La noche del pasado martes, la policía de Oklahoma City (Estados Unidos) acribilló a un hombre sordomudo de 35 años. Este es el quinto incidente de este tipo que sucede en la ciudad y el 713º muerto a manos de la policía en el país en lo que va de año. Magdiel Sánchez estaba sentado en el porche de domicilio cuando unos agentes de policía se acercaron para interrogarle respecto a un atropello. Sánchez portaba en ese momento un tubo de metal y el policía le ordenó que lo arrojara al piso, en vez de eso se levantó y caminó hacia los agentes. Varios vecinos que estaban presenciando la escena trataron de advertir a los policías que el hombre era sordomudo, sin embargo, estos le dispararon varias veces. Cuando llegaron los servicios de emergencia, Sánchez ya había fallecido. Desde el Departamento de policía declararon “no sabemos lo que estaban pensando exactamente los policías pero es muy posible que no escucharan lo que la gente a su alrededor les gritaba sobre su discapacidad, porque estaban concentrados exclusivamente en la amenaza”. Los vecinos dijeron a la prensa que Sánchez tenía problemas de desarrollo y que siempre iba con un objeto contundente en la mano porque tenía miedo a los perros. Las autoridades de Policía aún deben discutir si consideran que el tiroteo estaba justificado. El departamento de Oklahoma City adoptó la medida de porte de cámaras corporales para registrar la acción de sus agentes en este tipo de situaciones. Sin embargo, los que mataron a Sánchez no llevaban ninguna.
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