Nario evaluó positivamente los resultados alcanzados por la ley que limitó el uso de bolsas plásticas y advirtió que en el futuro “Uruguay debe pensar si no hay formas más ecológicas de producir y pensar qué se necesita para hacerlo en forma sustentable”.
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La que sigue es la entrevista que el jerarca concedió a Caras y Caretas.
La ley de bolsas ha sido un éxito hasta ahora, pero es un paso en un plan más ambicioso. ¿En qué consiste ese plan y es posible la aprobación de una ley?
Venimos trabajando con la bancada de gobierno, pero en el proceso también lo estamos haciendo con otros actores, lo que le da mucha solidez. Nos ha dado más trabajo porque buscar acuerdos es complejo, pero tiene el apoyo de la Cámara de Industrias, del Pit-Cnt, de los clasificadores y del Congreso de Intendentes, que pusieron técnicos a trabajar con nosotros. También hay bastante consenso con legisladores de la oposición.
No sé si conseguiremos la unanimidad que se logró con la ley de bolsas, pero esperamos tener un amplio apoyo político.
¿Qué aspectos toca esta nueva ley?
Básicamente buscó unificar todo lo relacionado con el manejo de los residuos: industriales, baterías, neumáticos, agrotóxicos, domiciliarios. También establece la generación del tributo ambiental y clarificación de competencias. Generamos una ley paraguas para que todo lo que sea gestión de residuos se encuentre en un solo texto. La ley busca que los materiales se vuelvan a usar, se reciclen, algo que hoy en día solo es 5% o 10%. Pero eso no alcanza y también vamos a ir a combatir el sobreconsumo de algunos materiales que se usan en exceso: sorbos de plástico, bandejas, bolsas o los vasos de plástico descartables. Hay una lógica que la ley pretende cambiar a través de la aplicación de impuestos. Es una ley muy moderna y que apuesta a la planificación, ya que establece el diseño de un plan nacional y planes departamentales para la gestión de residuos.
Actualmente hay niveles de planificación en algunos casos, pero no están sistematizados. También se genera un fondo para apoyar a las intendencias en esta área, ya que hemos detectado que muchas requieren de la asistencia del gobierno nacional, básicamente a nivel de técnicos. Muchas aún mantienen los viejos departamentos de higiene, que tenían otras competencias.
En otras áreas del tema medioambiental, ¿dónde se encuentran los principales problemas?
Yo soy ingeniero químico y, por formación profesional, siempre pensé que los problemas de contaminación estaban más asociados a lo urbano y a lo industrial. Y la propia Dinama también estaba inclinada hacia ese concepto. Pero en realidad el gran contaminante en la actualidad es el sector agropecuario, que ha superado las posibilidades de autodepuración que siempre tuvo como consecuencia del crecimiento de la explotación de la tierra. Puede hacer casos puntuales en todo el territorio, pero actualmente, la gestión de residuos por un lado y la explotación agropecuaria por el otro son, a nivel global, las dos áreas en las que hay que avanzar más.
En la propia Dinama no teníamos posibilidades inspectivas, pero estamos trabajando para mejorarlas a través de la teledetección satelital de contaminantes. Son medidas que estamos construyendo y que son necesarias para poder cumplir con ese rol.
También es necesario pensar en otras maneras de producir; hoy es un modelo basado en el petróleo, o sea, tanto los productos como la forma de gestionar están basados en el carbón, pero el mundo va hacia otro lado, va a la descarbonización. Por tanto, Uruguay debe pensar si no hay formas más ecológicas de producir y pensar qué se necesita para hacerlo en forma sustentable. Es un tema en el que hay que empezar a hacer algo.
¿Los principales perjudicados son los cursos de agua?
Eso es como la fiebre, es lo primero que se ve, pero en realidad hay otros problemas como la pérdida de biodiversidad, los problemas con los polinizadores porque no son solo las abejas las que tienen problemas, también lo tienen el abejorro, el picaflor. Y si estos tienen problemas, también los tienen las plantas para poder reproducirse. En el agua se ve el problema, pero es mucho más grande. En una reciente reunión en París del Panel Intergubernamental de Biodiversidad, se lanzó un alerta por cómo está aumentando la tasa de desaparición de peces. Los técnicos hablan de que podemos estar al inicio de la sexta extinción masiva de especies por los perjuicios que está provocando el hombre. Uno de los grandes desafíos es cómo producir con biodiversidad, lo que implica dejar corredores naturales para que esta sobreviva.
Uruguay no escapa a eso, pero sucede y tenemos muchas especies con problemas. La población no tiene una percepción del problema de la biodiversidad porque no convive con él a diario, pero hemos hecho un esfuerzo muy grande en la recuperación de ecosistemas y ahí se ha hecho un trabajo muy grande, por ejemplo, en Paso Severino, donde no solo se han plantado árboles, sino que se ha recompuesto el ecosistema. También hemos trabajado en las Áreas Protegidas y es muy posible que generemos tres o cuatro más antes de terminar este período.
¿Qué desafíos implica la segunda planta de UPM?
Cuando analizamos la planta del río Negro, teníamos como antecedente que los técnicos de Dinama ya han analizado otras dos, lo que ha implicado un camino recorrido. Por ejemplo, aumentamos las exigencias e impusimos 17 parámetros nuevos a cumplir que no estaban en las otras plantas. Se ha sido realmente muy exigente y fue un proceso muy arduo con la empresa, ya que Uruguay es un país con altos estándares ambientales. La cuenca del río Negro debe ser mejorada y la idea es hacer en ella lo mismo que se ha hecho en la cuenca del Santa Lucía.