Textos: Daniel Alejandro
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Hablar con Raúl Tintabrava Castro es dialogar con parte de nuestra tradición cultural más arraigada. Es charlar con un hombre nostálgico que sabe venerar recuerdos sin anclarse en el pasado. “El futuro y yo somos hijos de una misma madre: la esperanza”, dice. Y cómo no creer en la esperanza, si su vida ha estado repleta de alegrías y tristezas, aprendizajes y anécdotas, pero siempre con un dejo dulce. Para los que creen en la reencarnación, diremos que en su vida anterior fue un boxeador; de esos que jamás tiran la toalla, de esos que dan pelea hasta el último round. Pero los que creemos en Dios, sabemos fervientemente que es un iluminado.
¿Con la letra de qué canción definiría el Uruguay en el que estamos viviendo hoy?
“En la noche fría se ha perdido aquello, se extravió su alma en el vendaval. Tanta hermosura que alegró las tardes, que encendió las luces de nuestra ciudad. En la melodía que tocan a veces, pidiendo tijeras a la población. La gente retoma su tenso camino, retumba el trabajo sobre el hormigón”. Aquello esa es la canción.
¿Recuerda cuál fue la primera utopía que se le pasó por la cabeza?
Ser murguista fue mi primera utopía y fue tomando forma de a poquito. Primero, cuando siendo un botija vi a Tito Pastrana en el tablado de mi barrio. Y después, cuando de adolescente iba a los ensayos de los Asaltantes con Patente. La utopía de toda mi vida fue ser murguista, así que hay veces que las utopías se alcanzan.
¿Cree usted en esa frase que dice: “Todo tiempo pasado fue mejor”?
No, no creo para nada. El futuro siempre es mejor. Soy de los que creen que todo tiempo futuro será mejor.
¿En qué Uruguay le hubiese gustado vivir si la vida le diera la oportunidad de volver el tiempo atrás?
En el año 49 para ver a la Máquina. De lo más grande, fue lo único que me faltó ver.
¿Es usted un hombre nostálgico? Y si es así, ¿se nace con nostalgia?
Sí, gracias a Dios soy muy nostálgico. Me encanta la nostalgia, es un momento de reflexión maravilloso. Creo que con todo se nace. Uno cultiva lo que la vida le va mostrando primero. Y por otro lado, lo que de por sí comienza a brotar, por esa cosa que tiene Dios de ser tan caprichoso.
¿Qué es lo bueno y lo malo de ser un hombre que vive de recuerdos?
No vivo de recuerdos, al contrario, vivo del futuro. Tengo los mejores recuerdos del pasado, tuve una vida espectacular. Pero mucho más lindo es lo que viene, lo que está pasando ahora mismo de cierta manera.
¿Entonces se lleva bien con el mañana?
Camino con el futuro a mi lado, siempre parejo. Vamos juntos como hermanos. El futuro y yo somos hijos de una misma madre: la esperanza.
El Canario Luna decía: “Si la vida me diera de nuevo la oportunidad de volver a vivirla otra vez, no la quiero más”. ¿Raúl Castro lo haría?
“Si pudiera lograrle al Dios tiempo un instante más para hacer detener a la farsa en la realidad, vestiría ropajes eternos, luces y oropel. Pintaría mi cara y haría de nuevo el papel. El papel del Pierrot callejero que se dibujó, la sonrisa que atrae alegrías de tierno color. El payaso que canta y que ríe y su canto no puede parar, pues su risa es siempre una apuesta por el carnaval. Es hermoso traer a los barrios flores de ilusión”. Ya respondió Raúl Castro cuando adaptó esa milonga de Mastra que el Canario cantaba en los mostradores para el repertorio final del timbero. Cuando el tipo le dice: “¿Apuesta por el carnaval?” ¡Y cómo no voy a apostar por el carnaval, si el carnaval es mi vida!
Como hombre de izquierda, ¿cómo asimiló la derrota del Frente Amplio?
Como un hermoso desafío. Un desafío para la introspección de rascar la cáscara y volver a revisar nuestros errores. Y también como un aviso. Ya sabía que no iba a ser fácil cambiar, seguir cambiando el mundo. Nunca va a ser fácil, no porque tengamos la razón absoluta, sino porque es entre todos y tenemos que acostumbrarnos a eso. Hay gente que piensa diferente y está en su derecho. Veremos qué hicimos mal y trataremos de hacerlo mejor, sin dramatismos. Es la hermosura de la democracia.
¿Se puede ser un hombre de la cultura y un hombre de derecha?
Sí, por supuesto. En la cultura hay muchos más de derecha de lo que nosotros pensamos. Está lleno de discursos de izquierda, eso sí, pero en los hechos, hay muchos de derecha. Incluso existen genios que son de derecha declarada como Enrique Jardiel Poncela, un humorista español franquista. Hizo una novela que se llamó Pero… ¿Hubo alguna vez once mil vírgenes?, en la que Dios baja a la tierra y le da un reportaje a un periodista español en una plaza de toros. Y ahí explica por qué Dios piensa que el mejor gobierno del mundo es la dictadura, justamente porque es Dios. Así que imagínate si habrá artistas de derecha. Sí que los hay y muy buenos. Pero cada uno toma su opción. Yo creo que es más inteligente ser solidario que ser individualista.
Recurramos a la imaginación total. Si la vida le diera la posibilidad de hacer cantar en Falta y Resto a Fernando Morena, el Che Guevara, Alfredo Zitarrosa o Carlos Gardel, ¿a quién elegiría y por qué?
Primero los probaría a los cuatro. Haría que cantaran y conversaría un rato con ellos. Pero casi con seguridad, elegiría a don Carlos Gardel. ¿Por qué? Porque sé que tiene la voz más linda.
Un dilema: ¿qué le gustaría vivir a Raúl Castro? ¿Nuevamente un cuplé de la Falta rompiendo todo como nunca antes en la historia de la murga, Peñarol celebrándose campeón del mundo o el triunfo del Frente Amplio una vez más?
El cuplé de la Falta no porque lo hago todos los años y siempre rompe todo. ¿Peñarol saliendo campeón del mundo? Sería un egoísta si le pidiera a Peñarol un triunfo más. Conmigo cumplió con creces. No creo que haya otra persona en el mundo que tenga la gloria que yo personalmente viví con Peñarol. Así que de cajón elegiría la tercera, con muchísima alegría. Creo que no hay chance de que el Frente no vuelva al gobierno; pero no por los queridos compañeros que tengo en el partido, sino por la concepción ética de lo que en el avance político de la gente significa el Frente Amplio. Estoy seguro de que el pueblo uruguayo es frenteamplista, hasta los que no lo votaron. Por eso digo que vamos a volver a ganar, con luchas internas, discrepancias y discusiones, como las ha habido desde siempre. Pero siento que es lo que realmente necesita el pueblo para gestar su realidad política, económica y social. La Falta y Peñarol van invictos. El Frente tiene que pelear.
Biografía
Tiene 70 años y vive en Villa Argentina. Es fundador, director y letrista de Falta y Resto, una de las murgas más reconocidas de Uruguay, aclamada en Argentina, Brasil y países de Europa. Se desempeñó como periodista en Guambia, La Hora, La República y El País, y también se dedicó a la publicidad creando su propia agencia, Escenario Publicidad. En 2019, publicó su autobiografía, Tintabrava. El hombre que quería hacer cantar el mundo. Padre y abuelo, amante del deporte, fanático de Peñarol y apasionado del Frente.