En un contexto regional de manifestaciones sociales y represión, varios periodistas han sido víctimas de ataques, violencia y hasta asesinatos.
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) repudió el asesinato del periodista hondureño José Arita a la salida de su programa de televisión. Arita es el segundo comunicador asesinado en la ciudad Puerto Cortés en lo que va del año, el sexto en Honduras.
Edison Lanza, vocero de la CIDH, mostró preocupación por la violencia sufrida por periodistas en países en conflicto. Mencionó que investigarán presiones a los periodistas en Chile para hacer cobertura favorable al gobierno de Sebastián Piñera. Hace unas semanas un grupo de periodistas argentinos tuvo que ser protegido en Bolivia por estar en peligro.
Lanza hizo alusión, también, a los dichos de Roxana Lizárraga, ministra de Comunicaciones de Bolivia (nombrada por el régimen autoritario de Añez), sobre expulsar a los periodistas «sediciosos».
Por su parte, la Fundación para la libertad de prensa (FLIP), de Colombia, lleva registrados 19 casos de periodistas detenidos de forma ilegal durante las manifestaciones sociales en contra el gobierno de Iván Duque. Además, varios periodistas denunciaron que sus celulares fueron intervenidos y no pueden realizar su trabajo con libertad.
En México y Haití se ha pedido en varias oportunidades que cesen los ataques a periodistas que cubren las manifestaciones sociales, dada la represión que están sufriendo por parte de los policías y militares.