Entre los planes del Pit-Cnt está el pedido de una reunión al presidente Tabaré Vázquez. Quieren que el encuentro sea en marzo porque consideran necesario un diálogo previo al comienzo de la ronda de Consejos de Salarios. Están seguros de que Vázquez no tendrá inconveniente en dar la cita porque, según expresó el presidente de la central de trabajadores, “en todas las circunstancias hemos mantenido el diálogo abierto con el presidente de la República”. Temas prioritarios “Básicamente sería para hablar sobre Consejos de salarios y Rendición de Cuentas”, informó Pereira. Es que desde la central entienden que hay temas vitales, ya que habrá más de 170 grupos que van a estar negociando al mismo tiempo. “A la vez, habrá una negociación expandida por la Rendición de Cuentas en todos los sectores que están involucrados: enseñanza, judiciales, administración central, organismos del 220. En estos casos, lograr una negociación adecuada y en los tiempos adecuados requiere algunas conversaciones previas. Hemos fijado lineamientos mínimos pero importantes para esa negociación y se los queremos transmitir al presidente”, indicó. Caras y Caretas lo consultó sobre cuáles eran esos lineamientos, a lo que Pereira respondió que la prioridad era el aumento del mínimo nacional: “Un hincapié fuerte lo hacemos en el salario mínimo. La pretensión que tenemos no es grande y, por otro lado, es sencilla: que en un hogar con dos salarios mínimos la gente no tenga que vivir por debajo de la línea de pobreza. Para que esto suceda el pago debe aumentar a $ 16.500. Ya sabemos que va a ser una pelea que vamos a dar dentro de los Consejos de Salarios, pero es bueno que se vaya conociendo nuestra opinión al respecto”, sostuvo. El Pit-Cnt también apuesta a que se vuelva a los lineamientos de inflación más crecimiento, independientemente que este año la inflación estuvo por debajo de lo habitual y que, efectivamente, hubo un crecimiento real del salario: “En los países del mundo donde los aumentos nominales se pueden dar, son inflaciones muy bajas, que están permanentemente por debajo de 3%. Esto no ha sido el caso uruguayo de la última década. Es cierto que está dentro de los guarismos lógicos por debajo de los dos dígitos, pero sigue siendo una inflación que requiere de la fórmula inflación más crecimiento”, reiteró. Otro de los temas urticantes, y este desde hace años, es el de la educación. La central sigue empecinada en que el presupuesto llegue a 6% del PIB y entienden que “los países que han invertido en esta área son aquellos que han construido mayor desarrollo. Sabemos que este punto es compartido por el presidente de la República, pero queremos ver cuáles son las herramientas que se construyen para que este presupuesto siga en la senda del crecimiento y alcance estos guarismos”, dijo Pereira, y agregó inmediatamente: “Obviamente, los temas salud y vivienda están dentro de nuestras preocupaciones, como así también los ajustes salariales del sector público. Nos parece una regla de juego clara que no vuelva a suceder lo que nos pasó en las últimas dos rendiciones de cuentas, en que la mayoría de los sectores que acuerdan su salario por esta vía tuvieron diez días para negociar, mientras que la ronda de los consejos privados dura aproximadamente dos meses”, expresó con pesar. Desde la central se considera que llegar a un acuerdo colectivo de trabajo requiere más tiempo “y esto nos parece que el presidente Vázquez en la última conversación lo entendió muy bien”. Por lo tanto, aprovecharán ese entendimiento para “tratar de poner algunos puntos de cómo negociar en el sector público, para que una ley que ha sido formidable desde el punto de vista de la construcción, tenga resultados positivos para el Estado uruguayo y para los trabajadores”, sostuvo. Distintos intereses buscando iguales resultados Caras y Caretas quiso conocer la opinión de Pereira sobre la convocatoria del Ministerio de Trabajo para crear un grupo con el objetivo de realizar una campaña sobre derechos y obligaciones de sectores rurales y comerciales con la participación de delegados por los empresarios y por los trabajadores. La respuesta fue categórica: “Es una decisión acertada, sobre todo porque no conviene uniformizar. No todas las circunstancias en el sector rural son las mismas, pero sí conviene atender circunstancias que son complejas. Naturalmente unas están dadas sobre actos de violencia por parte de algunos productores agropecuarios -así, sin generalizar- sobre algunos peones”, expresó, y añadió: “Otra es la situación del agro y ver cómo efectivamente se construyen puestos de trabajo. Además, conviene que estos ámbitos de negociación entre un sector y el otro estén abiertos para encontrar la mayor cantidad de acuerdos posibles. Parto de la base de que no hay mejor forma de resolver los problemas que a través del diálogo, de la negociación y del intercambio; construir ámbitos de este tipo es muy favorable”, señaló. Sobre el tema de la informalidad en el trabajo doméstico, en el que, a pesar de la pelea que estas trabajadoras -es un sector donde priman las mujeres- han dado y las conquistas que han tenido, no se logra que en el caso del trabajo zafral -en la temporada estival, sobre todo- tengan buena cobertura social, Pereira dijo: “En Uruguay tenemos la mayor formalización del sector doméstico de su historia y, al mismo tiempo, todavía hay miles y miles de trabajadores domésticos que trabajan informalmente”. Para revertir esta situación, se considera que es de vital importancia una campaña “como la que ya hemos hecho conjuntamente con el gobierno, la central sindical y el propio sindicato de trabajadoras domésticas”. Para el presidente de la central, reclamar los derechos de los trabajadores requiere paciencia y empeño, lo que se hace más evidente en el caso del trabajo doméstico porque no es un sector al que resulte fácil entrar: “Hay casas que tienen una sola trabajadora, con lo cual está aislada del resto de sus compañeras de sector. Muchas veces el acercamiento a estas trabajadoras lo hemos hecho en las paradas de ómnibus, en las terminales, o en lugares poco tradicionales para la afiliación sindical. Igual somos conscientes de que tenemos que elaborar estrategias para llegar, porque no hay mejor defensa para la formalización del trabajo que tener un sindicato potente. En esa dirección nos vamos a colocar. Al mismo tiempo hemos visto que la inspección del trabajo ha hecho múltiples intervenciones sobre este tema en particular”, afirmó. Pereira no se quedó ahí: “Se necesita hacer más cosas en ese rumbo. Pero hay algo que quiero aclarar: la sociedad debe asumir que cuando tiene a alguien en su casa trabajando, no es ‘una ayuda’, sino que es una persona que trabaja. Por tanto, le tiene que aportar salario, vacacional, aguinaldo, tiene derecho a su licencia y a su aporte de la previsión social. Eso es fundamental que se cumpla para que la persona trabajadora se pueda jubilar en tiempo y forma”, concluyó.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME