El sábado pasado medios internacionales se hacían eco de un hecho insólito: Roma había amanecido ese día empapelada con afiches anónimos que arremetían contra el papa Francisco y las medidas que éste ha tomado en los últimos meses. No se sabe quiénes fueron o qué organización está detrás. Nadie hasta el momento se ha adjudicado tal acción y los afiches no tenían siglas o símbolos que revelaran su origen. Lo cierto es que la capital italiana, en donde se sitúa el Vaticano, sede de la Iglesia Católica y hogar del Sumo Pontífice, amaneció con sus calles empapeladas con el rostro de un Papa serio, sombrío, enojado, muy lejos de la sonrisa que suele acompañar a las imágenes de Francisco. En los afiches rezaba el siguiente texto, escrito en dialecto romano en un fondo violeta: «France’, comisariaste Congregaciones, removiste sacerdotes, decapitaste la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, ignorado Cardenales… ¿donde está tu misericordia?». Aunque se desconoce la mano que estuvo detrás de los afiches, muchas voces señalaron a los sectores ultraconservadores de la Iglesia, los cuales se oponen a línea pontificia que ha seguido el Papa argentino. Específicamente, las miradas han recaído en la Orden de Malta. El mismo sábado se conoció el nombramiento de un delegado especial de Francisco para la Orden de Malta. El líder de esta organización fundada en el año 1048, el gran maestro Matthew Festing, de 67 años, renunció luego de que rebelarse contra el Papa. Entre la Orden y Francisco comenzó una fuerte pulseada a fines del año pasado. En diciembre el gran canciller de la Orden, Albrecht Freiherr von Boeselager, fue obligado a renunciar por no haber impedido que se distribuyeran preservativos en países de África y Asia. La distribución la realizarían ONG que colaboran con la Orden. Francisco ordenó una comisión investigadora, pero Festing se le enfrentó denunciando injerencia del Vaticano sobre la Orden. Finalmente, tuvo que renunciar. La organización cuenta actualmente con 13.500 miembros (denominados caballeros y damas), 25.000 empleados y 80.000 voluntarios alrededor del mundo. El dinero para sus proyectos proviene principalmente de donaciones y de acuerdos con países. Sus líderes son todos hombres laicos, aunque toman los votos de pobreza, castidad y obediencia ante el Papa. La Orden tiene las características de una entidad soberana, mantiene relaciones diplomáticas con más de 100 estados y la Unión Europea, además de contar con un observador permanente en Naciones Unidas. Tiene su propio ordenamiento jurídico y emite sus propios sellos, pasaportes y matrículas. Su insignia es una cruz de ocho puntas u octogonal, llamada Cruz de Malta, y constituye junto a la Iglesia Católica una de las instituciones más viejas del mundo.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME