“El partido está suspendido y no se va a disputar”. Así, el árbitro Fernando Rapalini confirmó que el River-Quilmes por la primera fecha, quedaba en suspenso. La cantidad de agua que cayó en el Monumental hizo que el campo de juego sea más adecuado para waterpolo que para fútbol. Para colmo, al árbitro le avisaron que el agua no iba a cesar y que para colmo había peligro de que cayeran rayos. “La situación no estaba dada. Había voluntad de jugar, quisimos hacerlo, pero las condiciones de la cancha y las climáticas no estaban dadas: hay mucha intensidad de lluvia e, incluso, descargas eléctricas”, agregó. Y a otra cosa. A partir de ahí, a determinar cuándo y a qué hora se iba a jugar. No hubo muchas vueltas y se pusieron de acuerdo: el lunes desde las 19.15. Pero acá aparece algo que llama la atención. El Servicio Meteorológico Nacional informa que el lunes, a la tarde/noche, habrá “cielo nublado” con “probabilidad de lluvias y tormentas”. El detalle, además, habla de un 85% de chances que vuelva a llover fuerte.
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