Raúl Rodríguez: “Vivimos una situación nunca vista en otros tiempos”

Recordó el carácter social de la medicina, uno de los pilares del Casmu, con una historia empleada por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) que grafica ese carácter. “Había en la India una familia con muchos hijos, que vivía de ordeñar leche de búfalo. Uno de los niños se enferma y los padres lo llevan al hospital comarcal. Un hospital simple. Pero el niño necesitaba una atención mucho más sofisticada. Debía ir a un hospital regional. Si lo llevo al hospital regional, le dicen los padres al médico, ¿usted me asegura que mi hijo se salva?”

-No se lo puedo asegurar- respondió el médico.

-¿Y si yo lo dejo acá usted me puede asegurar que no se va a morir.

-No, pero capaz que se salva.

Los padres se van, conversan y luego vuelven a ver al médico y le dicen “lo vamos a dejar acá”.

Y el médico: “Pero, ¿no van a jugar todo lo que pueden por su hijo? ¿Por qué no lo van a llevar  al hospital regional y dar la lucha para que su hijo se salve”.

Y le explican: “Nosotros teneos más hijos. Vivimos de ordeñar el búfalo. Cuando el búfalo no se ordeñe va a dejar de dar leche y mis otros hijos se van a morir”.

“Ahí el médico se da cuenta que hacer medicina no es simplemente un trabajo clínico, sino que tiene que mirar lo humano, lo social y lo familiar, para poder tomar una decisión”, subrayó Rodríguez.

Y agregó: “Eso nos pasa hoy cuando tomamos una decisión, por ejemplo en internar a un  paciente y es un anciano que va a quedar solo en una habitación en un CTI, donde la familia no lo va a poder visitar y se va a morir solo. Es la peor muerte. Y a veces sin entender por qué llegó ahí”.

Sin embargo, “a veces dejarlo en la casa, sabiendo que se va a morir, pero lo va a hacer con su familia, tal vez es más humano que usar el método científico como antes de la pandemia. Esta ha trastocado todo, tanto con lo científico y con lo humano, lo político, lo social y uno siente que las decisiones hay que tomarlas. Las que se toman a nivel político la toman los políticos. Y las que corresponden al Casmu, siguiendo las directivas del Ministerio de Salud Pública, son decisiones propias como es la ampliación del CTI para atender la pandemia. Atender la mayor cantidad de personas que podamos, más allá de que sean socios de Casmu o no. Hoy vienen pacientes de otras instituciones y nosotros los recibimos, los atendemos. Y damos la lucha por ellos”.

“Es una situación no vista en otro tiempo. Nos ha tocado lidiar con ello y hoy estamos preparando en el sanatorio número uno, que está cerrado, 40 camas porque vemos que vamos a necesitar abrir eso para seguir atendiendo gente porque nuestro sanatorio tiene los recursos colmados”, agregó.

Indicó que Casmu recibió 19 respiradores que “nos entregó el gobierno. Por supuesto los paga el Casmu. Eso permitirá que en ese centro de tratamiento intensivo, donde hace 15 días teníamos 43 camas, pasemos a 74, y probablemente lleguemos, si esto sigue así, a 100. Tenemos la dificultad de los recursos humanos por un lado, las dificultades que hay con oxígeno, las drogas. Nosotros habíamos planificado una cantidad equis de drogas, por suerte estamos estoqueados, pero el consumo de medicamentos, al aumentar la cantidad de pacientes, ha sido mayor y eso nos complica”.

En cuanto a la dimensión humana y social de la medicina, Rodríguez recordó que “el Casmu es el Sindicato Médico del Uruguay y eso tiene unas raíces que nos llegan a todos, más allá de nuestra posición política o gremial. Por eso nos toca a todos los médicos y hace que el Casmu siga con sus bases filosóficas”.

“Por eso en enero, cuando nadie hablaba de covid o por lo menos nadie lo veía como algo cercano, se formó el comité de crisis. Era muy especial, tenía un representante del Colegio Médico, uno del SMU, uno de las SAQ y uno de Afcasmu. Porque veíamos que esto iba más allá de otras crisis que ha conocido el sistema de salud, porque iba a tocar temas éticos, económicos, en diferentes áreas”, agregó.

Interrogado sobre la vacuna rusa Sputnik, de la cual el Casmu había hecho una reserva, Rodríguez dijo que la institución “tuvo la osadía, o la fuerza, de ir al Greg Mortimer. Es una empresa privada y, sin embargo, fue junto con el Estado a atender una situación tan grave como la que se dio en ese barco. El Casmu y la 1727 llevaron adelante la principal actividad en el rescate de esa gente. Eso nos dio una presencia internacional muy importante”.

Es así que a través de la embajada rusa, “ellos nos mandaron una nota ofreciéndonos mediar, para determinados insumos o compras, con el Fondo Ruso de Inversiones. Tuvimos una entrevista y apareció el tema de la vacuna”.

“Ahí convocamos a los especialistas para que ellos, que son los técnicos, determinaran si podía tener algún interés para Casmu. Concluimos que sí. Nos contactamos con el gobierno y nos informaron que se habían adherido al sistema Covax, unas 750.000 dosis, y nosotros pensamos que hay gente que va a querer vacunarse y el gobierno, como todos los años, va a vacunar a los grupos de riesgo, y el resto de la población no va a tener con qué vacunarse. Fue por eso que decidimos firmar una reserva de un millón y medio de vacunas. Luego el gobierno cambió el paso y dijo vamos a vacunar gratis a toda la población. Bueno, si hacen eso, el Casmu no tiene espacio para traer la Sputnik. La reserva quedó guardada. Eso fue lo que pasó”.

Finalmente Rodríguez indicó, analizado la perspectiva, que los próximos tres meses “los avizoramos con más dificultad, aunque con el efecto de la vacuna pensamos que en unos tres meses podemos comenzar a acercarnos a la normalidad. Pero por ahora pensamos que las cosas van a ir creciendo y todos tenemos que cuidarnos”.