Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

Comisión Investigadora

Ramón Méndez: Oposición estaba al tanto de negociación por regasificadora

El ex director Nacional de Energía compareció ante la Comisión Investigadora y explicó los detalles del proceso de definición del proyecto y su adjudicación a GDF Suez.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El ex director Nacional de Energía, Ramón Méndez, afirmó que los representantes de la oposición en los directorios de UTE, Ancap y Gas Sayago SA estuvieron al tanto del proyecto de la construcción de una planta regasificadora y de su adjudicación a la firma GNLS (GDF Suez). El ex jerarca -que hoy ocupa un cargo de confianza en la Intendencia de Montevideo- insistió que se trató de “un proyecto país” y que por ese motivo se informó en todo momento sobre la marcha del proyecto. Méndez fue el primer en comparecer ante la Comisión Investigadora por la construcción de la regasificadora en Puntas de Sayago. Lo hizo durante unas seis horas. Allí fue interrogado sobre cómo se desarrollo ese proceso, si se tuvieron en cuenta los informes de las diversas asesorías contratadas y los motivos que llevaron a la firma del contrato con GNLS. Méndez explicó que el proyecto de la regasificadora se inició en el primer gobierno del Frente Amplio. Sin embargo, a partir de 2010 se produce “un salto cuantitativo” a raíz de la firma del acuerdo multipartidario de energía que preveía, entre otras cosas, garantizar la presencia de gas natural en la matriz energética uruguaya. “El camino para llegar a eso era la terminal regasificadora”, dijo Méndez, según el acta de la Comisión a la que accedió Caras y Caretas Portal. Para eso se dispuso la creación de Gas Sayago SA, una empresa de derecho privado, propiedad de Ancap y de UTE en un 50% cada uno. Las decisiones formales en relación al proceso fueron adoptadas por el Directorio de Gas Sayago SA, que fue quien contrató los estudios, hizo las licitaciones y tomó las definiciones, en particular la definición de la adjudicación, señaló. Pero más allá de esto, Méndez destacó que existió una coordinación importante con diversos organismos del Estado, entre ellos, el Poder Ejecutivo el Ministerio de Industria, Energía y Minería, la ANP, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la Dirección Nacional de Aduanas, entre otros. Y que también existió un proceso de información a los directores de la oposición en UTE y Ancap. En este sentido, el ex jerarca aseguró que para la definición del proyecto se tuvieron en cuenta diversos aspectos. “Hubo una gran cantidad de informes que se contrataron; se trajo a los mejores expertos internacionales para este tema novedoso en el país y en el mundo; no había muchas regasificadoras flotantes cuando se pensó este programa para nuestro país. Nos basamos en los mejores informes científicos. Ese fue uno de los principios fundamentales”. El otro fue la transparencia y la participación. La prueba es que desde la propia concepción de la conducción institucional del tema, en Gas Sayago había una paridad de representación del Gobierno y de la oposición. Naturalmente, el presidente tenía doble voto; no había bloqueo, pero había una participación igualitaria del Gobierno y de la oposición”, con dos representantes cada uno, expresó. El Partido Colorado estuvo representado por el ex director de UTE, José Garchitorena, y el Partido Nacional participó el ex director de Ancap, Carlos Camy (posteriormente sustituido por Elena Baldoira). Esa integración se mantuvo hasta que el sector Vamos Uruguay (VU), del Partido Colorado, decidió retirar a sus representantes del gobierno. “Luego de que se retiró VU de los entes públicos lamentablemente también se retiró (…) el doctor José Garchitorena, quien había hecho un aporte fundamental en el proyecto, con ideas y con conceptos muy importantes y muy valiosos”, señaló. En este sentido, Méndez destacó que la mayoría de las decisiones se adoptaron por unanimidad, entre ellas, el sitio en que se construiría la planta, el pliego de licitación, cuando se hizo el llamado, la adjudicación a la empresa que hizo el dragado y la adjudicación a la empresa que construyó el gasoducto, que fue OAS. “La firma final del contrato, que se discutió en el Directorio de UTE, también fue tomada por unanimidad, en ese caso con el voto del hoy intendente de Maldonado, Enrique Antía”. “La decisión más importante que no se tomó por unanimidad fue la adjudicación”, señaló. Los oferentes Tras definirse que la planta se instalaría en la zona de Punta de Sayago, el Poder Ejecutivo procedió a efectuar un llamado internacional para su construcción. Méndez dijo que se trató de un llamado complejo. Se presentaron doce empresas, de las cuales cuatro fueron preclasificadas para participar del proceso. Para definir esto se tuvo en cuenta si la empresa tenía “la capacidad técnica para llevar adelante la obra”, lo que incluía la construcción de las obras marítimas y la capacidad de regasificación y de manejo de gas natural. Allí se inició “un proceso bien interesante”. “Se presentaron cuatro ofertas, y una directamente desapareció porque ni siquiera depositó la garantía para el mantenimiento de la oferta; de hecho, la empresa coreana ni siquiera termina de consolidarse como oferta. Terminó habiendo solo tres ofertas, de las cuales una fue bastante criticada muy rápidamente por los equipos técnicos. Me refiero a la empresa española, que trabajaba con un procedimiento extraordinariamente novedoso. Tal vez en algún momento sea bueno, pero a todos los técnicos les parecía muy arriesgado que se pudiera innovar en un tema tan sensible para nuestro país. Por lo tanto, quedaron dos empresas en carrera: GDF y HÖEG. Esas fueron