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Segundo tiempo

Se reanuda el congreso del Frente Amplio

La fuerza de gobierno reanuda en un mes el debate. Quedaron pendientes cuatro de los cinco puntos del documento Principios y valores compartidos por el Frente Amplio. A partir de estas definiciones se elaborará la estrategia para lo que queda del período de gobierno. La reforma constitucional aparece en el horizonte y los frenteamplistas se preparan.

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Caras y Caretas Diario

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Por Pablo Silva Galván

El sábado 6 de mayo se levantará el cuarto intermedio del VI Congreso Rodney Arismendi del Frente Amplio (FA) para considerar los temas que quedaron sin aprobar en la primera etapa desarrollada en diciembre. Se trata de llegar a consensos y aprobar los puntos pendientes del documento base para la discusión titulado Principios y valores compartidos por el Frente Amplio. De los cinco capítulos, sólo uno, el referido a ‘Los valores comunes sobre los que desarrollamos nuestra acción política’, fue aprobado, quedando para mayo los cuatro restantes: ‘Uruguay en un mundo globalizado’, ‘Desarrollo sostenible’, ‘Estado, mercado y sociedad’ y ‘La institucionalidad democrática. Poder y gobierno’.

Sobre el congreso, el secretario del FA, Gonzalo Reboledo, recordó a Caras y Caretas que las sesiones pasaron a cuarto intermedio ante la cantidad de propuestas y mociones “destinadas a enriquecer” los capítulos en discusión. “Se avanzó mucho y podemos decir que ya está casi terminada la discusión. Optamos por juntar las mociones y que fueran los propios mocionantes los que dieran la redacción definitiva”, agregó.

Tras explicar que no había diferencias de fondo en las propuestas, Reboledo indicó que la mayoría de los puntos contenidos en el documento “venían consensuados”, por lo que se trata ahora de enriquecerlos.

Afirma el artículo aprobado por el congreso que “la libertad, la igualdad, el trabajo, la justicia, la solidaridad, la democracia y la paz constituyen valores sobre los cuales esta fuerza política ha asentado su pensamiento histórico, su identidad e incluso ha justificado su razón de ser antioligárquica y antiimperialista”.

“Nos proponemos contribuir a la creación de una comunidad internacional más justa y solidaria, y de una nación como proyecto y proceso integrador de la sociedad, ya que nuestra viabilidad como país está vinculada a la inserción regional y mundial”, define el segundo capítulo, que ahora será aprobado con algunas modificaciones.

Este mismo artículo sentencia que “la izquierda es global o no es”, lo que significa para el FA que “las izquierdas latinoamericanas no pueden quedar encerradas en sí mismas; las experiencias de las izquierdas europeas, las viejas y las nuevas, no deben ser dejadas de lado; los movimientos globales de emancipación forman parte de la tradición de la izquierda; lo que pasa en África subsahariana, el Magreb y el Cercano y Medio Oriente, el mundo eslavo, Asia meridional o el Lejano Oriente es parte también de nuestras preocupaciones como izquierda, y estas preocupaciones deben ser tenidas en cuenta a la hora de definir nuestra política exterior. La solidaridad con los pueblos del mundo no puede estar geográficamente direccionada”. Estas definiciones cobran especial relevancia a la hora de analizar y posicionarse ante los sucesos en Venezuela, cuestión que divide a algunos sectores del FA.

Una vez finalizado el congreso, el FA se abocará a definir su estrategia para la reforma constitucional. Para eso convocó a un plenario nacional que se reunirá el sábado 27 de mayo. Este deberá establecer la modalidad de trabajo para este objetivo –recolección de firmas o asamblea constituyente– y elaborará un documento sobre estrategia política con la vista puesta en los años que quedan para terminar este período.

Largo congreso

El congreso se desarrolló entre el sábado 25 y el domingo 16 de noviembre de 2016. Tras votar las propuestas discutidas en las comisiones, una moción presentada por las bases y defendida, entre otros, por la delegada de las bases de Buenos Aires, determinó que la asamblea pasaba a un cuarto intermedio.

Fruto de estos debates, se aprobó por aclamación una declaración final que sostiene, entre otras cosas, que el capitalismo está “en crisis estructural y crónica”, razón por la cual procura llevar adelante “un ajuste global” cuyo peso recaerá sobre los países dependientes. Señala la declaración que los gobiernos progresistas en América Latina dejaron en evidencia que “era posible construir una alternativa al modelo neoliberal avasallador” mediante la reducción de la pobreza y la distribución de la riqueza.

“Hoy vivimos momentos de dificultad, en varios países se ha detenido este impulso. Se fue preparando el terreno para una ofensiva neoliberal conservadora y excluyente”, alerta. Y agrega que se pretende imponer la idea del “fin del ciclo progresista”, lo que para el congreso constituye una idea “fatalista, simplista e interesada” que busca “desarticular la resistencia del bloque social de los cambios”. Llama a confrontar con esta idea y añade que la derecha empezó a “maquillarse nuevamente para transformarse en alternativa, apoyada por el poder económico y mediático”. En esta estrategia intenta “de manera sutil apropiarse de los temas sociales, con un discurso pragmático y pretendidamente desideologizado”.

Concluye el documento que “siguen existiendo dos proyectos de país en disputa”, a los que identifica como “los sectores más conservadores de los partidos tradicionales”. Estos “actúan como representantes de minorías dueñas de empresas, tierras y medios de comunicación”. Frente a estos ubica al proyecto del FA, que propone “fortalecer y ampliar el bloque social de los cambios” y de esta manera respaldar la acción del gobierno.

***

Hacia la reforma constitucional

El congreso aprobó una serie de propuestas tendientes a reformar la Constitución, uno de los objetivos estratégicos para esta etapa. Una de las modificaciones refiere al artículo 6º. Este establece que Uruguay “procurará la integración social y económica de los Estados latinoamericanos, especialmente en lo que se refiere a la defensa común de sus productos y materias primas”. Si prospera la reforma, cambiaría a: Uruguay “procurará una profunda integración sudamericana y latinoamericana”.

Respecto a los tratados internacionales, el referido artículo indica que “la República propondrá la cláusula de que todas las diferencias que surjan entre las partes contratantes serán decididas por el arbitraje u otros medios pacíficos”. La propuesta reformista señala que el país sólo podrá ceder su jurisdicción soberana a instancias del arbitraje internacional si estas instancias se enmarcan en el derecho internacional público.

Se propone además establecer en la Constitución que los legisladores del Parlamento del Mercosur deberán ser electos por voto directo.

Otros aspectos para incluir en la reforma refieren a los derechos de las personas: cuidados, intimidad, acceso a la información pública y a los bienes culturales, acceso a una justicia de calidad, a una vida libre de violencia de género, a la salud sexual y reproductiva, a una muerte digna, entre otros.

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