Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

CON EL MINISTRO DE TRANSPORTE, VÍCTOR ROSSI

Se firmó acuerdo con UPM: Es tiempo de concretar

La firma del acuerdo de inversión entre el Estado uruguayo y la empresa UPM para la instalación de la tercera planta de procesamiento de pasta de celulosa en el país, y segunda de la empresa, se convirtió en la noticia de la semana. La firma del contrato, que por los montos manejados es absolutamente inédito en el país, determinará también la inversión de casi 1.000 millones de dólares en obras de infraestructura de parte del Estado nacional. Sobre el acuerdo y su significación, habló el ministro de Transporte, Víctor Rossi.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

¿Qué significa para Uruguay este acuerdo alcanzado con la empresa UPM? Es la culminación de una etapa muy intensa y compleja para definir un proyecto muy importante para el país. Esperamos que sea  un paso trascendente en el funcionamiento del país y en el mejoramiento de las condiciones de vida de los uruguayos. Es el inicio, además, del desafío de crecer teniendo en cuenta nuestras condiciones internas y concretamente, en lo que a mí atañe, es el comienzo de una etapa de muchísimo trabajo para potenciar nuestra infraestructura y así acompañar este paso que queremos dar. No es una tarea que se agote con esta firma, sino que estamos ante un camino que exige muchos pasos que iremos dando a su debido tiempo. Ahora nos queda la puesta en marcha de distintos objetivos, particularmente en materia de infraestructura, aunque también hay otros temas. Y culminaremos, esperemos, con la puesta en marcha de esta planta, que tendrá una influencia enorme en el cambio de la estructura económica del país. Ese país que nos espera, además, será un país distinto al que conocemos hoy porque será la resultante de una serie de modificaciones económicas, productivas y de infraestructura que hoy están, recién, comenzando a andar. Culminamos esta etapa con entusiasmo y sentimos una gran responsabilidad por asumir la tarea que nos toca.   Se ha calificado a esta negociación como muy dura. ¿Cuáles fueron los puntos más difíciles de la negociación? Fue una negociación muy compleja, muy dura, porque los objetivos que estaban presentes eran objetivos muy caros para el inversor y para quienes queremos comprometernos con el crecimiento y mejoramiento del país. Se fueron discutiendo infinidad de asuntos y las resoluciones fueron detalle por detalle. Eso no garantiza nada, pero no ha faltado análisis, estudio y trabajo y creemos que el resultado logrado es un resultado equilibrado que nos permitirá avanzar hacia ese futuro que queremos. Ahora hay que pasar de la discusión del escritorio y del acta a concretarlo en el campo. Entonces habrá que llevar adelante esas ideas de puertos, de carreteras y de ese desarrollo ferroviario del que se ha hablado tanto y que es un desafío muy importante con el que nos hemos comprometido, no con la empresa, sino con todo el país. Porque de la discusión surgió que si Uruguay debía defender el modo ferroviario, la única manera de asegurar esa existencia era a partir de esta transformación que debemos realizar en la columna vertebral.   ¿Cómo se traducen en obras concretas los 1.000 millones de dólares de inversión en infraestructura? Son cientos de obras, lo que significa materiales, tecnología y trabajo de obreros, técnicos y profesionales. Eso es lo que se va a expresar, por ejemplo, en materia ferroviaria, porque las obras que se harán será para proyectos de un nivel que no existe en el país claramente y no me animo a firmarlo, pero creo que tampoco hay muchos tramos a ese nivel en toda América del Sur. Es un nivel de ferrocarril del siglo XXI con referencias técnicas y tecnológicas de referencia europea. De ese estamos hablando. Vamos a trabajar para tener ese ferrocarril, que garantice el transporte de la carga con los niveles que debe hacerse y que también empiece a habilitar la posibilidad real de mejorar los servicios de pasajeros en esos tramos, porque vamos a poder ofrecer una seguridad que hace años que el ferrocarril dejó de ofrecer en este país.   ¿En qué tramos se piensan esos servicios? Desde el puerto hasta Paso de los Toros. Y a un estándar no tan elevado desde Paso de los Toros a Rivera, que hoy tiene una vía en mucho mejores condiciones, pero se hizo para proyectos menos ambiciosos. Este ferrocarril central hasta Paso de los Toros es desde donde salen todos los ramales ferroviarios que existieron históricamente en el país. Por tanto, garantizar esta columna vertebral es la que después nos va a permitir sumar otros ramales habilitados, como está pasando en este momento con las obras que se realizan en Piedra Sola, Alcorta, Paysandú y Salto, que permiten la conexión con Argentina. Ahí ya estaríamos recuperando la conexión con Brasil y Argentina.   ¿Qué plazos maneja para la culminación de estos trabajos? El objetivo es que en 2022 esté terminada esta operación. Para ello tenemos que realizar las concesiones de obras en 2018 y para ello debemos, en el transcurso de este mes, hacer los llamados a licitación que hemos estado preparando el último año y medio. Hay empresas de distintas procedencias, hay consorcios internacionales y nacionales; a las últimas reuniones concurrieron más de 60 empresas y estamos hablando con las que manifiestan interés para acortar los tiempos de las obras. Estamos afinando el llamado, pero claramente la mayoría de las obras serán con el instrumento de las asociaciones público privadas.   ¿Se agilizará ese procedimiento? Hemos hecho algunos ajustes en la ley para agilizar estos proyectos y que se adecuen a los tiempos que precisamos. No descartamos, sin embargo, que haya determinados capítulos de las obras planificadas que se puedan realizar con recursos propios. Hay algunas obras civiles, complementarias del trazado ferroviario, que quizás también se puedan realizar con esos recursos. También tenemos definida una obra importantísima que es en el puerto, porque los trenes con la carga deberán llegar allí. El puerto tiene las condiciones para recibir la carga y efectuar la salida de la carga con la ventaja de que se puedan completar los barcos de ultramar de modo que favorezca los costos de los fletes y no hacer escalas de complementación. El puerto de Montevideo tiene el calado necesario y las perspectivas de futuro son llevar la profundidad a 13 y 14 metros. Tenemos la pretensión de que UPM se haga cargo de una terminal especializada, que le va a dar la ventaja de que ellos podrán manejar su producción con mayor facilidad y le dejará al puerto otra terminal especializada. En ese sentido, hemos analizado y discutido el tema y hemos quedado a la espera de las propuestas de UPM.   Uruguay se compromete a hacer obras de infraestructura por 1.000 millones de dólares. ¿UPM a qué se compromete? ¿A invertir en qué? ¿Solamente en su planta? Bueno, 2.000 millones de dólares son los que invertirá exclusivamente en su planta física. Pero existe un cúmulo de inversiones paralelas que se deberán realizar, algunas de las cuales ya se están realizando. Inversiones que tienen que ver con predios, equipos, procesos, transportes, y muchas obras a cargo de UPM que van a acompañar este desafío logístico en zonas donde la infraestructura actual es muy pobre. Ahí vamos a ir recorriendo un camino muy coordinado, porque donde se hagan nuevas obras vamos a tener que hacer llegar servicios de salud, educación, vivienda y servicios generales, gastronomía, etc. Además deberán garantizar, ellos, otras obras de infraestructura que garanticen el buen desarrollo de todo el proyecto porque, por ejemplo, no podemos entrar con el ferrocarril a las chacras. Estas obras surgen a partir de la decisión de la inversión inicial en la planta.   ¿Cómo impacta la inversión tan grande que debe hacer Uruguay en los números del Estado? Ya hubo renuncias de jerarcas. Sí, hubo. Existe una preocupación general respecto a esto, pero se está trabajando con seriedad de parte de todos los actores. No hay esfuerzo gratis y no podemos dejar de pensar que el Uruguay en el que se anunció este proyecto de inversión, hace 15 meses, es distinto al actual. Es muy difícil saber cuánto incidió la noticia, pero hubo una incidencia positiva. El Uruguay al que vamos a llegar en 2022 no va a ser el actual. Todo este camino, este esfuerzo, estas inversiones, esta transformación, nos van a colocar en una nueva situación. Por tanto, el asunto puede ser abordado desde distintas ópticas. Unos plantearán dudas respecto a cuánto se invierte, otros pensarán más en calidad de inversión y lo que esto significa. Nos encontraremos con muchas opiniones, favorables algunas, negativas otras.   Opiniones distintas dentro del mismo gobierno, porque Masoller era parte de este gobierno. Sí, pero ¿desde cuándo el razonamiento de la población se divide entre los colores de una bandera? Eso importa, sí, pero muchas veces se ha demostrado que eso no es decisivo. El emprendimiento de desarrollo de una nueva planta de procesamiento de pasta de celulosa, como el proyecto ferroviario, son proyectos que cuentan con un respaldo amplio. Se percibe. Es claro, creo. Hay quienes opinan distinto, está bien, es la vida. La percepción general de la sociedad, de los que viven, trabajan, estudian, ríen y lloran es que son proyectos positivos. También hay opiniones contrarias.   La oposición dice que el gobierno no tiene agenda y sólo podrá mostrar esta promesa de inversión como logro. ¿Usted qué cree? Este proyecto no es el objetivo principal que nos fijamos en el plan de gobierno; apareció cuando ya estábamos gobernando. Ahora seguimos gobernando, haciendo lo que nos comprometimos, y además estamos con este proyecto trabajando. Ninguna de las obras en rutas que hemos anunciado se ha dejado de hacer; no es que estamos ahorrando para hacer el ferrocarril. Estamos haciendo la inversión en obras viales más grande de la historia de este país. Estamos duplicando las inversiones del año pasado, hay más de 100 frentes de obras ejecutándose. Eso no quiere decir que no haya que hacer más; quiere decir que se están haciendo y deberemos seguir haciéndolas constantemente.   ¿Cuándo termina esta etapa de inversión? Antes de 2020. Hay una cláusula que dice que si ellos no confirman la inversión e inician todas las obras antes del 15 de febrero de 2020, cae todo el acuerdo, completo. Por eso estamos realizando todas las obras rápido. Las obras hay que hacerlas de cualquier manera. Con UPM es una papa la del ferrocarril porque tenemos 2.000.000 de toneladas para transportar y en toda la historia del ferrocarril en Uruguay jamás se transportó una carga como esa. Pero nosotros trabajamos aun si no se hace, porque quedará el ferrocarril. Ellos deben cerrar y dar inicio a todos los compromisos antes de esa fecha porque, si no, retiramos todos los compromisos. Y vendrá un nuevo gobierno que verá qué hace, pero no dejaremos herencias de ningún tipo.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO