Por Manuel González Ayestarán
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El rector de la Udelar nos recibe en su despacho situado en el emblemático edificio de la Facultad de Derecho, al cual hay que acceder desde la entrada lateral situada en la calle Eduardo Acevedo, debido a que la fachada frontal se encuentra en peligro de derrumbe. Esta contingencia se hace ideal para la alegoría en referencia a un sector que tuvo que pasar más de dos meses del período lectivo organizando movilizaciones para defender su presupuesto.
En lo referente a la valoración general de la primera mitad de su gestión, Markarian declaró a Caras y Caretas que “hubo avances y hubo equilibrios, yo no soy muy conformista, estoy contra el exitismo porque creo que difícilmente esto ande bien y porque los hombres hacemos la historia, pero las condicionantes que la historia nos impone son más importantes de cara al desempeño personal y de las instituciones que manejamos. En este caso está claro que el desempeño de la institución estuvo muy condicionado porque estuvimos muy lejos de tener los fondos que precisábamos para nuestra actividad”.
Markarian destacó que “del total de las metas que nos propusimos, muchas están muy avanzadas y otras se encuentran en pleno desarrollo y planificación”. Entre las primeras destacó la discusión acerca de las políticas de planificación estratégica de evaluación y de información de la institución. En este ámbito se han tomado resoluciones muy importantes para mejorar los sistemas de información de Udelar, como la creación de un equipo que está trabajando en varias propuestas que permitan, entre otras cosas, crear parámetros de medición de la calidad de la enseñanza. “Estamos limitados por problemas financieros. Tendremos que cortar mucho las actividades normales de la institución para tener un aparato grande. Estamos tomando medidas encaminadas a tener una estructura mayor e ir viendo en qué medida crece más y la consolidamos mejor. Yo planteaba la posibilidad de tener algo más parecido a un prorrectorado; esta propuesta no esta planteada formalmente en este momento, pero la perspectiva de que eso suceda es posible”, señaló Markarian.
Avances en el interior
El jerarca se mostró satisfecho con la expansión de la Universidad hacia el interior del país. Si bien admite que la Udelar ha estado creciendo con más lentitud que durante los cuatro años anteriores, el rector destacó que “hemos construido mucho en el interior, tenemos hermosos locales en Salto, en Paysandú y en Tacuarembó; estamos solicitando una nueva construcción en Rivera, construimos también en Rocha y en Maldonado, y vamos a inaugurar dentro de pocos días una obra importante en Treinta y Tres”. Además, subrayó que “a través de la reutilización de dinero no gastado en actividades permanentes durante los años anteriores se ha logrado emplear una estructura importante de enseñanza e investigación en el interior”.
El próximo objetivo inmediato de la Udelar fuera del área metropolitana es avanzar en la consolidación institucional. El Consejo Central de la Universidad recientemente resolvió impulsar la creación de departamentos e institutos en las seccionales del interior. Esta resolución tiene una importancia trascendental en la descentralización del país, ya que por ella se superarán las estructuras relativamente transitorias que existen actualmente, como los llamados Polos de Desarrollo Universitario (PDU). “Una cosa es es tener un grupo de investigación sobre un tema concreto de matemáticas y otra cosa es tener un instituto de matemáticas; este ejemplo resume la naturaleza del cambio que pretendemos implantar en el interior”, explicó el jerarca.
Por otro lado, en lo referente a Extensión y Relacionamiento con el Medio, se mantuvieron los temas de trabajo con la nueva estructura aprobada el pasado año, por la que se redujo el aparto central dependiente de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (Cseam). En este ámbito se creó un nuevo eje de trabajo denominado Área de Derechos Humanos, en el que la Universidad realiza la extensión a través de la colaboración con el movimiento cooperativista, con las estructuras sociales y con el movimiento sindical. El nuevo espacio sobre derechos humanos se centra esencialmente en generar un impacto en el sistema carcelario, colaborando para que los reclusos puedan realizar estudios universitarios y otras actividades de promoción. En este ámbito también se ha impulsado la creación de huertas en las prisiones a partir de la mediación de un equipo de agronomía en aras de posibilitar que los presos tengan una vida activa positiva.
