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Sociedad

No olvidarás

Se reinaugura ampliado el Museo de la Shoá de Uruguay

El jueves 28 de noviembre, a las 19.30, en la sede de la calle Canelones 1084, se llevará a cabo la reinauguración del Museo del Holocausto, hoy Museo de la Shoá de Uruguay.

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Caras y Caretas Diario

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Por Alberto Grille

Será un acontecimiento cultural que pertenece a toda la comunidad espiritual que es Uruguay como nación, y que todos deberíamos celebrar como un logro propio.

¿Por qué? Porque muchas cosas hemos aprendido los uruguayos en carne y sangre viva, propia y ajena, en los últimos 50 años hasta el fin formal de la dictadura en 1985.

«Los pueblos que ignoran su historia están condenados a repetirla».

Esta frase magistral sintetiza una enseñanza primordial que debería repicar hoy, aquí y siempre, como repicaron en Francia todas «las campanas de la liberación» cuando el invasor genocida nazi fue expulsado.

El Pueblo Judío -que vivió esclavitud en el Egipto de los faraones, que cruzó el mar Rojo rumbo a su tierra prometida, que sufrió persecución religiosa criminal en la Edad Media y en el Renacimiento, discriminación en la época moderna y sufrió la pérdida de seis millones de vidas, en condiciones espantosas, durante la vigencia del régimen nazi, el más oprobioso que haya existido por lo menos en el siglo XX- ha levantado siempre una bandera que reivindico en su integridad: «No olvidar».

Nosotros, uruguayos, un pequeño país que sobrevive gracias a la existencia del derecho internacional, tenemos mucho que aprender del Pueblo Judío, particularmente su apego a la memoria.

 

El remozado Museo de la Shoá de Uruguay

El Museo de la Shoá (término hebreo que remite al Holocausto, la masacre perpetrada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, con todo su horror de campos de exterminio) es parte del Centro Recordatorio del Holocausto, Asociación Civil fundada en 1953 por sobrevivientes de la Shoá llegados a Uruguay.

Desde 1987 tiene sede en su actual emplazamiento, y hasta el año 2000 fue el primer y único museo de Sudamérica dedicado a recordar e investigar el Holocausto.

Está dirigido por la profesora Rita Vinocur, hija de la inolvidable luchadora Ana Vinocur, sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, que otorgó un espléndido reportaje a Caras y Caretas el 28 de enero de 2005.

La institución y el museo estuvieron situados en primer lugar en la calle Convención 1220. En 1987 fueron trasladados a la Comunidad Israelita del Uruguay, en la calle Canelones 1084, donde los sobrevivientes adquirieron espacios como sede de sus actividades, incluyendo un nuevo emplazamiento del museo, el cual sigue allí hasta hoy en día.

Su nombre era Museo del Holocausto y actualmente es Museo de la Shoá de Uruguay. En 1992 fue remodelado por el artista Jorge Casterán con el aporte del Sr. Chil Rajchman, en honor a su esposa Lila Rajchman.

Se realizan visitas didácticas y charlas testimoniales de sobrevivientes para instituciones educativas: escuelas y liceos públicos y privados, universidades y movimientos juveniles (Tnuot).

Será lugar de referencia en el tema en Uruguay y en la región.

Una de sus salas contiene una línea de Tiempo realizada por historiadores expertos en el tema. La otra sala tiene objetos auténticos de la Shoá donados por sobrevivientes que llegaron a Uruguay y una Sala de los Espejos con nombres de personas asesinadas en el Holocausto brindados por sus familiares que sobrevivieron y también residieron o residen en Uruguay. Todo está conectado con nuestro país.

Ha recibido a miles de alumnos de instituciones educativas, públicas y privadas, del área formal e informal, que recorren sus instalaciones y comprenden por qué y para qué recordar. Ha tenido enorme repercusión, plantando la semilla del respeto hacia todas las diferencias, religiosas, étnicas, políticas, culturales y sociales.

La remodelación de este museo fue posible gracias a apoyos internacionales, la Embajada de Canadá, la Embajada de Alemania y al Sr. Louis Kravitz.

 

Significación de la memoria

Israel es reconocido como Estado el 14 de mayo de 1948, al calor de la voluntad del Pueblo Judío, cuyos seis millones de muertos reconocen más culpables de los que usualmente se nombra. Si bien la resolución de la ONU que lo reconoce crea también un Estado palestino, no ha sido posible lograr los consensos necesarios para hacer realidad esta aspiración y, como consecuencia estalló una guerra interminable que -con breves interrupciones- se proyecta hasta el presente.

Más allá de diferencias puntuales, cualquiera sea su tamaño, en este aniversario nos sumamos a la alegría de un país pequeño en su dimensión física -mucho más pequeño territorialmente que el nuestro- y a la esperanza de un mundo de justicia y paz, donde haya también un Estado palestino, que conviva con sus vecinos israelíes en tolerancia; un mundo multipolar, cubierto de “patrias chicas” que labren su destino sin tutelas ni amenazas.

 

Uruguay y el nacimiento de Israel

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de Naciones Unidas votó el “Plan de Partición de Palestina”, que determinó la extinción del mandato británico y el nacimiento de dos Estados: uno judío y otro palestino. La dolorosa historia posterior -de enfrentamiento estéril y probablemente inconducente, con excesos de ambos bandos, como en toda guerra, en la cual lo único que se suman son muertos y dolor- es suficientemente conocida.

La resolución de la ONU fue aprobada por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Los países latinoamericanos que apoyaron fueron Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En contra votaron Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Turquía y Yemen. Se abstuvieron Argentina, Colombia, Chile, China, El Salvador, Etiopía, Honduras, México, Reino Unido y Yugoslavia. Estados Unidos y la Unión Soviética votaron a favor. En las gestiones diplomáticas que rodearon la votación tuvo una actuación destacada el embajador de Uruguay, Prof. Enrique Rodríguez Fabregat, luchador contra dos dictaduras, la de 1933 y de 1973. Batllista de origen, fue fundador del Frente Amplio en 1971 junto a Zelmar Michelini, con quien trabajó duramente en el exilio en Buenos Aires, junto a Wilson Ferreira Aldunate y Héctor Gutiérrez Ruiz. Falleció en esa capital en octubre de 1976, meses después de los infames asesinatos de mayo.

 

Nuestro compromiso

Todos los partidos políticos uruguayos han sido consistentes en apoyar la existencia del Estado de Israel y al mismo tiempo han trabajado en colaborar con la paz en Medio Oriente, que no puede ser alcanzada sin justicia para todos. No es necesario que miremos hacia atrás y hagamos el inventario de atrocidades de todos los bandos que deja toda guerra. Es necesario mirar hacia el porvenir y convencerse, como se ha dicho muchas veces, que “Israel y el Pueblo Palestino están condenados, en el mejor sentido del término, a vivir juntos”.

Que ello sea en paz y prosperidad y lo antes posible.

Este homenaje al Museo de la Shoá es nuestra contribución a esa paz, para que la sangre derramada en tantos lugares y ocasiones no haya sido en vano y contribuya a crear un mundo mejor.

Frase del profesor Enrique Rodríguez Fabregat
El 29 de noviembre de 1947, en la Asamblea General de la ONU, el Prof. Rodríguez Fabregat manifestó: “Los que estamos aquí votando por la partición no votamos en contra de estos dos pueblos, en contra de ninguno de estos dos sectores de la realidad social de Palestina: estamos votando por los dos, por su progreso, por sus civilidad, por su avance en la comunidad de las naciones, por sus multitudes actuales. Porque estas multitudes no choquen jamás.”

 

Frase de Wilson Ferreira Aldunate
El 14 de mayo de 1985, en ocasión del 37º aniversario del Estado judío, disertaron los principales dirigentes partidarios de entonces: el vicepresidente, Dr. Enrique Tarigo, Wilson y el Gral. Seregni. Wilson afirmó: «Yo me pregunto a mí mismo en qué podemos ayudar los uruguayos que no somos judíos a la consolidación definitiva del Estado de Israel, a la defensa de este hogar judío que tanto sufrimiento, tanta sangre, tanto sacrificio costó y sigue costando y me parece que hay cosas que los uruguayos podemos prometer. Y podemos prometer por encima de distinciones políticas, invocando simplemente nuestra condición nacional. Creo que lo primero que los uruguayos y sobre todo los que no somos judíos, porque esta es nuestra responsabilidad y no la de ustedes, lo que tenemos el deber moral de prometerles es ayudarles a que el mundo no olvide la tragedia que el pueblo judío pasó. Israel se creó en medio de una conmoción emocional. Fue posible precisamente porque el mundo estaba sacudido por la intensidad de la tragedia. Y hoy es la propia dimensión de la tragedia la que está haciendo correr el riesgo de que se la olvide. Ya aparecen quienes dicen ‘tanto horror no fue posible’, ‘no es exacto que las cosas puedan haber sido así como se nos cuenta’. Y es fácil que esto prenda porque la gente se niega a reconocer que tanto horror pueda haber sido posible. Hay hasta dificultad para abarcar la dimensión de la tragedia. Nos pasa a nosotros mismos. Nosotros preferimos evocar con ternura el recuerdo -lo hicimos el otro día- el recuerdo de Ana Frank, en lo que tiene de emotivo, repito, de tierno, de emocionante. Pensamos en su vida en la bohardilla, en el diario que escribe, pero no en la circunstancia horrible que vive después, cuando muere. Nos borramos, nos sacamos de la cabeza el proceso de degradación terrible, porque preferimos pensar en estos términos y olvidar el asco, la suciedad inmunda, la porquería, la inhumanidad absoluta que campeó en esos campos de concentración donde se olvidó toda referencia de decencia humana. Entonces el primer deber de los que no somos judíos es ayudarlos a que no sean ellos solamente los que tengan que recordar».
Frase del Dr. Tabaré Vázquez
Reportaje otorgado al Semanario Hebreo en febrero de 2005. “El Dr. Enrique Rodríguez Fabregat, diplomático uruguayo que tuvo un papel decisivo en la creación del Estado de Israel en 1948, fue fundador del Frente Amplio en 1971. Es un detalle, pero no es un detalle menor. Con esto le estoy diciendo que el gobierno que asumirá el próximo 1º de marzo continuará la política de amistad con el Estado de Israel. Y continuará también la política a favor de la paz en Medio Oriente […] Redoblar esfuerzos en todos los ámbitos y a todos los niveles para promover la paz sobre la base del mutuo reconocimiento del Estado de Israel y el Estado palestino.”

 

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