La primera legisladora trans de Uruguay terminó condenada por el juez de Atlántida, Mario Seijas, por cuatro delitos de adulteración de documento privado, un delito de estafa y uno de falso testimonio. El juez determinó prisión domiciliaria por la frágil salud de la exsenadora, que necesita ayuda para movilizarse. Seijas explicó que «acá ocurrieron tres hechos: las cuatro falsificaciones y la estafa ocurrieron en trámites de pérdida de la Patria Potestad. Después tenemos el delito de falso testimonio que fue que la doctora Michelle Suárez declaró ante la Suprema Corte de Justicia y faltó a la verdad, como ella mismo lo reconoció. El tercer hecho fue el expediente de cambio y nombre registral donde la doctora Suárez falsificó la firma de la actora, una chica que vive en España, y así promovió un proceso», sostuvo. La fiscal del caso, Silvia Mascaró, solicitó que Suárez fuera a prisión pero Seijas indicó que «la defensa pidió el beneficio de la prisión domiciliaria». Por ese motivo, fue consultada la doctora forense de esa sede, Geraldine Rodríguez, quien luego de examinar a Suárez concluyó que tiene una dependencia moderada, por lo que necesita terceras personas para movilizarse, «aconsejando que no fuera recluida en prisión», a lo que Seijas accedió.
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