El sindicato de Ancap rechazó la propuesta de la senadora Verónica Alonso de liberar la importación de combustibles. Sostuvo que hizo un «abordaje sesgado».
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En un comunicado la Federación Ancap (Fancap) emitió un comunicado en el cual «rechazan terminantemente» las declaraciones públicas realizadas por la senadora del Partido Nacional, Verónica Alonso, de querer privatizar a la empresa estatal de combustibles. Sostuvo que en «su afán de demostrar la conveniencia económica de habilitar la libre importación de combustibles, maneja datos erróneos y parciales».
El sindicato asegura que «dichas afirmaciones no sólo no se ajustan a la realidad, sino que realiza un abordaje totalmente sesgado y falto de visión global, manipulando groseramente la opinión pública con el único propósito de llevar agua para su molino, en el objetivo de hacer caer el monopolio de los combustibles».
El texto explica que «para realizar un análisis serio y responsable, debemos tener en cuenta aspectos fundamentales referidos a la metodología utilizada, la estructura de costos de los combustibles, y la importancia estratégica de la refinación de petróleo en Uruguay. El primer elemento a tener en cuenta es la importancia en términos de soberanía que tiene para un país pequeño y dependiente como el Uruguay el hecho de la refinación propia. Dentro de los cometidos de Ancap se encuentra el de garantizar la accesibilidad en forma universal del servicio, es decir, asegurar el acceso a los combustibles en todos los rincones del país al mimo precio. Lo que la senadora Alonso no dice es como atendería este tema si hace caer el monopolio, ¿quién va a gestionar la logística? ¿las multinacionales construirán una infraestructura propia? ¿o usaran la de Ancap en beneficio propio? ¿va a cobrarle un sobreprecio a los ciudadanos y los empredimientos productivos del interior? ¿o va a mantener la estructura del estado en beneficio de los actores privados?».
También aseguran que «cuando analizamos la conveniencia de refinar, no es correcto comprar el precio de uno de los productos refinados disociado de la canasta de productos (por ejemplo el gas-oil o la nafta), si dejáramos de refinar deberíamos importar todos los productos derivados del petróleo, por lo tanto la ecuación económica comparativa, debe contraponer el costo de importar la totalidad de productos derivas del petróleo vs, su refinación en Uruguay».
El sindicato también señaló que el precio actual del combustible «contiene en su estructura, subsidios que permiten beneficios para la comunidad de menores ingresos, como ser el subsidio cruzado de las naftas y el gas-oil en beneficio del súpergas y el fideicomiso del boleto».
En ese sentido, Fancap destacó que los usuarios pagan 3,20 pesos por litro de gasoil mas «para que la ciudadanía pague un menor precio del boleto».
Asimismo, el sindicato apuntó que Alonso omite que «el precio del súpergas es el más bajo de la región».
El comunicado concluye remarcando que «lo que sí dice la senadora Alonso es que si importáramos combustibles el precio sería un 20 % más barato, información absolutamente falsa, que se comprueba fácilmente accediendo a la paǵina de la Ursea y haciendo un análisis responsable de la realidad».