “El primero debe ganar un poco menos para que el segundo gane un poco más. No sé cómo quieren llamarle a esto, porque cada vez que yo digo ‘lucha de clases’ se ofenden, pero es lucha de clases. Para mí sigue resultando indignante que el 20% más rico de la población se quede con más de 40% de la riqueza, y el 20% más pobre con 6%”, señaló el entrevistado.

Hacia la reducción de la jornada laboral

Uno de los últimos planteos del PIT-CNT ha sido el estudio por sectores de una posible reducción de la jornada laboral para el conjunto de trabajadores uruguayos. Para el sector sindical, la mejora científico-tecnológica, combinada con una mejor organización del trabajo, hace posible que la jornada de seis horas se constituya como un horizonte alcanzable para la sociedad. “Se trata de negociar colectivamente en cada industria y en cada rama de actividad cuál es la posibilidad. En algunas podrá haber una reducción de la jornada semanal, en otras podrá ser una reducción diaria, en otro sector podrá ser algún día libre más, pero lo que hay que generar son condiciones para que el trabajador efectivamente tenga el tiempo para atender a sus hijos, para la recreación, para su propia educación, etcétera”, explicó Pereira.

Teniendo en cuenta estos factores, para el dirigente sindical “el pleno empleo sería posible” en Uruguay. No obstante, aclara que el objetivo del movimiento sindical no es el de “cortar a rajatabla” mediante una decisión jurídica o legal, ya que esto pondría en situación de riesgo a varias ramas de actividad. Según explicó Pereira a Caras y Caretas, la intención es “ir logrando la rebaja rama por rama, de acuerdo a sus características particulares”. Como ejemplos de casos en los que se ha realizado esta operación exitosamente, el dirigente citó los casos de la construcción, donde se pasó de 48 a 44 horas semanales; la metalurgia, donde tuvo lugar un convenio similar; o el sector del plástico, en el que se pasó de turnos de ocho horas a turnos de seis. “Se puede tener un proceso productivo eficiente mejorando la organización del trabajo, invirtiendo en la tecnología necesaria, y generando las condiciones para la formación profesional de los trabajadores, sin que esto altere la ecuación de la sustentabilidad de la empresa”, concluyó.

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