La modificación de este ámbito de la actividad universitaria estuvo marcada por un duro debate acerca de la definición misma del concepto de extensión y de la estructura que debía hacerla posible. Finalmente, el Consejo Directivo Central de la Udelar decidió por más de 15 votos sobre 20 llevar a cabo la reestructuración que se viene desarrollando durante la presente gestión. Con este marco de fondo, Markarian explicó que se hicieron pasajes de mucho dinero procedente de la estructura docente hacia el área de los servicios. “El presupuesto que destinábamos antes a la estructura docente quedó en la mitad a nivel central y la otra mitad se volcó a los servicios. La inversión que se hace en extensión es la misma que se hacía antes, lo único que de una manera distinta”. Pasó lo mismo en el interior: se abrieron unidades en el interior que se traspasaban con cargos y todo. Ese es un tercer rubro en el que creo que hemos aportado cuestiones importantes”, agregó. Actualmente las actividades de extensión suponen 0,6 por ciento del presupuesto universitario, según informó Brecha.
Presupuesto
“En 2015 se elaboró el presupuesto, actualmente seguimos en ese ámbito para la Rendición de Cuentas bajo la consigna de que el actual equipo de gobierno ha prometido tratar de llegar a seis por ciento del PIB para la educación, más uno por ciento para investigación”, expresó el rector. “Esto obviamente es una previsión de cara al final del período, y como eso ha cambiado nuestros números, también han tenido que hacerlo, porque nos ajustamos a que eran 6+1”. El rector afirmó que el pedido presupuestal fue bien recibido en el Parlamento, “lo único que no se adjudicó de la forma en la que lo necesitábamos”, explicó. Por ejemplo, según afirmó a este medio, el gobierno no dio a la Universidad los fondos necesarios para desarrollar lo referido al planeamiento estratégico y de la información, ni tampoco para consolidar la política de becas. En el primer caso, el jerarca explicó que la estrategia seguida para cubrir esos gastos “es reciclar dinero creando cargos. Reutilizamos dinero que se destinó inicialmente a partidas salariales votadas en la ley de presupuesto del cual guardábamos una parte para cubrir las aspiraciones nuevas”.
Sin embargo, matizó que la Universidad recibió dinero para la mejora de la calidad del personal docente, tanto por la vía de algunos aumentos salariales como por la vía de financiamiento de becas de posgrado para personal joven. “Eso se entendió muy bien en el Parlamento, entendieron que si uno quiere tener personal de calidad enseñando, tiene que ayudarlo a que se forme mejor, y en el mundo actual eso conlleva la financiación de posgrados”, señaló.
Markarian también destacó que desde el período anterior, liderado por Rodrigo Arocena, se están dando alrededor de 70 dedicaciones totales nuevas a docentes. Esto implica dedicarse por entero a la institución, recibiendo un salario acorde a su función. “Ese crecimiento ha permitido que en este momento mas de diez por ciento del personal docente tenga dedicación total. Hace ocho años este tipo de cargos era la mitad”, señaló Markarian.
Para el rector la discusión sobre la Rendición de Cuentas se adelantó mucho debido fundamentalmente a problemas políticos relacionados con el interrogante de si el gobierno dispone o no de la mayoría parlamentaria para llevarlo adelante. “Al gobierno no hay que apurarlo, faltan cuatro meses para el 30 de junio, así que es perfectamente entendible que aún no haya una propuesta final”. Según el censo presentado a finales de 2015, la Udelar cuenta con 15.624 funcionarios que ocupan 17.290 puestos. Del total, 62,5 por ciento son docentes (10.799); 34 por ciento (5.906) son cargos de funcionarios técnicos, administrativos y de servicios (T/A/S); 1,5 por ciento (258 puestos) son becarios y pasantes docentes y 1,9 por ciento (327) son pasantes T/A/S.
