Portugal: un gobierno de izquierda ante el silencio

Es una actitud cobarde sumarse al silencio de los grandes medios internacionales en contra del gobierno portugués. Un gobierno que une a toda la izquierda del país.

Cuando el gobierno de derecha, aun quedando en primer lugar, no logró, un año y medio atrás, conformar una mayoría suficiente para gobernar, surgió la propuesta de un gobierno de toda la izquierda, que reuniera al Partido Socialista, al Frente de Izquierda y al Partido Comunista, que, sumados, tendrían mayoría. Para ello tuvieron que llegar a un acuerdo con concesiones mutuas. El Partido Socialista tuvo que abandonar su propuesta de flexibilización de relaciones de trabajo, así como de privatizacion del sistema de trasportes, pero, sobre todo, tuvo que abandonar las políticas de austeridad que promueven una devastación social en toda Europa.

Los otros grupos de izquierda no participan directamente en el gobierno, pero lo apoyan, a partir de un documento que define el fin de la política de austeridad a cambio de la retirada de la posición sobre la salida de la Uniún Europea.

Al inicio había cierto escepticismo sobre la viabilidad de este tipo de gobierno, en medio de acusaciones terroristas de la derecha, según las cuales el país iría al quiebre. Casi un año y medio después, el gobierno del socialista Antonio Costa va muy bien, es más popular que nunca y tiene resultados económicos y sociales muy positivos, lo que confirma que la vía de la izquierda contemporánea es la de la unidad en la lucha por la superación del modelo neoliberal.

Los sueldos de los servidores públicos fueron recuperados, su jornada de trabajo fue reducida de 40 a 35 horas, el sueldo vital fue elevado en términos reales, al igual que las remuneraciones de los retirados. Al mismo tiempo, se respetan los criterios sobre los déficits presupuestarios, ya que ese déficit bajó a 2,3% del Producto Interno Bruto, la cifra más baja de la historia democrática de Portugal.

Todo esto está acompañado de la recuperación del crecimiento económico y la disminución del desempleo de 12,3% a 10,5%.

“Nuestro principal objetivo era frenar el programa de la derecha, y lo logramos”, dice la joven dirigente del Frente de Izquierdas Catarina Martins, líder de la bancada de ese partido en el Congreso. “Nosotros hemos contribuido con el conjunto de medidas que van en la dirección de mayor justicia social”, declaró Jerónimo de Souza, dirigente del Partido Comunista de Portugal. Era necesario encontrar “respuestas a los problemas urgentes de salarios, a las jubilaciones de los trabajadores y al funcionamiento del sistema de salud”, agregó. “El acuerdo que logramos fue el mejor posible, con el 10% de votos que tenemos”, comentó Martins.

Ese esquema estuvo cerca de ser aprobado en España; lo habría sido si se hubiera concretado la alianza del PSOE con Podemos, pero esa decisión fue bombardeada por los sectores conservadores del socialismo español.

Portugal demuestra que esta es una vía posible. Al igual que los gobiernos progresistas de América Latina, organizar un gobierno centrado en la lucha por la superación del modelo neoliberal es la tarea. España mira con esperanzas hacia Portugal, pero también Francia lo hace. Allí, un candidato de izquierda triunfó en las primarias del Partido Socialista, y propone un frente amplio con el otro candidato socialista, Jean Luc-Mélenchon, y el candidato verde

¿Por qué un gobierno de izquierda que triunfó en Europa no es difundido por las fuerzas de izquierda, los intelectuales portugueses y otros que a menudo escriben sobre Portugal para destacar los reveses y las dificultades de la izquierda? Colaboran así en sabotear a ese gobierno y dejarlo en la sombra. Parece que es gente a quien sólo les gusta destacar los errores y los problemas de la izquierda, pero que no está dispuesta a difundir y reconocer los avances de esta. A pesar de todo, el gobierno de unidad de la izquierda en Portugal avanza y tiende a volverse una referencia para la izquierda de los otros países de Europa.