Mientras el pasado martes, Estados Unidos transitaba por el día más mortífero de la pandemia y con un ascenso récord en las hospitalizaciones, el equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca ha anunciado que serían distribuidas 6,4 millones de dosis de la vacuna de Pfizer en todo el país sobe mediados de diciembre.
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La información sobre la distribución de la vacuna indicaba que los “trabajadores sanitarios que están en la primera línea de la lucha contra la pandemia serán quienes recibirán las primeras dosis”.
Según reporta Democracy Now, el pasado martes, Estados Unidos había alcanzado un registro de casi 173.000 nuevos casos de COVID-19 y más de 2.100 muertes, lo que lo ubicaba en el día más mortífero de la pandemia en el país en más de seis meses.
Junto a ello, las hospitalizaciones alcanzaron su máximo histórico, con casi 90.000 pacientes internados por COVID-19 y el número total de muertes se ubicaba en cerca de 260.000.
“En el estado de California, las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado más del 80 % en las últimas dos semanas, y las internaciones de pacientes en unidades de terapia intensiva se incrementaron en más del 50 %”, refiere el medio de prensa norteamericano.
A pesar de la imposición durante el fin de semana, de un toque de queda en gran parte de California, “con la esperanza de disminuir la propagación del virus (…) los funcionarios de salud temen que la situación no hará más que agravarse debido a los viajes y las reuniones por los días festivos de Acción de Gracias”.
“Once de los 50 estados, muchos en el Medio Oeste del país, han registrado más muertes en la última semana que en cualquier otra semana desde el inicio de la pandemia”, se destaca.
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