Semanario colorado trata a Talvi de charlatán, botarate y desertor

El semanario, que lleva el nombre de aquel que fundara Enrique Tarigo y que fuera un reducto democrático en tiempos de la dictadura, está vinculado al sector Batllistas que orienta el expresidente y actual senador Julio María Sanguinetti. Su director es César García Acosta, que fuera  asesor en la Intendencia de Rivera y es Consejero en el Congreso de Intendentes.

Bajo el título de “¡Terminemos con la farsa talvista!”, Diez de Medina comienza preguntándose: “¿Qué es esta estupidez de maquillarnos la salida del ministro como una cordial conversación entre él y el presidente para, en el mejor de los términos posibles, empezar una nueva etapa legislativa?”.

A continuación se despacha con una serie de afirmaciones en el mismo tono para analizar el anuncio del retiro del canciller Ernesto Talvi y que dejan en evidencia una interna sumamente dura.

¿Qué es esta estupidez de maquillarnos la salida del ministro como una cordial conversación entre él y el presidente para, en el mejor de los términos posibles, empezar una nueva etapa legislativa?”

Tras enumerar las posibles dificultades que a su juicio podría tener la diplomacia oriental, el articulista afirma que ahora el país perderá más tiempos “mientras el ministro se aclimata a su mal humor por el hecho de parlotear ante los periodistas sin control ni mesura?”.

“¡Medio año se ha perdido de una administración de cinco, a causa de una pandemia que a todos nos tiene inmovilizados! ¡¿Medio año más perderemos, para darle el gusto a este botarate?!”, se pregunta más adelante.

“¡¡Que se vaya YA Talvi”, exige Diez de Medina. Para, a su juicio, “seguir apretando los botones de esa consola acerca de la cual obviamente no tiene ni la menor idea, y que el país arranque el lunes próximo a trabajar a fin de lograr lo que su producción, empleo y gente precisan en el terreno de las relaciones internacionales!!”.

¡Medio año se ha perdido de una administración de cinco, a causa de una pandemia que a todos nos tiene inmovilizados! ¡¿Medio año más perderemos, para darle el gusto a este botarate?!”

“¡¡La marcha de todo un pueblo no puede desinflarse al ritmo de sus desertores!!”, concluye quién fuera embajador en Estados Unidos.

Diez de Medina integró el grupo de cuatro personas que conspiró contra Jorge Batlle durante la crisis de 2002.

Según relata el periodista Bernardo Wolloch en su libro “Jorge Batlle, el profeta liberal”, Diez de Medina se reunía con Ramón Díaz, Jorge Caumont y Juan Carlos Protasi durante la crisis bancaria para promover la renuncia del presidente y su sustitución por el vice Luis Hierro López.