El molino paralizó las actividades a fines de enero y 200 de sus trabajadores quedaron acogidos al seguro de paro desde el 1 de febrero. A mediados del mes pasado el juez decretó concurso y designó un síndico para Cereoil Uruguay S.A. A partir de ese momento se comenzó a hacer cargo la Asociación Uruguaya de Peritos (AUPE), para administrar y disponer de los bienes. El síndico designado por el juez, Gabriel Ferreira, se hizo cargo de la empresa y decidió comenzar a trabajar el domingo y abrir las puertas el lunes 6 de marzo. “El ánimo cambió notoriamente. Ahora la gente está entusiasmada”, declaró el presidente del sindicato Óscar Muniz a El País. Inicialmente serán 120 los trabajadores en plantilla y se trabajará al 50% de la capacidad total del molino, unas 6000 toneladas por mes y agregó que se trabajará “entre tres o cuatro meses ara evaluar la viabilidad”. En caso de no prosperar la iniciativa y tener que declara la quiebra hay por lo menos cuatro interesados en comprar el molino.
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