Ante la imposibilidad de dormir lo suficiente durante la semana hay personas que consideran que dormir en exceso durante el fin de ella, lograría resolver el cansancio acumulado.
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Esta creencia ha sido desmentida por un estudio reciente.
La falta de sueño debería considerarse “un problema de salud pública” según varios investigadores ya que incrementa el riesgo de sufrir patologías serias e inclusive podría ser causal de muerte. Entre las patologías serias encontramos la diabetes al reducir la tolerancia a la insulina y la obesidad. Dormir mucho puede ser tan peligroso como dormir poco y aunque no es concluyente siete u ocho horas de sueño sería lo ideal para minimizar riesgos.
Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) trataron de medir los efectos de dormir durante el fin de semana sin preocuparse por el horario de forma que los problemas metabólicos causados por la falta de sueño en la semana de trabajo lograran reducirse.
El estudio publicado por la revista Current Biology informa sobre el resultado llevado a cabo con voluntarios repartidos en tres grupos.
En el primero durmieron nueve horas al día durante nueve noches, en el segundo cinco horas al día durante la semana y sin límites el fin de semana y en el tercero cinco horas en los nueve días en que se llevó a cabo el experimento. Los que menos durmieron comieron de forma irregular, picando después de la cena lo que trajo como resultado aumento de peso
En el grupo que contaron con dos días para recuperar el sueño redujeron el problema, pero después sufrieron efecto rebote, con comidas a deshora, reducción de la sensibilidad a la insulina lo que supone el origen de la aparición de la diabetes.
Los que recuperaron el sueño el fin de semana también tuvieron problemas por retrasar el reloj circadiano.
Este descubrimiento no estaba dentro de las previsiones y muestra que el tiempo de recuperación del sueño durante el fin de semana no es una buena medida ni logra los esperados cometidos. Los problemas metabólicos no logran ser contrarrestados de este modo cuando la pérdida de sueño se ha vuelto crónica según conclusiones de los autores del estudio.
La jefa del grupo CIBEROBN (grupo de investigación dedicado a nutrición y obesidad), investigadora de la Universidad de Valencia, Dolores Corella, explica que estos estudios resultan siempre controvertidos.
“Al inicio se decía que había que mantener un patrón estable pero estudios recientes, en particular uno de origen sueco, donde se siguieron más de 40.000 personas en los que algunos dormían poco durante la semana y el fin de semana, otros dormían bien con continuidad en cada día sin oscilaciones y otros recuperaban el sueño durante el fin de semana, han considerado que es posible recuperar dándole valor a la media”
Sobre el estudio estadounidense Corella considera que hay que tomarlo con cautela antes de considerar que puede ser válido para toda la sociedad.