las ofertas que se analizaron”, señaló. El análisis de las ofertas “fue una extraordinaria sumatoria de capacidades y de conocimientos técnicos que se pusieron al esfuerzo de hacer la mejor selección posible porque nosotros sabíamos que era un proyecto complejo y que en Uruguay no teníamos experiencia para hacer eso”. Esto incluyó un equipo de unas veinte personas de diversos organismos públicos, incluida la Universidad de la República, más la contratación de tres expertos extranjeros de diferente experiencia sobre temas marítimos, de gas y económico legales “quienes, de alguna forma, ayudaron a que todo este proceso llegara a buen puerto”. También participaron representantes de empresas consultoras que fueron contratadas para informar sobre aspectos sustanciales del proyecto. Las cuatro ofertas se recibieron en cuatro escribanías separadas y se alquilaron salas de un hotel para que los equipos técnicos desmenuzaran toda la información que se había presentado. “Todo terminó en un trabajo único con la resolución firmada por veintiún técnicos de siete organismos públicos diferentes”, con una evaluación técnica de las ofertas realizadas. Este informe concluyó: “Resulta de la planilla que la oferta que más se adecua a las condiciones establecidas en las bases del llamado es la de Suez pues es la que resulta con mayores niveles de aceptabilidad, siendo de destacar. […] Si bien las soluciones planteadas en las demás ofertas no son desechables en su totalidad, presentan carencias de difícil remedio o necesidad de profundidad en su resolución, implicando tiempos que no se pueden prever por lo que se entiende no son la mejor opción”. Oposición conocía la negociación El ex director de Energía afirmó que ese informe de los equipos técnicos fue uno de los aspectos más importantes del proceso de adjudicación. “Esta fue una de las cosas que más tranquilo me dejó y creo que también a la gente que efectivamente tuvo que tomar la decisión: los directores de Gas Sayago; entiendo que fue lo más contundente de todo”, expresó. Ese informe le fue entregado a la ex gerente general de Gas Sayago, Marta Jara (hoy presidenta de Ancap) y establecía que sólo una oferta estaba en carrera. Méndez detalló que el 25 de abril, Jara le informó a los cuatro directores de Gas Sayago sobre las características técnicas de cada una de las ofertas, con sus análisis de riesgo y sus costos y cómo se seguirían las negociaciones. Ese mismo día los vicepresidentes de UTE y Ancap compartieron toda esta información con los directores de los entes. “O sea: los directorios de las dos empresas, una semana después de recibidas las ofertas, recibieron los análisis pormenorizados de la posición relativa de costos, del análisis de riesgo y de las características técnicas de los cuatro proyectos”, dijo Méndez. Allí se inició un período de negociación con GDF Suez, “magistralmente” conducido por Jara. En este proceso, se logró que la empresa redujera en 100 millones de dólares los costos del proyecto, haciéndole creer que la competencia estaba abierta, cuando los informes técnicos establecían que era la única que calificaba como “viable”, agregó. “Cuando se generan las presunciones sobre por qué las cosas se hacen rápido -es raro cuando se acusa de que las cosas van rápido; yo lo entiendo perfectamente y no estoy cuestionando-, lo que se valoró fue que existía una acotada ventana de oportunidad para que empezaran a trascender las características de las ofertas”. “Aprovechamos esa ventanita de que todavía no había trascendido que había una única oferta técnicamente viable, de acuerdo a todo el equipo técnico”, agregó. Todo esto fue analizado en los días posteriores por los Directorios de UTE y Ancap y sus gerencias, afirmó. “¿Qué es lo que sucede el lunes 13 (de mayo)? Sucede que la gerenta general de Gas Sayago recibió, después de dos semanas de negociación, la oferta final de GDF Suez, que había sido negociada durante los días anteriores. Era lo único que teníamos. Teníamos esa oferta de Suez, que había sido negociada, que los técnicos decían que era viable y que había que retocar algunas cosas -que fueron las que se negociaron-, mientras que de las otras decían que no eran técnicamente viables”. “El martes 14 (de mayo) se compartió toda esa información con el directorio de Gas Sayago y esta la compartió con los directorios de UTE y Ancap. Acá viene una información muy importante. ¿Qué se compartió con los directores de UTE y Ancap? No solamente toda la información, sino los mails intercambiados con los cuatro oferentes durante todo el proceso. Todo ese proceso de negociación y de intercambios está documentado y fue transferido a los diez directores de las dos empresas públicas madres de Gas Sayago, los del Gobierno y los de la oposición, así como las actas de todas las reuniones mantenidas con todos los técnicos”.Esto fue transferido el martes 14 a todos los directores, que hacía varias semanas venían siendo informados día tras día, a veces cada tres o cuatro días, de cómo iban evolucionando las negociaciones y qué era lo que estaba pasando. Pero, a su vez, en el año 2011 -dos años antes de esto-, en un gabinete energético con el ministro, presentamos a los diez directores de las empresas públicas los costos estimados y otras cosas. Esta información hacía por lo menos dos años que los directores la tenían”.Todo este proceso de información no solamente fue compartido día tras día, o a veces cada tres o cuatro días, sino que además fue documentado desde los mails que se intercambiaban en la negociación y las actas de cada una de las reuniones, y fue entregado a cada uno de los diez directores de las empresas públicas. Ese es el proceso de transparencia que se siguió”, expresó Méndez.

