Con un acto celebrado en su sede central de la calle Jackson, el Pit-Cnt recordó el pasado martes 27 de junio los 44 años del golpe de Estado y del casi inmediato comienzo de la heroica huelga general, promovida por los trabajadores sindicalizados del país en respuesta a la embestida militarista. Al hablar en el acto, el exdirigente del sindicato de los trabajadores municipales de Montevideo y fundador de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), Eduardo Platero, dijo que le produce una singular alegría que la fecha se siga recordando. Platero –quien en la instancia estuvo acompañado por otros exdirigentes y miembros actuales de la dirigencia de la central obrera– señaló que la huelga general fue un factor diferente, ya que marcó un cambio en relación a cómo se habían enfrentado en el país golpes de Estado que se habían producido en décadas anteriores. El exdirigente sindical observó que ya en 1965 era previsible un desenlace de este tipo, dado que el sistema político se encontraba atravesando una etapa decadente. Sobre la huelga, recordó que se logró que se adhiriera a ella mucha más gente de la que se tenía previsto inicialmente por parte de la central obrera, lo que estuvo acompañado por la ocupación de centenares de fábricas y distintos lugares de trabajo a lo largo y ancho del país. Recordó además que los dirigentes evaluaron en aquel momento que la histórica paralización incluyó a más de 200.000 trabajadores, muchos de los cuales en ese momento no se encontraban afiliados a la central. En cambio, Platero consideró que el sistema político falló al momento de enfrentar a la naciente dictadura, porque algunos legisladores se quedaron en su casa y no respondieron a la convocatoria, de la cual sí fueron parte miles y miles de trabajadores. El orador advirtió luego que la huelga general terminó el 9 de julio –luego de dos semanas en las que era moneda corriente el hostigamiento por parte de las fuerzas conjuntas– porque ya no se podía sostener: “Había convencimiento de que la huelga había sido una gran medida de lucha, pero no se habían logrado los objetivos y la CNT decidió levantarla, manteniendo la unidad y las ganas de luchar”, relató el veterano dirigente.
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