Debate sobre el Hospital de Clínicas
Además de lo solicitado en el marco del compromiso del gobierno de llegar a 6+1 por ciento del PIB para enseñanza e investigación, también se realizó un pedido extra de partidas especiales destinadas al Hospital de Clínicas. Según expresó el rector, parte de este pedido proviene de convenios con ASSE que se votan directamente en el presupuesto de salud. De esto la Universidad ha recibido fondos, pero mucho menos de los que fueron solicitados. Por otro lado, en lo referente al problema edilicio del hospital, “hemos hecho muchas mejoras con dineros propios, redistribuyendo sobrantes de fondos de otros lados”, señaló el entrevistado. Sin embargo, en este marco la Udelar realizó un pedido presupuestal, acordado con la dirección del hospital, de 11 millones de dólares anuales para realizar el proyecto de reforma del edificio.
En el proyecto presentado al gobierno se rediseñó el edificio de forma que las instalaciones ocuparan 11 pisos de la actual construcción, cambiando la disposición de muchos elementos. “Por ejemplo, la emergencia, el CTI y la parte de cirugía van a estar en un bloque conjunto con estructuras verticales propias”, explicó. “En paralelo, hemos resuelto postularnos a la aplicación de la ley de Participación Público Privada (PPP), que es un trámite independiente de todo lo que hablé hasta ahora, en el que hay discrepancias”. Sin embargo, hay una mayoría que decidió entrar en este proceso por el cual se va a analizar si es factible llevar a cabo esta reforma por PPP.
La realización de este proyecto vía PPP ha sido duramente criticada por sindicatos y movimientos de izquierda, los cuales ven en él una herramienta para iniciar procesos de privatización y desmantelamiento de empresas y servicios públicos en connivencia con las corrientes neoliberales promocionadas por los organismos financieros internacionales. Mediante este tipo de modelo, una empresa privada se hace cargo del gasto que supone la reforma del hospital a cambio de gestionar determinados servicios del mismo durante varias décadas. Para los críticos esto termina afectando al funcionamiento global de la institución, ya que los privados a su vez llevan a cabo externalizaciones de servicios no asistenciales que también terminan afectando a los asistenciales, y en muchos casos venden su participación a otras multinacionales. Esto en definitiva supone para los críticos una punta de lanza en la privatización del hospital público.
Sin embargo, Markarian discrepa con este planteo. En primer lugar sostiene cierto escepticismo respecto a que el proyecto por PPP sea viable, por ello no ve problema en inicialmente comprobar si es posible realizarlo de este modo, ya que actualmente no se dispone de fondos. “Hay cuestiones de equipamientos que ahora también están tercerizados. Porque se habla como si todo fuera propiedad de la institución y no es así”. En este sentido, el rector señaló servicios como la provisión de oxígeno o el mantenimiento de tomógrafos, los cuales son realizados actualmente por empresas privadas.
En lo referente al mantenimiento, que es del área que se ocuparía la empresa que llevase a cabo la reforma edilicia en caso de que se aprobase el proyecto PPP, Markarian reconoce que puede no ser equiparable a los ejemplos que ha dado. Sin embargo, para él, “el actual mantenimiento del hospital no es el mejor ejemplo para decir que no queremos que venga nadie externo”. Así, el rector reconoce que existe un peligro a la hora de internarse en un proyecto financiado por PPP, no de perder la autonomía, lo cual “rechaza categóricamente”, pero “sí de tener que entrar en trámites tan complicados en los que finalmente resulta mejor no entrar”. Por ello, el jerarca de la Udelar hace especial hincapié en que lo que se ha resuelto no es internarse en este tipo de proyecto, sino únicamente ver si es factible.