En este punto, Méndez insistió que lo único novedoso que se presentó el 13 de mayo fue que la oferta de GDF Suez, o GNLS, se reducía de 1,300 millones de dólares a 1,200 millones de dólares, producto de la negociación encabezada por Jara. E insistió con el cronograma de trasiego de información. “El nivel de información se iba acotando cada vez más. Se arrancó dos años antes, discutiendo la ubicación, los costos esperados y los problemas”.

No es que los directores de las empresas públicas estuvieran descubriendo, tres días antes de la adjudicación, de qué se estaba hablando. Tuvieron permanentemente, sobre todo al final, la información a medida que se iba clarificando, con detalles cada vez más finos, para tomar una definición”. “Además, los directorios de las empresas públicas, a través de sus dos representantes, estuvieron siguiendo las más de treinta reuniones de directorio de Gas Sayago, donde se discutieron todos estos temas. No es algo que llegó de golpe, y de pronto se les pidió que en cuarenta y ocho horas tomaran una definición sobre un negocio de 1.000.000.000 de dólares”.

Es un proceso, pero estamos tomando solamente la última imagen de la película, no la película entera”. “Entonces, si me preguntan si estoy de acuerdo en que a los directores se les entregó algo el 13 y se les pidió que en cuarenta y ocho horas tomaran una definición, honestamente digo que no lo veo así”, insistió Méndez.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO