Esperanza (Espósito) decide participar de un show privado y exclusivo (solo para unos fanáticos) junto a “Los Solaris”, la banda de Lola (Torres) y Pedro (Masini). Por supuesto, Tomás (Martínez) también será de la partida. Pero entre el público, se esconderá un espectador inesperado: el mismísimo Nicolás (Noher). Su meta es impedir la felicidad de la feliz pareja. Y no va a detenerse hasta cumplir con su cometido. Finalmente Tomás (Martínez) consigue la tan ansiada dispensa por parte de la curia, que le permite desvincularse de su función religiosa. Así, ya tiene el camino libre para entregarse por entero a Esperanza (Espósito). La felicidad es inconmensurable. Ahora, el otrora obispo y la exnovicia ya pueden planear tranquilos su boda, que incluye la posibilidad de trasladarse a Roma para iniciar allí la vida que tanto soñaron. ¿Conseguirán cumplir con su deseo? Tomás (Martínez) y Esperanza (Espósito) se muestran felices en vísperas de su tan ansiada boda. Mientras ella ultima detalles junto a su madre Clara (Toscano) y su padre Jorge (D’ Elía), el exobispo hace lo propio con su amigo Gato (Alfonso). Pero lo que la pareja desconoce es que Nicolás (Noher) sigue al acecho: ha elucubrado un plan macabro con la sola intención de evitar el casamiento. ¿Triunfará el amor o el enemigo logrará su cometido? Horas antes de su casamiento con Tomás (Martínez), Esperanza (Espósito) es secuestrada por Nicolás (Noher). El otrora «seminarista» le ha tendido a la joven una trampa y la mantiene cautiva, alejada de todo y de todos. Un llamado del propio victimario pondrá en alerta al exobispo y a Jorge (D’ Elía), quien dispondrá todos los efectivos policiales a su alcance para dar con el paradero de la joven. ¿Podrán rescatarla rápidamente?
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