En el mes de la afrodescendencia, una nueva columna de Desacato Pasivo en Legítima Defensa. Entrevista a Beatriz Ramírez Abella, mujer, militante afrouruguaya especializada en la situación de las mujeres racializadas en Uruguay, ciudadana ilustre de Montevideo. Actualmente trabaja en el municipio B, que se declaró antirracista.
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¿En qué vienen trabajando en este momento en el municipio tras declararse antirracista?
El municipio ha tomado como principio rector el antirracismo, cumpliendo una responsabilidad que tienen los Estados de colocar la dimensión étnico-racial como un eje que hace a la discriminación de algunos grupos como la población afrodescendiente y originaria.
Asumir este rector es de mucha valentía y responsabilidad. Lo que hay que hacer es generar políticas públicas para combatir el racismo, apuntar a la igualdad racial para que todas las personas tengamos los mismos derechos.
¿Cómo se articulan las políticas descentralizadas con la ciudadanía?
Tenemos un plan que ha establecido cómo trabajar con el territorio y con las personas. Tiene un eje muy fuerte con la participación. Importa mucho que los vecinos y vecinas hagan a la construcción de su barrio. Este plan, construido en diálogo permanente con cabildos con más de 300 personas que aportaron su visión y su cuestionamiento, es lo que nos rige para los próximos cinco años.
Estamos en un territorio donde la población afrodescendiente tiene una historia. Se dan interseccionalidades en el municipio B.
Estar en el municipio B implica una diversidad de organismos como la Universidad de la República, y después barrios como Palermo y Sur que tienen una característica histórica de grupos que se fueron construyendo. La población afrodescendiente fue en un momento muy importante y con gran semillero cultural. Hoy no. Numéricamente la población no es tan importante, pero quedaron marcadas las características culturales.
Hay una gran riqueza y diversidad en Ciudad Vieja, en Aguada.
Las características implican una articulación del municipio con los colectivos, los ámbitos culturales
Desde la colonia hasta nuestros días la trayectoria del colectivo afro fue con una movilidad importante, con asentamiento fundamentales en Barrio Sur, Palermo, Cordón y Ciudad Vieja. Es un semillero cultural.
El período de la dictadura y la expulsión de los barrios ha hecho que haya una expansión en otros territorios. No hay barrios de Montevideo que no tenga una expresión cultural en la calle.
Beatriz creó un acervo, llamado Históricas, para recuperar la memoria de mujeres afro que sufrieron la dictadura en Uruguay
Nos pareció importante tener una mirada desde las mujeres. Cuando se registra la historia no siempre las mujeres estamos contempladas. Como feministas que somos seguimos una línea de hacer visibles figuras que aportaron a la historia. Reconocimos a tres mujeres del barrio Palermo, octogenarias las tres, que cuentan su vida anterior, cómo impactó en su vida el desalojo, y el después.
Lo hicimos en una primera etapa de serie de videos para redes sociales y TV Ciudad. Luego vamos a hacer un reconocimiento público y colocar dentro del complejo Reus al sur, uno de los recuperados, cuadros de Mary Portos, eximia pintora afrouruguaya.
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