Rajoy para el Sur y censura en el Norte

Si alguna vez lo fue, hace rato que Mariano Rajoy no es una carta de buena presentación en ningún lado. Basta recordar que el expreso y extesorero de su partido (Partido Popular -PP-), José Luis Bárcenas, declaró que le pagaba un sobresueldo. El dinerillo, que se contaba en miles de euros mensuales, le llegaba al bueno de Mariano en una caja de puros, que le era entregada en el ministerio, cuando fue secretario de Estado durante la administración de José María Aznar. Obviamente que esa extra no era por nada, sino que se ganaba mediante beneficios políticos a sectores poderosos de la economía española. Ahora, hace apenas unos días, Ignacio González, quien era presidente de la Comunidad de Madrid, está en prisión, acusado de tráfico de influencias y cobro de dinero para sus arcas y para las del PP, a través de la empresa pública que suministra agua a gran parte de la capital española, llamada Canal de Isabel II. La estafa, cuya investigación recibió por nombre Operación Lezo, se realizaba pagando sobreprecios en inversiones en Latinoamérica. O sea que el gobierno de Rajoy está salpicado con aguas turbias, pero a él poco parece importarle porque se da el lujo de venir a la mismísima sudamérica y comenzar su gira por Brasil, justo con Michel Temer, como si todo fuera un chiste. Rajoy y Temer, manos amigas Ver a Michel Temer recibiendo a Mariano Rajoy fue raro. No porque ambos sean colegas en esas cuestiones de estar al frente de la administración de un país, sino porque cargan con mochilas bien parecidas: Operación Lava Jato y Operación Lezo, y ninguno de los dos está ajeno a esas irregularidades, por lo que mucha gente no entiende cómo están donde están y cómo no están donde deberían. Pero bueno, lo cierto es que estos hombres se reunieron a hablar de negocios, del tratado de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea y, de paso cañazo, de Venezuela. Michel Temer tuvo el tupé de elogiar las reformas realizadas por Rajoy y anunció que es exactamente lo que pretende llevar adelante en Brasil, con la esperanza de que los saque de la recesión en la que se encuentra: “Las reformas que llevaremos a cabo serán un incentivo más para que España invierta en Brasil”, dijo Temer, asegurando que “se abrirán nuevas puertas” para el país europeo. Desde la participación de un foro de empresarios en el estado de San Pablo, Rajoy conminó a Temer a que no se amilane ante las protestas y continúe adelante. Entre ellos dos se sentirán muy bien, pero teniendo en cuenta los antecedentes, la gente no debe haber quedado muy tranquila ante tanto aliento de ida y vuelta. En relación a Venezuela, el español dijo estar “muy preocupado por la situación” y expresó que en ese país “se le debe devolver la palabra al pueblo”. Es lógico que esas declaraciones fueran rechazadas por Caracas, y ameritaron que la canciller Delcy Rodríguez reclamara que Rajoy “no use a Venezuela como tapadera de su corrupción”. Rajoy con Vázquez La visita a Uruguay fue de un tenor similar a la de Brasil, pero el énfasis, según parece, estuvo puesto en el TLC entre el Mercosur y la Unión Europea, y Rajoy se comprometió a trabajar en pos de ese proyecto comercial, trabajando “intensamente para un acuerdo político que será bueno para las empresas y para la gente, porque mirar al exterior es una fuente de crecimiento económico, empleo, riqueza y bienestar”, por lo que espera que el acuerdo se concrete antes de fin de año. En Uruguay, Rajoy tampoco escatimó elogios hacia Vázquez y las seguridades de esta tierra, y, al igual que lo hizo con Temer, le pareció que este país era maravilloso para invertir, incluyendo la posibilidad de hacerlo en UPM. Vázquez agradeció esa visión española, como si escuchara los halagos por primera vez (capaz que sí, en caso de que no haya prestado atención a las palabras de su visitante a Temer), y le contestó más o menos lo mismo que su par brasileño. Todo previsible y aburrido. También se habló de la situación venezolana y, lo novedoso en ese punto es que Vázquez aseguró que Uruguay no votará la Carta Democrática que se pide desde la OEA. Aterrizar con censura Este jueves se dio a conocer que en España, Unidos Podemos presentará una moción de censura para el gobierno de Mariano Rajoy. ¿El motivo? Los resultados que está obteniendo la Operación Lezo. Cada vez es más difícil desvincular a Rajoy del esquema de corrupción. En Uruguay, la prensa española le preguntó que opinaba sobre la situación de reclusión del pepista Ignacio González. Rajoy contestó “el que la hace, la paga”. Bastante distinto a lo que le dijera vía sms a Bárcenas, cuando su amigo cayó en desgracia: “Luis, sé fuerte”. Pablo Iglesias, líder de Podemos, consideró que “hay que sacar al PP de las instituciones”. Y eso incluye al gobierno. Temer cree que Rajoy es un ejemplo, el propio Mariano se siente guía en el mundo pobre. En Twitter subió una foto suya caminando por la rambla montevideana. El texto reza: “Ejercicio en Montevideo para comenzar el día. Hoy clausuro un foro empresarial y me reúno con el Presidente Vázquez”. Ni imaginaba lo que sucedía en ese momento al otro lado del Atlántico.