Lugano, hincha de si mismo y admirador de Bolsonaro, pidió a Domínguez que interviniera la AUF para evitar perder el mango del sartén .
Domínguez, de la familia de los Stroessner, oligarcas y dictadores, contó con su símil en Uruguay: Pedro Bordaberry, que con la complicidad del blanco Casteingdebat y los jugadores liderados por Lugano, lograron la injusta INTERVENCIÓN .
Para qué?
Nada más ni nada menos que para cambiar los estatutos de la AUF y así proyectarse y perpetuarse en el poder.
Alonso33, como reza en su Twitter, no es por los 33 orientales, sino por la lista 33 herrerista de la derecha más rancia.
Nosotros pudimos resistir la intervención y, con Curuchet como candidato, ganamos las elecciones en primera vuelta, pero Bordaberry se las ingenió para servirle la mesa y así Alonso comprar un puñado de votos y ganarnos en segunda vuelta.
Todavía siguen disfrutando del botín. Nada de lo que habían prometido de beneficio para jugadores e instituciones cumplieron.
Solo lograron su cometido: proyectarse en el poder.
Poder con el cual manejan la AUF a través de prácticas clientelísticas y amiguismos, favoreciendo a un puñado de bufones que hacen piruetas entorno de la corte para recibir algunas migajas.
Domínguez, Bolsonaro, Lugano, Bordaberry, Lacalle, Alonso y sus secuaces, pertenecen a esas familias ideológicas que han estado repartiéndose la torta y ahora le devuelven al promotor de la intervención (CONMEBOL) el favor recibido.
Ahora facilitan vacunas para Domínguez y la CONMEBOL … vacunas hay, dinero hay, el tema es la distribución de esa riqueza.
Mientras miles de uruguayos/as claman por vacunarse (ya que es el único escudo que ofrecen) ellos donan nuestros menguados recursos a sus amigos, socios, cómplices, secuaces.
Impunes como siempre!!!